×
×
Red Internacional
lid bot

DEBATE SOBRE MARIHUANA. Luego del reencuentro entre madre e hija, el debate sobre la marihuana

Gran conmoción generó el caso de Cynthia Ortiz y Christopher Montorfano, cuya hija fue retenida por el hospital de Talcahuano tras el parto, luego de que la mujer reconociera haber fumado marihuana. Lo cierto es que se criminaliza el consumo de marihuana la que está considerada una “droga dura”.

Natalia Cruces Santiago de Chile

Jueves 3 de diciembre de 2015

Cynthia se pudo reencontrar con su hija tras 12 días de estar separa de ella, luego que el hospital la retuviera por el solo hecho de que la joven reconociera haber consumido por cuestiones de salud, un poco de marihuana.

Durante esos 12 días Cynthia y su pareja denunciaron la actitud del hospital, los protocolos aplicados e incluso presentaron una querella ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Finalmente, el Tribunal de Familia local definió que la menor fuera devuelta a los padres, aunque aún tiene que esperar una nueva audiencia para hoy jueves y someterse a exámenes semanales.

A la joven no solo se le impidió amamantar a su hija, sino que apenas se le permitió verla dos horas diarias. Ella reconoció el trauma que significó no poder estar con la recién nacida y sobre la importancia de recuperar esos días perdidos. Denunció además que el hospital no les entregó ninguna información, mientras filtraban datos a la prensa e incluso a parlamentarios, por lo que Cynthia señaló que “esto es un abuso, es una discriminación, es un atropello hacia nosotros y hacia la ciudadanía en general”. También comentó que ha sido difícil el reencuentro con la pequeña.

El debate sobre la marihuana y su criminalización

Una de las críticas de Cynthia y su pareja tiene que ver con que se criminaliza una droga que “no debería estar en ninguna lista de drogas, porque es más medicinal que perjudicial”. Lo cierto es que los grupos más conservadores intentan criminalizar desde siempre el consumo de la marihuana, la que no solo está en la lista de drogas duras, sino que sus consumidores, compradores y productores son perseguidos y estigmatizados.

Estos días se escucharon declaraciones increíbles de médicos y supuestos especialistas, quienes dijeron por ejemplo, como Francisco Navarro, que “en general, la madre que reconoce consumo de marihuana durante el embarazo, no es la única sustancia a la que han estado expuesta. Es habitual que también hayan tenido consumo de alcohol y otras drogas que las lleva a tener un embarazo mal controlado y un bebé con restricción del crecimiento”. Es increíble que se busque establecer que la marihuana va a asociada a otros consumos o, como dicen también quieres criminalizarla, sea la “puerta de entrada” a las “drogas duras”.

Limitaciones al proyecto de despenalización

El proyecto de despenalización de la marihuana sufrió evidentes y brutales recortes. Si en su origen se hablaba de la posibilidad de cultivar seis plantas, ahora se reduce a solo una. Si se podía portar hasta 10 gramos, ahora se limitó solo a dos.
Las restricciones terminan anulando casi la despenalización. Las políticas de persecución, criminalización y prohibición del consumo emanan en general desde Estados Unidos y tienen su expresión en ese país o lugares como México de la “guerra contra las drogas” que significa la militarización para enfrentar el tema del narcotráfico. Pablo Oprinari, de Izquierda Diario México, escribió hace poco que “la expansión de los carteles del narcotráfico es un resultado directo de la política prohibicionista, la cual hace que las mercancías ilegales produzcan las ganancias extraordinarias de los cárteles. Los mismos se desarrollan a través del monopolio de la producción, del tránsito por vía aérea, terrestre o marítima, y de las redes de distribución al interior de los Estados Unidos y México. Y su expansión y su acción descontrolada es también el resultado de la colusión que se da con distintos niveles del estado -en México pero también en Estados Unidos-, los que se benefician y se convierten en verdaderos socios, a la vez que en muchos casos protectores de las sociedades entre los señores del narco y empresarios legales para el lavado de dinero y la reinversión de las ganancias en negocios “respetables””.

Lo cierto es que la penalización del consumo de marihuana es una política conservadora y reaccionaria que criminaliza a los sectores que consumen, sobre todo la juventud y que alienta el negocio del narcotráfico. Hace falta conquistar el derecho democrático para terminar con la criminalización y penalización del consumo.