El domingo 30 la lista Azul del gobernador Sapag se impuso cómodamente en la interna del MPN. Sobisch, el gran derrotado. El petrolero Guillermo Pereyra abandonó su alianza con el exgobernador y anunció que se pondrá “a la cabeza” de la campaña del electo Gutiérrez. A pesar de venir ocupando cargos públicos durante 20 años, en el MPN afirman que Gutiérrez es la “renovación generacional”. El “progresismo”, como siempre, compra el relato.
Jueves 4 de diciembre de 2014
El domingo 30 se realizaron las elecciones internas del MPN para elegir los candidatos a gobernador, vicegobernador, diputados provinciales, intendentes (salvo el de Capital), concejales, consejeros escolares y a juntas vecinales que competirán en las elecciones generales del 2015 por el partido provincial. El cómodo triunfo (aunque por una diferencia menor al de las internas del 2011) de la lista Azul del actual gobernador Jorge Sapag, que postulaba al Ministro de Economía Omar Gutiérrez para gobernador, termina de sacar al gobernador de la amarga y dura derrota en manos de Guillermo Pereyra en las PASO del 2013, cuando fue derrotada la vicegobernadora Ana Pechen en la interna con el petrolero.
El principal derrotado en esta interna es, sin dudas, el exgobernador Jorge Sobisch. Hasta el pasado 24 de agosto, cuando renovaron autoridades partidarias, como parte de los pactos y acuerdos dentro del MPN Sobisch mantenía el control interno del MPN, ocupando el cargo de presidente. Desprestigiado públicamente por su responsabilidad por el asesinato del maestro Carlos Fuentealba en el 2007 cuando era todavía gobernador, mantenía un cierto poder dentro del partido de gobierno. Pero ya sin el poder interno de antaño se vio obligado a competir nuevamente, y perdió. Se podrá decir que 50.000 votos (el 40%) no son pocos, pero una derrota es una derrota, y ya muchos abandonaron el barco, empezando por su principal aliado Pereyra.
Es que el siempre veloz e histórico secretario general del sindicato petrolero no tardó ni 24 horas para anunciar que su alianza con Sobisch había terminado y que se sumaba “activamente” a la campaña “Gutiérrez gobernador”. El que gana conduce y el que pierde acompaña. Y a veces se arrastra.
La “renovación generacional” y la centroizquierda
En el MPN festejan la “renovación generacional” que para ellos encarnan Omar Gutiérrez y su candidato a vicegobernador Rolando Figueroa. Una renovación muy particular para quienes vienen ocupando cargos públicos desde hace más de 20 años, entre ellos el de titular del Banco Provincia de Neuquén y el de Ministro de Economía (Gutiérrez), o el de intendente de Chos Malal (Figueroa). Una de las claves para entender semejante “renovación” se puede buscar en los apellidos de los candidatos a la gobernación por el MPN: desde el año 63 hasta la fecha sólo habían sido candidatos algún Sapag, Salvatori o Sobisch. Así cualquier cosa suena a “nuevo” dentro del partido provincial.
Quienes compraron este discurso fueron varios sectores “progresistas” de Neuquén, empezando por los propios kirchneristas locales. Fáciles de entusiasmo, muchos salieron a festejar, abierta o veladamente, “la derrota de Sobisch”, que no es más que una forma de festejar el triunfo de Sapag. Así como lo habían hecho en la interna del 2011, algunos incluso llamaron a votar “contra Sobisch” en una interna de dos candidatos, como el sector del kirchnerismo encabezado por Marcelo Guagliardo de ATEN, que acaba de ganar ajustadamente la conducción del sindicato docente.
La fórmula de este particular “pensamiento nacional”, seguramente “coordinado” por Ricardo Foster en su paso reciente por Neuquén, pareciera ser una buena dosis de “foros” y debates para cocinarse en su propia salsa, para luego terminar votando, ya sin importar si es entre “propios o extraños”, a cualquier derechista, ya sea un Scioli o un “renovado” lugarteniente de Sapag.
La centroizquierda no K o “semi K” como el UNE, directamente brilla por su ausencia. Sin una definición clara de su futuro electoral, prácticamente no gravitan en el escenario político provincial. Libres del Sur y la CC-ARI, que acaba de lanzar en soledad al “histórico” Ricardo Villar como candidato a gobernador de esa fuerza, parecen mirar resignados los avatares de UNEN, sin mucha certeza de qué hacer. Y el "degennarismo", que propone a Dobrusín a gobernador, parece consumido por su interna dentro de la CTA, donde viene de derrota en derrota.
El resto de la oposición sigue desde atrás los tiempos que marca el MPN. Como ya dijimos, “la principal definición pasa en principio por saber si el intendente de Cutral Co Ramón Rioseco jugará dentro del Frente para la Victoria junto a Javier Bertoldi de Centenario, o si irá junto al intendente radical de la Capital Horacio Quiroga. La tercer opción sería ir con lista propia, y terminar de “dividir por tres” el lamento de una “oposición desunida” que siempre lleva las de perder.”
En ese marco el Frente de Izquierda se presenta claramente como la única alternativa de clase en la provincia. Como lo señala en su reciente nota de tapa la revista La Tecla Patagonia: “Equidistante del MPN, el quiroguismo y los K; el Frente de Izquierda (FIT) tiene en la abogada y dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) Natalia Hormazábal, su precandidata a gobernadora. El objetivo es sumar más bancas legislativas (tienen una)”. A ese “objetivo electoral” se suma el verdaderamente estratégico: construir una fuerte izquierda de los trabajadores, las mujeres y la juventud en la provincia.
Alejo Lasa
Dirigente nacional del PTS. Coordinó, junto con Raúl Godoy y Grace López Eguía, el libro ZANON: Fábrica militante sin patrones.