Ayer se llevó a cabo el tercer y último día del juicio por el caso de Luz Gómez y Diego Romero, víctimas de una causa armada por el asesinato de un hombre en Castelar en el año 2011. El juicio se desarrolló en los Tribunales de Morón. El próximo martes 18 de noviembre, serán los alegatos.

Jorgelina Esteche Congresal Suteba Morón | @EstecheJor
Débora Telmon Delegada SUTEBA Morón Agrupación 9 de Abril La Marrón
Jueves 13 de noviembre de 2014
En esta tercer y última jornada dieron sus testimonios Luz y Diego, las verdaderas víctimas de este caso. Luego de no poder declarar otro testigo clave que no pudo asistir, se pasó a un cuarto intermedio hasta el martes, día de los alegatos.
Como sucedió durante los demás días del juicio, los familiares estuvieron acompañados de figuras relevantes en la lucha por los derechos humanos, entre ellas se encontraba Nora Cortiñas, Pérez Esquivel, Vanesa Orieta, Alberto Santillán, padre de Darío. También organismos de Derechos Humanos, víctimas de gatillo fácil y de otras causas armadas, el padre de Florencia Cuellar asesinada en un penal por resistir las torturas a las que eran sometidas ella y sus compañeras, organizaciones como, entre otras, la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste, H.I.J.O.S Zona Oeste, Correpi, APDH, el Frente Popular Darío Santillán, así como partidos de izquierda como PTS, PO, entre otros. Todos reclaman la absolución de Luz y Diego y denuncian el armado de esta causa, una clara muestra de la criminalización a los jóvenes y los pobres.
Las declaraciones de Luz y Diego fueron contundentes, demostrando su inocencia ante una fiscalia que intentaba sostener lo insostenible.
Así lo decía Diego en su testimonio: “Antes que nada quiero decirles a ustedes señores jueces y al señor fiscal que nosotros fuimos víctimas, a mí me arruinaron la vida en todos los sentidos en lo económico, emocional, psicológico yo estuve 15 meses en un penal y doy gracias a dios que todavía estoy de pie y vivo porque en un penal tu vida no vale nada”
Agregó que es “una persona común”, con un título en artes plásticas y cursos, que siempre trabajó, lo mismo que su compañera Luz. Luego denunció la actuación de la fiscalía: “Después de los 15 meses en el penal, me dieron una domiciliaria, después de 15 meses preguntándome por qué la fiscalía no investigó si nosotros desde un primer momento les dimos las herramientas para que investiguen, nosotros éramos los interesados en que todo se aclare y la fiscalía nunca utilizó la declaración nuestra, al contrario nos han discriminado y tratado como si fuéramos la peor mierda y sin contar las angustias que viví en la celda, ver una hija detrás de la reja sabiendo aun que vos no hiciste nada, doble dolor, porque nunca hicieron el trabajo bien”.
En uno de los pasajes más conmovedores de su declaración, Diego expresó: “lo único que les pido es por favor lean todo el expediente porque van a llegar a la verdad. Ya basta, ¿hasta cuándo nos van a hacer sufrir? ¿Por qué estoy sentado acá? Yo he colaborado con la justicia pero la justicia nunca colaboró con nosotros.
“¿Sabe lo primero que hice cuando salí del penal?” dijo mirando al fiscal y al tribunal, “trabajé, porque es lo único que sé hacer y para calmar mi angustia el estado nunca estuvo ahí para preguntarme qué necesitaba y la fiscalía Matas Rapazzo negó el permiso para que pueda vender en la vereda de mi casa las cosas que hacía para vender, sin embargo nosotros seguíamos trabajando, para no pensar en esta triste realidad, es una vergüenza por todo lo que nos hicieron pasar y no se paga con nada”. Así concluyó Diego Romero su testimonio, cargado de bronca, de rechazo a esta justicia que como él dijo, nada hizo para conocer la verdad de los hechos.
TESTIMONIOS RECOGIDOS POR LA IZQUIERDA DIARIO LUEGO DE LA AUDIENCIA
Amelia, madre de Luz
Para mí es todo positivo, se va a hacer justicia por todo el acompañamiento que tuvimos, como Norita Cortiñas, Pérez Esquivel. Se tiene que hacer justicia. Ellos son inocentes. Esto tiene que ser un precedente para que no haya más causas armadas. Para que nadie más tenga que pasar por esto.
Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga
Los tres de días de juicio que enfrentaron los chicos marcan un antes y después en todo lo que tiene que ver con la organización y la lucha. Queda en evidencia que es importante participar de los juicios, sobre todo cuando sabemos que se tratan de causas armadas o violaciones a los derechos humanos. Queda demostrado que se puede ejercer presión participando y acompañando a los familiares; por lo pronto tenemos una visión positiva ya que estos tres días dejan en evidencia que son inocentes, que esta causa estuvo armada y que desde ahora el Estado, y nosotros tenemos que empezar a retribuirlos de algún modo acompañándolos en lo que vendrá y tratar de sanar esas heridas, que nos pueden remendar pero que esto es una caricia para el corazón, sentirse acompañados y creer en el acompañamiento y en la lucha solidaria
Pablo, H.I.J.O.S. Oeste
Luz y Diego contaron la verdad. Pudieron, después de mucho tiempo, contar que vivieron y voltear los argumentos del fiscal que quería seguir sosteniendo la culpabilidad, increpando a los testigos y forzar situaciones para probar lo improbable, en este sentido fue positivo al igual que el acompañamiento con referentes de derechos humanos, como Nora Cortiñas, Pérez Esquivel, el padre de Darío Santillán, organismos de derechos humanos, partidos de izquierda y esto sirvió para visibilizar que los estamos acompañando, denunciando el armado de la causa.
Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora
Cuando hay un pañuelo es que también hay una injusticia. Estamos en los lugares donde hay que estar demostrando que vamos a luchar contra estas injusticias, en este caso, como muchos que acompañamos, pierden siempre los pobres y no hay que aceptar ninguna excusa, si son inocentes tienen que quedar inocentes, sin dudas. No tienen porque llevarse una mancha de acá, no estos chicos.
Alberto Santillán, padre de Darío:
Como padre de Darío, el pibe que fue asesinado en Avellaneda, vine acá a apoyar a Luz, Diego, y a su familia porque evidentemente es una más de las causas armadas que quieren hacer responsables sobre todo a los más humildes. Esta causa está llena de barrabasadas. Evidentemente sin el apoyo de la familia, y de todos los que podemos participar en esto, y con tanta repercusión seguramente el resultado sea otro. Soy optimista y espero que sean absueltos.
Para hablar de mí tema personal, a 12 años de la masacre de Avellaneda, todavía estamos esperando que la justicia se digne a interrogar, juzgar y meter preso a los autores intelectuales. Pero si no hubiese sido por el acompañamiento de la sociedad no hubiésemos conseguido que metan preso a un comisario. Somos solidarios, como lo eran Darío, Maxi, Fuentealba, como tantos caídos que tenemos, por eso el orgullo de estar aquí y donde hubiese estado Darío.
Es importante la presencia y marcar la cancha frente a los jueces, policías y gobiernos que quieren que seamos invisibles pero le demostramos que somos bien visibles y vamos a estar donde tenemos que estar sobre todo en la búsqueda de justicia.