El fiscal federal Federico Delgado impulsó la investigación, que ahora deberá continuar el juez Casanello. El presidente dio “explicaciones” en un acto desde Casa Rosada.

Florencia Sciutti @FlorSciutti
Viernes 8 de abril de 2016
Cerca del mediodía de ayer se conocía la imputación que pesa sobre el presidente por el escándalo conocido como Panama Papers. El fiscal Federico Delgado consideró que hay elementos para iniciar una causa judicial que investigue la responsabilidad de Mauricio Macri en el escándalo por las filtraciones de documentos del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca. La investigación se inició a partir de una denuncia realizada por el diputado nacional identificado con el kirchnerismo, Norman Darío Martínez.
El fiscal pidió al juez Sebastián Casanello que se solicite información a la autoridad AFIP y a la Oficina Anticorrupción, comandada por Laura Alonso, para determinar si Macri "omitió maliciosamente completar su declaración jurada (de bienes)", requisito obligatorio para funcionarios públicos.
Será el juez Casanello, el mismo magistrado que entiende en la causa de lavado de dinero contra el empresario ligado al kirchnerismo Lázaro Báez, quien deberá decidir los pasos de la investigación.
Casanello tomó las primeras resoluciones de prueba. Citó al diputado Martínez para que ratifique su denuncia, convocó al periodista del diario La Nación Hugo Alconada Mon y a Silvia Martínez, asesora de Margarita Stolbizer especializada en la Inspección General de Justicia (IGJ). Paso seguido solicitó información a la secretaría de Lucha contra la Corrupción.
Dictamen Fiscal Federal Delgado
Luego de la imputación, Macri habló de "transparencia"
En medio de las sospechas abiertas por los archivos filtrados conocidos como Panama Papers, el presidente realizó ayer por la tarde una “conferencia de prensa” que terminó convertido en un acto, dado que no se les permitió a los periodistas presentes realizar preguntas. Una “generosidad” de la que se jactaba el gobierno de Cambiemos (para contraponerlo a las cadenas nacionales de Cristina Kirchner) y que esta vez estuvo vedada. Es un detalle sintomático del nivel de crisis política que desató el hallazgo periodístico que se conoció el domingo pasado. El evento tenía el objetivo de anunciar el envío al Congreso de un proyecto de Ley de Acceso a la Información Pública.
Fue realizado en el Salón Blanco de la Casa Rosada y participaron el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el secretario Asuntos Políticos, Adrián Pérez. Este fue el escenario desde el cual Mauricio Macri dio “explicaciones” sobre el escándalo de los Panama Papers.
El presidente insistió en que ha "cumplido con la ley” y que no tiene “nada que ocultar". Anunció que hoy presentará ante la Justicia una "declaración de certeza" para demostrar que no incurrió en “una omisión maliciosa” en su declaración jurada de 2007. La posible “omisión maliciosa” fue el fundamento que encontró el fiscal para dar curso a la imputación.
También mencionó que existe una “deuda de la transparencia” y la necesidad de generar “confianza”. Afirmó que sabe que la “gente” está preocupada por el escándalo de Panama Papers.
Además, Macri informó que armó un "fideicomiso ciego" para que personas "independientes" dispongan de todos sus bienes y lo administren mientras dure su mandato. "Lo hago porque no quiero que exista duda en nuestra relación, que vos no dudes ni un instante de que yo estoy acá para ayudarte", aseguró.
También realizó el anuncio del próximo envío al Congreso de un proyecto de Ley de Acceso a la Información Pública, que el presidente vinculó con la voluntad de "transparencia" que tiene el Gobierno. De ser aprobada en el Congreso, la ley de acceso a la información pública implicaría que cualquier ciudadano podrá solicitar información a cualquier poder del Estado y obtenerla en un plazo no mayor a 15 días.
Pocas horas después del acto en la Rosada, hubo una movilización en Plaza de Mayo donde se escucharon voces que reclamaban la renuncia de Macri.
Todo el montaje de Macri estuvo teñido por el apuro de una respuesta de contragolpe ante una crisis política que llegó hasta los tribunales.
Un día la agenda estuvo marcada por la detención de Lázaro Báez, al otro por la imputación del presidente. Como denunciamos en La Izquierda Diario, la “lucha política” entre las fuerzas tradicionales se sigue desarrollando en el fondo del pantano.