A una semana de presentar su libro brindó una entrevista en LN+. En un discurso dirigido a polarizar contra Cristina Kirchner aseguró que va a haber un “segundo tiempo” y se esperanzó con que en 2023 haya “otra madurez de la sociedad”. Insólito.
Miércoles 24 de marzo de 2021 00:33
Que Macri vive en una realidad paralela no es ningún descubrimiento. Pero sus declaraciones públicas no dejan de sorprender. A una semana del lanzamiento de su libro, Primer Tiempo, fue entrevistado por los periodistas Luis Majul, Eduardo Feinmann, Laura Di Marco y Pablo Rossi en LN+.
Sus declaraciones tuvieron un solo objetivo: apostar a seguir alimentando la polarización con el Gobierno y en particular con Cristina Fernández de Kirchner.
En ese camino fue consultado acerca de si se sentía responsable por el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández: “Me cuestiono mucho qué pude haber hecho para evitar que volvamos atrás porque, para mí, era muy obvio que eso iba a traer destrucción y más pobreza a los argentinos”. Y agregó: "Aunque parezca doloroso esta vuelta atrás, tal vez era un camino de aprendizaje final para que quede en evidencia el fracaso del populismo gobernando”.
Macri busca aprovechar los efectos de la crisis, el ajuste del Gobierno y el mal manejo de la pandemia para posicionarse de nuevo como una figura de peso en la escena nacional. Para eso viene retomando su clásico discurso: “Nos hemos aislado del mundo, con la política exterior que nosotros teníamos, hoy tendríamos las mismas o más vacunas por habitante que Chile, hubiésemos ido a comprar, nadie pide que le regalen a la Argentina”.
Como de costumbre, en la entrevista estuvo lejos de reconocer el desastre que dejó, para el cual contó con la colaboración activa del peronismo y de muchos dirigentes que hoy forman parte del Frente de Todos. Pero su cinismo tocó techo cuando buscó explicar la derrota electoral de 2019. En ese momento el expresidente aseguró: "Se generó una frustración y eso llevó a tentarse de vuelta con el asado y con la heladera llena". Una frase que funciona a la perfección como una radiografía de su pensamiento y del desprecio clasista que caracterizó a sus años de Gobierno.
En otro tramo de la entrevista, cargó contra “el cinismo del lawfare” y señaló que no duda en que Cristina “lo quiere ver preso”. En ese momento aprovechó para insistir con "la transparencia" que tuvo su Gobierno y asegurar: "Me inventaron más de 200 causas". Y completó: “En la Argentina tuvimos 4 años de licitaciones competitivas y transparentes. Muchos de mis amigos decidieron vender sus empresas para no tener este tipo de discusiones de si por ser amigos míos podían participar o no. Mis amigos, en vez de hacerse ricos, vendieron sus empresas para no tener más conflictos”.
Consultado por si será o no candidato nuevamente en 2023 aseguró: “En Juntos por el Cambio aprendimos de la experiencia, vamos a capitalizar toda esta autocrítica que hemos hecho y todos nuestros dirigentes van a estar listos para a todas las reformas que hicimos que fueron muchas y positivas, agregarle las económicas con otro sustento, otro apoyo político y otra madurez de la sociedad”.
Un argumento similar al que dio un día después de las PASO en 2019, cuando en un papelón difícil de olvidar culpó a los votantes de la suba del dólar. “El dólar bajaba y se consolidaba el proceso de baja de la inflación. Por el voto al kirchnerismo, todo esto se revirtió” dijo en aquel entonces. Veníamos bien, pero pasaron cosas...
Sin dudas la presentación de su libro y esta nueva aparición pública demuestran una intención: volver a recuperar protagonismo en la escena política nacional, a meses de las elecciones, y apostar con todo a la polarización política con el Gobierno en momentos en donde la crisis se profundiza.
Sin nada positivo para mostrar, la estrategia es calcada a la del oficialismo. Apostar por un consenso negativo, en donde prime el rechazo por el otro y el "mal menor", en donde los trabajadores y los sectores populares no tienen nada para ganar.