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Red Internacional
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Coronavirus. Luchemos por la paralización total de los trabajos no esenciales, que la crisis la paguen los empresarios

Estamos en un país que existe cuarentena en algunas comunas de la región metropolitana y comunas del sur. En otros lugares como Antofagasta se priorizo la continuación operacional de los lugares productivos.

Domingo 5 de abril de 2020

Cuando volvemos a nuestros hogares y cuando entramos a trabajar vivimos alta tensión, estamos en una situación que nos deja entre la espada y la pared. Por un lado, nos empujan a ser un portador de riesgo para la salud de nuestras familias, considerando los grandes atochamientos que vivimos, en transportes o en las faenas; se ha detectado, por ejemplo, el virus en grandes mineras como Escondida o El Abra; por otra parte, nos amenazan con el desempleo y la inestabilidad económica.

Con la crisis que produjo Covid-19 se evidencio, aún más, hasta donde están dispuesto a llegar los que nos gobiernan, están dando todo para la continuación de la producción y ahora abriéndose la posibilidad de grandes salvatajes a grandes empresas, como la exigencia que hizo Latam Airlines. Personas como el presidente de la SOFOFA, Bernardo Larrain, en alusión al salvataje de Latam “hemos tenido la mala costumbre de segmentar todas las políticas públicas en función del tamaño de la empresa. Por su puesto que hoy las empresas que requieren más ayuda son las pequeñas y medianas empresas, (...) pero cuando pensemos en política públicas, pensemos en las empresas". En resumen, es darle prioridad a la rentabilidad de sus ganancias.

El gobierno ha dado riendas sueltas a los empresarios, ha impulsado medidas entorno a la “protección del trabajo”, que en realidad se trata de una suspensión de la relación laboral, el cual se debe financiar por medio de nuestra cuenta individual de cesantía. Todo esto acompañado del congelamiento en las expansiones productiva en la gran minería, lo cual significa miles de despidos de trabajadores contratistas, nos quieren hacer pagar la crisis en nuestros hombros.

Para colmo, los parlamentarios de la región en su pose de preocupación, mandaron una carta al presidente exigiéndole un cordón sanitario en rutas, aeropuerto y terminales terrestres.

El problema es que para estos parlamentarios es pecado mortal exigir la paralización de las mineras. La región produce el 52% de la producción de cobre nacional el cual las grandes firmas transnacionales como BHP, Anglo, Glencore, Freeport, Albemarle, entre otras; la gran minería privada del cobre el año pasado tuvo utilidades de US$3.087 millones que se van al exterior, saqueando nuestros recursos naturales.

Las mineras con su utilidades y ganancias, con un royalty miserable que no llega ni al 5%, se han llevado miles de millones de dólares, y hoy día ¿seguimos preocupados para que se sigan llevando millones?. Con esta política, la realidad es que hoy ponen el riego a nuestras familias para seguir haciendo fortunas y llenándose los bolsillos. Con un gobierno que no solo carga con los asesinatos por el estallido social, sino que su prioridad en esta crisis es asegurar a los empresarios, haciendo medidas para que los trabajadores paguemos las consecuencias económicas y de salud.

Exijamos que los recursos que se necesitan frente la crisis sanitaria lo consigamos por medio de impuestos a las grandes fortunas. Es necesario que nos organicemos y luchemos por la suspensión de las faenas con nuestros salarios 100% pago y sin ningún despido para trabajadores directos y contratistas hasta que la situación sea controlada. Lo que está en juego es nuestra vida y la de nuestras familias, la cual no tiene precio, no se negocia, no se pone en duda, son intransables.