Miércoles 20 de mayo de 2015
El próximo 3 de junio se llevarán a cabo diferentes concentraciones, en la puerta del Congreso Nacional y en muchos otros puntos del país, bajo la consigna #NiUnaMenos. Esta convocatoria que fue impulsada por periodistas y artistas a través de las redes sociales y se viralizó rápidamente, tiene el objetivo de generar conciencia sobre el flagelo de los femicidios. Pero hay un gran sector que queremos denunciar, además, la responsabilidad del Estado en la legitimación y reproducción de la violencia contra las mujeres.
Los números son realmente alarmantes: en Argentina una mujer es asesinada cada treinta horas y sólo en 2014, 277 mujeres fueron víctimas de los femicidios que tantas veces son ocultados o minimizados por los medios de comunicación bajo el eufemismo de "crimen pasional" o "crimen por amor".
Esta naturalización no es más que un reflejo de la tan marcada desigualdad que promueve el sistema patriarcal en el que vivimos, donde la mujer es cosificada y es considerada por muchos hombres como "su propiedad". Por esto, los femicidios son sólo la punta del iceberg, la cara más aberrante de un problema, el de la violencia contra las mujeres, con muchos más matices y que requiere un cambio de raíz, para el que no basta con horrorizarse ante el hecho consumado, hay que hacerse cargo de la responsabilidad de cada uno de nosotros.
Y si de responsabilidades hablamos, resulta indignante la cantidad de funcionarios políticos oficialistas o de la oposición, como el Jefe de Gabinete del Gobierno nacional, Aníbal Fernández, o el que tiene el mismo cargo en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que hoy toman este legítimo reclamo como parte de su campaña electoral, cuando sabemos que no impulsan la aprobación de derechos aún negados a las mujeres y que evitarían muchísimas muertes, como por ejemplo el derecho al aborto.
También se suman de forma demagógica personajes como Marcelo Tinelli que, desde su lugar en los medios, no hace más que colaborar con la cultura de la "mujer objeto".
El Partido de los Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda, lucha día a día para terminar con este sistema explotador y, junto a la agrupación de mujeres Pan y Rosas, impulsamos los reclamos de las mujeres, entendiendo que son el sector más oprimido de la clase trabajadora y el pueblo pobre.
Por eso nos sumamos a esta concentración que tiene entre las principales exigencias la aplicación de la Ley 26.485, de Protección Integral a las Mujeres, el decreto de la ley de Emergencia para frenar la Violencia de Género, la apertura de refugios para mujeres víctimas de violencia, etc. Pero convocamos señalando que negar el derecho al aborto también es violencia, de la cual el gobierno y la Iglesia son responsables causando la muerte de más de 300 mujeres cada año. Que las redes de trata que secuestran jóvenes bajo la impunidad de funcionarios políticos, judiciales y fuerzas represivas del Estado, son también una forma de violencia contra las mujeres. Que la precarización laboral que enferma y mata, es la condición en la que trabajan más de la mitad de nuestras compañeras y es violencia de las patronales, asegurada por las condiciones que apaña el gobierno y la burocracia sindical.
Esta convocatoria por los derechos de las mujeres debe ser acompañada por la mayor cantidad hombres. Este reclamo de #NiUnaMenos, no puede ser sólo "una fecha más".