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Black Lives Matter. Luego del funeral de George Floyd se realizó la décima noche de protestas en Estados Unidos

El jueves por la tarde y durante la noche, miles de personas volvieron a ocupar las calles de las principales ciudades de Estados Unidos contra la brutalidad policial y el racismo. Mientras que en Mineápolis se realizaba el funeral de George Floyd, en Nueva York se realizaban detenciones ilegales, incluidos miembros de Left Voice sitio en inglés de La Izquierda Diario.

Gloria Grinberg @GloriaGrinberg

Viernes 5 de junio de 2020 13:10

Cientos de personas homenajearon a Floyd en el anfiteatro de una universidad de Mineápolis, asistieron Martin Luther King III, el hijo mayor del líder de los derechos civiles para los afroamericanos, así como el reverendo Jesse Jackson, que estuvo a su lado en las marchas de los años 60, entre otras personalidades.

Frente al ataúd de Floyd, Jackson se dirigió a la comunidad afroamericana y dijo en su discurso que deben quitarse de una vez por todas la "rodillas" que les presionan el cuello y les impide prosperar, metáfora que utilizó para referirse a Floyd.

George Floyd murió el 25 de mayo luego de ser ahorcado con la rodilla por un policía en Minnesota, con la participación y complicidad de otros tres agentes. Su asesinato fue grabado en un video, lo que desato una ola de manifestaciones contra la violencia policial y el racismo que sacuden las bases del Estado.

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Jackson dijo en su funeral, "La historia de Floyd es la de todos los afroamericanos de este país, ¡Desde hace cuatrocientos años, la razón por la que no hemos podido ser quiénes queremos ser y no hemos podido siquiera soñar con quién queremos ser es porque hemos tenido tú rodilla sobre nuestro cuello!".

El reverendo pronunció durante el funeral que "lo que le ocurrió a Floyd, ocurre cada día en este país, en educación, en la atención sanitaria y en cualquier otra área de la vida", por lo que pidió a la comunidad negra que se rebele y clame: "¡Quita tu rodilla de mi cuello!".

Las palabras de Jackson y Martin Luther King III se suman a las declaraciones pronunciadas por Obama y Bush, en el marco de los funerales, que tienen el objetivo de intentar pasivizar las movilizaciones que se vienen llevando a cabo. Además, Estados Unidos tiene por delante las elecciones presidenciales, y por lo tanto las intervenciones de los referentes políticos buscan capitalizar de alguna manera la bronca en las calles para que se expresen en caudal electoral, al mismo tiempo que intentan que las movilizaciones bajen en su nivel de participantes y radicalización.

Derek Chauvin, el policía blanco que mató a Floyd fue acusado recientemente de asesinato en segundo grado; a su vez los otros tres agentes se enfrentan a cargos criminales por no haber actuado para evitar el asesinato y, además, cada uno deberá pagar una fianza de 750.000 dólares, según decretó hoy un juez.

En Washington D.C., la alcaldesa, Muriel Bowser, anunció este jueves el fin del toque de queda. En los dos últimos días, las manifestaciones fueron disminuyendo y el miércoles por la noche no hubo ningún arresto durante con las protestas de 5.000 personas.

A primera hora de la tarde los manifestantes comenzaron a acercarse a la Casa Blanca, mientras se disponían decenas de agentes para cercar el lugar. Uno de los manifestantes, Paul Cue, un hombre afroamericano de 40 años, dijo a Efe que lleva manifestándose desde el domingo porque está "muy cansado" de que la comunidad negra en EE.UU. "sea asesinada por la policía sin ninguna razón" y de que "no haya igualdad ni justicia" para ellos.

En Nueva York se llevó a cabo una nueva jornada de grandes protestas en distintas partes de la ciudad para exigir justicia. Al grito de “¡no estás solo!”, alrededor de 5.000 personas recibieron en un acto a Terrence Floyd, hermano de George y residente en Brooklyn, que tomó la palabra para agradecer la solidaridad. La concentración estuvo seguida de una marcha a través del puente de Brooklyn, rumbo a Manhattan.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quiso sumarse al acto en recuerdo a Floyd, pero terminó con fuertes abucheos. Quienes se manifestaban repudiaron el accionar de la Policía, que viene reprimiendo las protestas, y continuó con la represión en la noche del jueves con cientos de detenidos. También fue criticado junto al gobernador Andrew Cuomo por preocuparse más por proteger las propiedades que las vidas de las personas afroamericanas.

Aproximadamente unas 100 personas se manifestaron en el sur del Bronx, fue una movilización pacífica y caminaron por el barrio siendo muy bien recibidos por la comunidad. Un grupo de médicos y enfermeras de Nueva York que han estado luchando en la primera línea del coronavirus, estuvieron presentes en la protesta y estaban preparados para proteger a los manifestantes de los cientos de oficiales fuertemente armados que rodeaban el área. Cuando dieron las 20 horas y el toque de queda entró en vigencia, los policías atacaron. Los trabajadores de la salud fueron arrestados junto a defensores de derechos humanos, incluido Mike Pappas, médico y corresponsal de Left Voice (parte de la Red Internacional La Izquierda Diario), así como otras dos enfermeras. Justo un minuto antes del arresto, Mike estaba transmitiendo en vivo para Left Voice, diciendo "¿Puedes creer esto?" mientras filmaba una gran multitud de policías. Con los trabajadores de la salud fuera del camino, los policías comenzaron a reprimir y golpear a los manifestantes.

Mike estaba allí para brindar asistencia médica y garantizar la seguridad de quienes se movilizaban. Al momento del arresto se escuchaba de fondo una camioneta de la policía anunciando que solo a los trabajadores esenciales se les permitía estar afuera, como puede escucharse en el twit de Left Voice. Los trabajadores esenciales están autorizados a transitar durante el toque de queda, por eso, la detención a los trabajadores de la salud fue completamente ilegal, a pesar de los cargos que lo acusan por “desorden público”. Lo cierto es que su arresto fue por manifestarse para repudiar el racismo y la brutalidad policial.

Otras dos colaboradoras de Left Voice fueron arrestadas en la noche del jueves, Jillian Primiano es enfermera de primera línea y Rebecca Margolies, maestra. Ellas estaban en la manifestación para dar soporte legal a los cientos de personas arrestadas en las protestas de Black Lives Matter. En un video, se puede ver a Jillian y Rebecca diciéndole al oficial que arrestó al médico Mike Pappas que estaban prestando apoyo legal y mostrándole un certificando donde se las autoriza a estar fuera del toque de queda. El oficial se niega a leer la carta, y le coloca las esposas. Horas después, fueron liberadas y se les citó a un tribunal penal.

De Blasio y Cuomo se llenan la boca hablando de los "héroes de la salud", mientras la fuerza policial arresta a trabajadores de la salud. Los mismos trabajadores que hace unos meses lucharon contra COVID-19 con escasos recursos y a veces sin contar con equipos de protección en hospitales superpoblados, con fondos insuficientes. De este modo es como el estado agradece a sus "héroes de la primera línea".

Como lo dijo Mike, “los trabajadores de la salud deben condenar y participar activamente en la lucha contra las instituciones racistas como la policía que está realmente podrida en su núcleo. Necesitamos salir a la calle".

Mike finalmente fue liberado durante la madrugada.