En el día de ayer, durante la madrugada, la Justicia realizó un operativo de reconstrucción de la muerte de Luciano Arruga.
Viernes 5 de diciembre de 2014
Fotografía: María Paula * EnfoqueRojo
La reconstrucción se realizó según las novedades que aparecieron hace cerca de un mes en la causa, donde un testigo declaró haber atropellado a Luciano cruzando la Avenida General Paz a la altura de Mosconi (o Emilio Castro de la mano de Capital), en Lomas del Mirador, a unas pocas cuadras de la Comisaría donde había estado secuestrado.
A Luciano lo vieron por última vez con vida el 31 de enero de 2009, hace ya casi 6 años, muchos testigos, amigos y familiares, indicaron que estuvo detenido ilegalmente en un destacamento de Lomas del Mirador, cuyos registros de ingreso fueron adulterados, donde fue torturado y golpeado por los policías bonaerenses que hoy están implicados en la causa. Hace un mes apareció el cuerpo enterrado como NN en Chacarita y volvimos a ver la cara de Luciano Arruga en los grandes medios, y con ella, las novedades en la causa, que señalan que Luciano habría sido atropellado esa misma noche, reconstrucción pendiente que realizaron junto a dos testigos clave, abogados y familiares de Luciano.
Estuvieron presentes los abogados de la causa, Juan Manuel Combi, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y Maximiliano Medina, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Familiares y Amigos de Luciano Arruga y Vanesa Orieta, su hermana. El joven que habría atropellado a Luciano contó durante la reconstrucción que dio aviso al SAME, quienes llegaron en último lugar, luego de un motoquero -el segundo testigo clave-, un móvil de Autopistas del Sol, y policías de la Comisaría 42, y que una ambulancia lo trasladó hasta el Hospital Santojanni, donde murió al día siguiente tras una operación. Mónica, la mamá de Luciano, esa misma noche había preguntado por él en el hospital: le dijeron que su hijo no estaba ahí.
Según contó el testigo clave, la garita policial de la bajada de General Paz no actuó ese día, ni tampoco el puesto sanitario que hay donde fue el accidente.
Fueron él y el motociclista quienes hicieron los primeros llamados y ayudaron a cortar el tránsito, aún golpeados por el impacto que les provocó el accidente, que sucedió según cuentan cuando Luciano apareció de repente y “corría desesperado”, “parecía que estaba escapando”. Vanesa Orieta, la hermana, insiste en que clarificar y reconstruir el accidente no implica saber la verdad. ¿Cómo llegó Luciano ahí? ¿De quiénes estaba escapando? ¿Qué rol jugó la Bonaerense en esta situación? El destacamento de Lomas del Mirador ya había detenido ilegalmente a Luciano y a otros jóvenes, y se conocían en el barrio los golpes, las torturas y los aprietes para reclutar jóvenes para robar para ellos, como quisieron hacer con Luciano, que se negó, y terminó muerto.
Miles de jóvenes de La Matanza, junto a sus familiares y amigos, han denunciado a la policía bonaerense por ser la responsable del asesinato de Luciano, y junto con ellos al gobierno nacional, bonaerense y municipal, fueron esos jóvenes, junto a organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y partidos de izquierda y a sus amigos, su mamá y su hermana quienes mantuvieron vivo el grito de justicia por Luciano y castigo a los responsables todos estos años, con acciones judiciales, movilizaciones, charlas, festivales, actos y medidas de lucha en muchísimas escuelas, terciarios, y barrios de la zona, y en la propia Universidad de La Matanza, donde funciona, irónicamente, una sede de la Vucetich, escuela de la policía bonaerense, que los estudiantes, en nombre de Luciano Arruga, reclaman que se vaya.