Este miércoles la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que mantiene suma urgencia en el parlamento, sin modificaciones ni votos en contra. Se consolida un nuevo ataque a la juventud desde el oficialismo en complicidad con el viejo “progresismo” de la Nueva Mayoría que votó a favor del proyecto, mientras que el Frente Amplio se abstuvo.
Viernes 9 de noviembre de 2018
El proyecto que lleva meses en el centro del debate, comienza a consolidarse como parte del giro del Gobierno hacia la “seguridad pública”, buscando mantener la agenda y fortalecerse a través de estas medidas. Pero cruzado por un contexto donde comienzan a observarse las repercusiones de la economía a nivel internacional, y la desaceleración económica que coarta el programa de “los tiempos mejores” dejando al descubierto la debilidad del Gobierno.
Aula Segura abrió una serie de debates que sin duda dejaron al descubierto las distintas estrategias que conviven en armonía dentro de la oposición desde el Frente Amplio a la Nueva Mayoría. Incluso pactos que ya comienzan a asentarse en miras del 2020 como lo viene anunciando el Partido Comunista en conjunto con Revolución Democrática. Encuentros y desencuentros que al final del camino mostraron la incapacidad para enfrentar los ataques del gobierno de la derecha. Y más aún, aportando al desarrollo de la agenda represiva.
Entre la demagogia y la poca acción
Ya mucho se ha escuchado de las críticas al proyecto que emanó directamente del Ejecutivo. Desde el Frente Amplio que tuvo su cuota en el debate de la violencia en los establecimientos educacionales apelando al fortalecimiento de las medidas de seguridad, cuando el diputado Giorgio Jackson (RD) planteaba perfeccionar la tecnología para identificar con plena certeza a quienes estarían sin identificarse. O la propia Nueva Mayoría, que vía parlamentaria viene contribuyendo a la gobernabilidad de la derecha, que con sus votos a favor permitió la aprobación de este proyecto.
Lo cierto es que el debate de Aula Segura en el marco de la situación del Gobierno, y el avance de la derecha en Latinoamérica, mostró la incapacidad de los consensos vía parlamentaria para enfrentar los ataques del gobierno, de la mano con las movilizaciones por hitos, que actuando en complicidad con la burocracia sindical, indujeron al movimiento estudiantil a un estado de absoluta pasividad frente a estos ataques que no tienen respuestas de amplios sectores de estudiantes y trabajadores organizados para enfrentarlos, renunciando al impulso de un plan de lucha con los métodos históricos de la lucha de clases, lo que ya sienta las bases para los próximos golpes que se aproximan: Reforma Tributaria, fortalecimiento de las AFP a la medida de los empresarios.
Este 17 de noviembre: Levantemos una juventud anticapitalista que se proponga enfrentar a la derecha
Bien sabemos que este proyecto busca conscientemente reprimir y arrinconar al movimiento estudiantil y la juventud, buscando transformar en enemigos a estudiantes, profesores y apoderados, sectores que se han aliado en la lucha por la educación gratuita. Y más aún, buscando criminalizar a los estudiantes, que muy bien debe recordar la derecha, con la histórica aparición del movimiento estudiantil que llegó a ser el principal actor político a nivel nacional que enfrentaría en las calles el primer Gobierno de Piñera.
Hoy día nos proponemos volver a levantar esa juventud que salió a las calles a denunciar el gobierno de los empresarios. La juventud que salió a cuestionarlo todo. Que hace algunos meses protagonizó la lucha por el aborto libre, legal, seguro y gratuito. Y que ha salido a rechazar ataques de mayor precarización como el Estatuto Laboral Juvenil.
Es en este contexto que necesitamos levantar una alternativa anticapitalista de la juventud. Que en unidad con los distintos sectores que sufren las medidas que viene desarrollando el gobierno de la derecha, pueda plantearse como una oposición seria de lucha en las calles. Proponiéndose echar abajo la ola de reformas a la medida de los empresarios. Apostando a revitalizar un movimiento estudiantil que tome en sus manos la demanda por un plan de financiamiento integral a la educación pública. Que organizados y con la fuerza de trabajadores, mujeres y la juventud, luche por un programa de ruptura con el imperialismo y los capitalistas.