Por 6 votos a 5 la Corte resolvió el debate sobre la prisión en segunda instancia. La votación cambia la jurisprudencia abre la posible liberación del expresidente Lula.
Jueves 7 de noviembre de 2019 22:02
Con la decisión de este jueves, los acusados condenados solo pueden ser encarcelados después de que se hayan agotado todas las intancias de apelación. Antes de esto, solo se permitirán arrestos preventivos.
El Tribunal Supremo Federal (STF, equivalente a la Corte Suprema en otros países) decidió revocar la posibilidad de arresto de personas condenadas en segunda instancia, alterando una práctica adoptada desde 2016, que permitió por ejemplo llevar a prisión al expresidente Lula Da Silva.
En la quinta sesión para tratar el tema, la mayoría de los ministros del tribunal adujeron que de acuerdo con la Constitución, nadie puede ser declarado culpable hasta que el juicio final esté decidido y que la ejecución provisional de la sentencia viola el principio de presunción de inocencia.
La decisión tiene un efecto que es válido para todas las instancias del poder judicial y será vinculante, con cumplimiento obligatorio.
El cambio en la jurisprudencia de la prisión en segunda instancia puede beneficiar, según información del CNJ (Consejo Nacional de Justicia), a unos 5.000 acusados.
El más importante de ellos, y la causa de los sucesivos aplazamientos e indefiniciones de este debate, es el expresidente Lula, que puede beneficiarse de la decisión, a pesar de que los ministros están haciendo todo lo posible para minimizar las repercusiones de este posible cambio en la jurisprudencia.
Desde La Izquierda Diario de Argentina y Esquerda Diario de Brasil siempre nos hemos pronunciado contra este arresto arbitrario y hemos abogado por su liberación, sin que ello implique un apoyo político al PT o a Lula.
Sabemos que los objetivos y los métodos políticos de la operación Lava Jato y este arresto arbitrario se utilizarán en forma aún más virulenta contra las organizaciones de trabajadores que salgan a enfrentar el autoritarismo judicial y al gobierno derechista de Bolsonaro.