El gobierno quiere “cobrar” lo que cree un respaldo electoral a su gestión, además de la evidente crisis de la CGT. ¿A quiénes no saben escuchar los dirigentes?
Jueves 17 de agosto de 2017 18:56
Primero había sido el ministro del Interior Rogelio Frigerio. "En este momento, a tres días de la elección, ratificar una marcha me parece un error que tiene mucho que ver con la crisis de conducción que están viviendo las centrales obreras".
Buscaba meter una “cuña” entre la evidente tensión entre los “gordos” dialoguistas y los moyanistas “confrontativos”. Vale prestar atención a las comillas, porque en realidad ambos están de acuerdo en no convocar a un paro general que reclaman otros sectores del movimiento obrero.
A pesar de ese gesto, un Macri envalentonado volvió a criticar a la CGT, como una manera de rechazar cualquier reclamo en las calles, por más limitado que sea.
"Esperábamos de los gremios una actitud de decir ’vamos a acompañar, para crecer por muchos años’, pero evidentemente ese grupo ha perdido la capacidad de escuchar y entender lo que pasa en la Argentina", dijo el Presidente.
Cualquier dirigente del Triunvirato podría decir “qué desagradecido, con lo que hemos acompañando en todo este tiempo”.
Y cualquier trabajador, agraviado por el ajuste, podría pensar “ese grupo ha perdido la capacidad de escuchar y entender lo que pasa en la Argentina”.
