En el marco de los 40 años de la Teletón, el FCAB del grupo Luksic una vez más se hizo presente, pero esta vez dentro de un contexto donde este grupo viene siendo cuestionado por los despidos, la precarización y la contaminación.
Domingo 2 de diciembre de 2018
El Ferrocarril Antofagasta a Bolivia de la acaudalada familia Luksic, el grupo económico más grande del país nuevamente quiso mostrar su cara “filantrópica” ante la población con la ya conocida Trenetón, tren que se mueve de norte a sur de la ciudad de Antofagasta para recoger a familias y llevarlas al Banco de Chile del centro de la ciudad ubicado al frente de la Plaza Colón.
El mismo grupo económico comenzando la Teletón, y como en años anteriores buscaron posicionarse como los empresarios “solidarios” aportando el primer día 1.500 millones de pesos y la construcción de centros de rehabilitación. Esta misma semana en que el el grupo Luksic mediante su brazo Quiñenco S.A. se ubicó como uno de los grupos con mayores ganancias aumentando sus arcas en un 135% superando los $153.000 millones, esto sin contar su brazo minero ferroviario Antofagasta PLC, del cual sólo FCAB durante el año 2017 alcanzó la suma de US$113 millones.
¿Qué hay detrás de la “filantropía” y ganancias del grupo Luksic?
Es de conocimiento para muchos, que estos gestos de la familia más millonaria del país, son sólo la alfombra que intenta ocultar la basura que hay debajo de ella. Tejidos de gestos solidarios, asados de regalos, donaciones a emprendedores, construcciones de obras públicas en alianza con la municipalidad y la misma Trenetón, para llevar a miles de antofagastinos de las poblaciones trabajadoras a donar dinero el Banco Chile del mismo grupo Luksic en las llamadas 27 horas de solidaridad.
Pero nada se dice, que mientras el FCAB junto a su gerente general Mauricio Ortiz encabeza este viaje solidario, las grandes ganancias del FCAB son a costa de la vida de centenas de trabajadores y familias ferroviarios, a quienes nos espera el peor reparto de la torta de las ganancias que nosotros hemos generado.
Expresión de esto es que mientras el FCAB y su gerencia se llenan la boca hablando de planes de modernización, nuevos proyectos para el ferrocarril y de solidaridad, esta última así se expresa hacia la realidad que vivimos adentro los ferroviarios: hay familias que llevamos más de 150 días peleando contra los despidos de esta empresa y la reincorporación de los despedidos mediante la reubicación; por años han utilizado el Multirut como figura fraudulenta para ocultar sus verdaderas ganancias y dividir a los trabajadores atomizando la organización sindical provocando la creación de sindicatos por oficio digno de siglos anteriores; a los operadores de trenes de línea les quitaron las tarjetas de marcaje hace meses imponiendo incluso horas de trabajo gratis contra los trabajadores; la profundización de la polifuncionalidad donde trabajadores hacen labores hasta de cuatro operadores por el mismo salario y flexibilidad de la mano de obra; la implementación de turnos ferroviarios esclavos que hasta ahora no han sido liquidados y que dan la facultad a FCAB para controlar hasta los tiempos personales más allá del trabajo mismo.
Con estos mecanismos no es de extrañarse por qué este grupo económico se enriquece cada vez más, hasta al punto que sus donaciones y acciones “sociales” son un pelo más de esa alfombra que busca tapar cual es la verdadera expresión de todo esto y que es esa esclavitud moderna sujetada a un sueldo que no alcanza para llegar a fin de mes, y que expresa lo que una empresa puede ganar a costa de nuestro trabajo en un sólo día, el resto es trabajo gratis. El grupo Luksic y FCAB, son parte de los mismos que buscan mostrar una cara “solidaria” que oculte sus mecanismos de superexplotación contra miles de familias.
Estos son los mecanismos de los empresarios que no sólo denunciamos, si no que queremos combatir quienes llevamos más de cinco meses luchando contra el grupo más millonario de Chile, para decirle al conjunto de la clase trabajadora que podemos ser liberadores de esta esclavitud moderna.