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Red Internacional
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ARGENTINA-VENEZUELA. Macri dispara contra el gobierno venezolano en la previa de la Asamblea de la ONU

El presidente argentino dijo que "eso no es una democracia" en una entrevista al periódico inglés Financial Times publicada este lunes.

Isabel Infanta

Isabel Infanta @isabel_infanta

Martes 20 de septiembre de 2016

En una entrevista publicada este lunes por el periódico inglés Financial Times, el presidente argentino Mauricio Macri disparó contra el gobierno venezolano, afirmando que "No puedo entender cómo la gente puede decir que están practicando democracia -eso no es democracia".

La entrevista fue realizada y publicada en el medio tiempo entre el "mini Davos" de Buenos Aires y la Asamblea General de la ONU de Nueva York, dos escenarios de fuerte despliegue de la política exterior del gobierno de Macri.

El presidente argentino pudo sintetizar en ella varios de los postulados fundamentales del discurso con el que ha buscado ofensivamente seducir al empresariado internacional y seguir profundizando los nuevos vientos continentales, que soplan hacia la derecha.

Sus tajantes palabras expresan un fuerte giro con respecto a la polémica posición del gobierno argentino en la asamblea extraordinaria de la OEA de principio de junio, en la que su Secretario General, Luis Almagro, buscó invocar la Carta Democrática contra el gobierno de Nicolás Maduro.

En aquel entonces la posición del gobierno argentino tomó por sorpresa a muchos que esperaban una posición alineada con la "extrema derecha" venezolana. Fue calificada de "suave" por los impulsores de la invocación de la Carta Democrática de la OEA y se lo reprochó por la "victoria del gobierno de Maduro", que pudo tomar algo de aliento.

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Sin embargo, la "victoria" fue apropiada luego por la "derecha dialoguista" en cabeza de Capriles, quien luego salió de gira por el Cono Sur, visitando a Temer, Cartes y a Macri. Esta ubicación era polémica también al interior mismo del gobierno argentino y se la asoció a la postulación de la canciller Susana Malcorra para encabezar la ONU.

Desde esa cumbre de resultado "conciliador" hasta hoy las cosas han evolucionado. Se ha ido desarrollando la línea "dialoguista" impulsada Barack Obama y papa Bergoglio, y encarnada por el ala de Capriles al interior de la derecha venezolana.

Los esfuerzos dialoguistas de Zapatero le permitieron entrevistarse con el referente de la extrema derecha Leopoldo López en la cárcel, algo inédito. En la ONU, la postulación de Susana Malcorra ha retrocedido fuertemente.

Por su parte, el desarrollo de la campaña presidencial norteamericana abanica los vientos a derecha.

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En lo doméstico, Macri ha centrado las expectativas de éxito económico en el factor externo, para lo cual ha aplicado un fuerte ajuste puertas adentro y se ha lanzado a la cruzada de seducir inversionistas en el exterior.

Si para ganar las elecciones tuvo que acercar su discurso al del "populismo" en la recta final, la tarea ahora es alejarse de él todo lo que se pueda. Eso hizo en el "mini-Davos", eso hizo en la entrevista a Financial Times, refiriéndose como es habitual a la "herencia recibida".

No pasa inadvertida la impularidad de su política de ajustes, a lo que también tuvo que referirse en la entrevista. No se privó de repetir los lugares comunes con los que viene buscando convencer al pueblo trabajador de que cuanto peor, mejor: "Si hubiese alguna alternativa a aumentar las tarifas, lo haría, pero no la hay", dijo una vez más.

"’Entiendo que muchas decisiones que he tomado no son fáciles para muchas personas’ dijo el millonario de 57 años e hijo mayor de uno de los más prominentes magnates industriales", así lo relató Benedict Mander, autor de la entrevista, dando cuenta de la contradicción evidente.

En fin, el giro político con respecto a Venezuela es parte de la enorme entrega al capital financiero internacional que el gobierno de Macri está empeñado en radicalizar.