Mientras sigue esperando que Gils Carbó renuncie a la Procuradoría General, el ministro de Justicia dijo que esa unidad va a “ayudar” en la investigación de la muerte del fiscal.
Daniel Satur @saturnetroc
Lunes 14 de diciembre de 2015 12:48
El ministro de Justicia, Germán Garavano, confirmó esta mañana que se relanzará la Unidad AMIA a fin de “ayudar” en la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman para que "rápidamente" se sepa lo que le ocurrió al funcionario judicial que tenía a su cargo la causa en la que se “investiga” el atentado a la mutual judía producido en julio de 1994.
Garavano señaló que uno de los objetivos de impulsar nuevamente esta unidad, dependiente del Ministerio que él comanda, es colaborar con la fiscal Viviana Fein, quien tiene a su cargo la causa por el fallecimiento de Nisman, ocurrido el 18 de enero de 2015. Y ya se confirmó que el gobierno le propuso dirigir la unidad al exsenador radical de Chubut, Mario Cimadevilla.
“Nos parece que en el marco de esta unidad, deben ser analizados todos los posibles encubrimientos y la situaciones sospechosas o llamativas que han ocurrido en torno al atentado, entre ellas la muerte del fiscal Nisman”, aseveró el titular de la cartera de Justicia en diálogo con radio Mitre. “Esperamos que la fiscal Fein, a la que queremos ayudar también, rápidamente pueda tratar de darnos claridad a todos los argentinos sobre qué fue lo que pasó” en el departamento de Nisman la noche de enero que fue hallado muerto con un disparo en la cabeza.
Crisis Nisman
Vale mencionar que Fein lleva casi once meses de investigación sobre la muerte de Nisman y hasta el momento no dio ninguna información mínima sobre lo ocurrido. De hecho aún no se sabe oficialmente si a Nisman lo mataron o se suicidó. La fiscal había prometido dar información sobre este asunto luego de las elecciones, pero todavía no dijo nada.
Garavano recordó que la Unidad AMIA fue creada durante la presidencia de Fernando De la Rúa para asistir a la Justicia en las causas vinculadas con el atentado y debutó entonces al mando de Nilda Garré, También estuvieron en ese cargo Alejandro Rúa (actual abogado de Gils Carbó), Martín Mena, Alejandro Slokar y recientemente Luciano Hazan.
No hay que confundir esta Unidad AMIA con la Unidad Fiscal AMIA (UFI-AMIA), que funciona desde el año 2004 bajo la órbita de la Procuraduría General de la Nación. Esta unidad fue la que dirigió Alberto Nisman desde su creación (por parte de Néstor Kirchner) hasta su muerte. En su reemplazo Alejandra Gils Carbó nombró al fiscal Alberto Gentili.
Vale recordar que ninguna de las dos unidades creadas por el Estado para investigar lo ocurrido en la mutual judía en 1994 hicieron algo mínimamente cualitativo en función de aportar al descubrimiento de la verdad. Ni la unidad del Ministerio de Justicia ni la dirigida por Nisman desde el Ministerio Público se destacaron por investigar realmente nada que condujera a una verdadera justicia.
Por otro lado no se debe soslayar que el relanzamiento de la Unidad AMIA por parte del gobierno macrista va en línea con la intención de reflotar la "pista iraní" alrededor de la causa AIMA, esto es la acusación sobre exfuncionarios persas que durante años mantuvo el Estado argentino como toda "hipótesis de investigación" respecto al atentado. Fue desde la UFI-AMIA, al mando de Nisman y con intervención directa de "Jaime" Stiuso y la Secretaría de Inteligencia, desde donde más se batalló para que esa pista se impusiera como la más segura, aún careciendo de mínimas pruebas que pemitieran avanzar en esclarecer los hechos. Nisman, de hecho, armó su investigación en base a informes y pistas aportados por la CIA y el Mossad.
El gobierno de Néstor primero y el de Cristina después sostuvieron política y financieramente el trabajo realizado por Nisman, hasta que obligados por sus compromisos internacionales debieron cambiar su orientación hacia Irán. De allí el distanciamiento oficial para con el fiscal y la creación del memorandum bilateral con Irán, el que hoy está frenado judicialmente y sobre el que el nuevo gobierno ya manifestó su descarte.
Resistencia de palacio
Según algunos analistas, esta movida del ministro Garavano se encuadra en la presión para que la procuradora Gils Carbó renuncie a su cargo, al considerarla parte integrante (y militante) del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En ese sentido esperan que la jefa de los fiscales haga lo mismo que ya hicieron Alejandro Vanoli en el Banco Central, Tristán Bauer en el Sistema de Medios Públicos y Mariano Recalde en Aerolíneas Argentinas. Pero aún ella, al igual que Martín Sabbatella en la AFSCA, resiste en su cargo, del que sólo podría ser removida legalmente vía el Congreso Nacional, donde el macrismo no tiene mayoría.
Sobre este punto el ministro Garavano volvió a reclamarle públicamente a Gils Carbó que dé “un paso al costado” a fin de “avanzar en una serie transformación en el Poder Judicial”. Sobre una eventual renuncia, el ministro dijo que “nos parece que es la solución institucionalmente más razonable y permitirá avanzar en una serie de transformaciones en el Poder Judicial que la gente demanda”.
La pelea con Gils Carbó tiene de fondo la intención del macrismo de hacerse de la Procuración para encarar un proceso de mayor criminalización de la protesta social y para desarrollar en clave reaccionaria medidas de reformas de leyes procesales. Algo que el propio Garavano reconoció al hacerse cargo del Ministerio de Justicia.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc