El próximo lunes 10 de Noviembre empieza en los Tribunales de Morón el juicio contra Luz y Diego, una joven pareja con un bebé a la que le armaron una causa y terminaron presos. Se trata sin dudas de un ejemplo de cómo la justicia y las fuerzas de seguridad criminalizan la pobreza, persiguen y hostigan a los jóvenes de los barrios pobres. Hoy, excarcelados, pero con una causa penal en sus espaldas, van a juicio acusados de un robo que no cometieron. Organizaciones sociales y de derechos humanos acompañarán a los jóvenes en este juicio para reclamar que sean absueltos.
Viernes 7 de noviembre de 2014
Coordinadora Antirrepresiva del Oeste
El 21 de septiembre de 2010 Luz Gómez llevó a vacunar a su hija Zaira a una salita de Villa Ballester en el partido de San Martín, al norte del conurbano bonaerense. Guardó el certificado en el bolsillo en una mochila Nike y volvió a su casa en remis con la nena recién nacida en brazos. Ahí la esperaba Diego Romero, su novio desde hace una década. A trece meses de aquella visita al hospital, el 1 de Octubre de 2011, una pareja mató a un hombre que se resistió a ser asaltado en Castelar. En la escena del crimen la policía encontró la mochila con el certificado de vacunas de Zaira. Luz Gómez y Diego Romero dicen que nunca estuvieron allí. Que ese día y a esa hora hacían compras en un shopping.
Un fin de semana de julio de 2011, cinco meses antes de ser detenidos, Luz y Diego fueron junto a los tíos de él al supermercado Coto de Munro a comprar un televisor. El tío de Diego les había pedido prestada la tarjeta de crédito para pagarlo en cuotas. Cuando terminaron, llamaron a una remisería cerca de la casa de los tíos de Diego, a una cuadra de la Villa La Rana en San Martín. Pidieron dos autos. En uno fueron los dueños del televisor y en el otro la joven pareja con Zaira su hija. Por ese olvido, hoy van a juicio oral acusados por el Fiscal Matias Rappazzo de la Unidad Fiscal de Investigaciones 7 de Morón que los señala como responsables de robo y homicidio.
El 21 de diciembre de 2011 a las 7 de la mañana, un grupo de policías entró a la fuerza en la casa que Luz, Diego y su pequeña hija Zaira, alquilaban en Villa Ballester. Buscaban a una pareja que el 1 de octubre de ese año había matado a un hombre que se resistió a ser asaltado en Castelar. En el lugar del crimen, los policías encontraron una mochila Nike negra con un arma marca Taurus Modelo PT92 y en un bolsillo un certificado de vacunas.
“A Diego lo detuvieron con el pelito largo por los hombros, como se ve en esta foto, y cuando nos juntan esa tarde veo que se lo cortaron. Eso me pareció raro y me dio mala espina”.
Dos días después de la detención, el 23 de diciembre de 2011, se hizo una rueda de reconocimiento. Un testigo que vio a la pareja de ladrones salir corriendo de la casa señaló a Diego y a Luz como los asesinos.
“En la rueda me pusieron con mi mamá que tiene 54 años y con una tía de Diego, de 40. Era obvio que me iban a marcar a mí. El testigo y la viuda habían declarado que la que mató al hombre era una pareja joven. La única joven era yo. Y Diego, como le cortaron el pelo, se parecía más al identikit”.
Ese día fue la última vez que Diego y Luz se vieron. Ella estuvo en la Comisaría de la mujer de Merlo un mes y después un abogado que contrató su mamá logró que le dieran la prisión domiciliaria. Diego pasó dos meses en una comisaría de Merlo y luego fue trasladado al penal de Ituzaingó.
La navidad y el fin de año de 2011 los encontró separados y encerrados a la pareja. Ese año, como todos los anteriores, el plan era viajar a Jujuy a disfrutar de las fiestas con la familia.
En los allanamientos de Diciembre de 2011 fueron arrestadas 10 personas. Hoy, además de la pareja, están detenidos Juan Carlos Noguera, Graciela Ojeda y Miriam Rojas. Los tres confesaron haber estado vinculados al crimen. También declararon que Luz y Diego no tenían nada que ver. La fiscal Marcela D’ Ascencao los sigue haciendo responsables por la mochila y el testigo que los señaló.
Juan Carlos Noguera es el remisero que llevó a la pareja hasta la casa donde se cometió el crimen. Según su declaración judicial, ese día lo llamó una pareja que solía pedirle viajes. Noguera dijo que eran conocidos como “Pipo” y “Popi”. El remisero declaró que Pipo se llama Walter y trabaja en la agencia de remises “Cacho” con un Renault 9 color bordeau. La remisería Cacho está en la entrada de la Villa La Rana. Es la misma en la que Luz y Diego pidieron un auto la tarde de Julio en la que compraron el televisor. La misma a la cual Luz fue a reclamar la mochila olvidada.
Desde el 2012 organismos de derechos humanos empezamos a colaborar con la familia en este camino de denuncia y pedido de justicia para con la pareja, víctimas de este Estado que criminaliza la pobreza de manera nefasta, y que gracias a sus dos brazos represivos, la justicia y las fuerzas de seguridad garantizan el control social sobre el pueblo, de esta manera llenando las cárceles de pobres, con causas armadas, herramienta para poder seguir sosteniendo este sistema que oprime a nuestro pueblo.
Este próximo lunes 10 de Noviembre empieza el juicio a Luz y Diego, que va a durar los días 11 y 12, en los tribunales de Morón, Almirante Brown y Colón, a partir de las 9 hs.
Desde la Coordinadora Antirrerpresiva del Oeste vamos a movilizar para acompañarlos y exigir la absolución inmediata de ambos.