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Red Internacional
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Honduras. Madre de Keyla Martínez: “la justicia solo protege a algunos, y a nosotras, que somos lencas y pobres, no nos hacen caso”

Desde La Izquierda Diario y Pan y Rosas entrevistamos a Norma Rodríguez, madre de la estudiante hondureña de enfermería Keyla Martínez Rodríguez, quien fue víctima de un feminicidio. Más de un año después, el caso sigue en impunidad.

Viernes 6 de mayo de 2022

Keyla Martínez Rodríguez tenía 26 años y era una estudiante hondureña de enfermería. Trabajaba en este sector desde los 17 años, según nos cuenta su madre, con mucha vocación y muchas ganas de ayudar a su comunidad. Además, Keyla Martínez era lenca, de los pueblos originarios hondureños.

En febrero del 2021, a Keyla la detuvo la policía por “incumplimiento de toque de queda”. Esa misma noche fue asesinada en una celda por la policía. Sin embargo, más de un año después, este caso permanece impune. Agrupaciones sociales, de mujeres y de Derechos Humanos han alzado la voz para protestar contra el accionar del gobierno y la institución judicial. La familia de Keyla, especialmente su madre, Norma Rodríguez, ha estado en primera fila exigiendo justicia real. En esta entrevista, Norma nos cuenta sobre el caso.

¿Qué es lo que ocurre con el caso de Keyla?

El asesinato fue un plan cometido por personas del Estado, dentro de la celda, bajo custodia policial, ellos no la protegieron, sino que la asesinaron, la mataron. Quisieron hacer pasar la situación como que mi hija se había suicidado, pero en medicina forense dicen todo lo contrario con la autopsia: a mi hija la asfixiaron, la estrangularon, tenía varios golpes.

Ellos quieren acusar a una sola persona por homicidio simple para que el caso termine pronto y que él salga libre, pero ese acto no lo cometió solo un policía, sino que fueron varios, y él está encubriendo al resto.

Es bien duro que a mi hija me le hicieron lo que me le hicieron. Dos semanas antes habían querido violar a dos muchachas también ahí (en una celda), pero ellas empezaron a gritar las dos, y las golpearon y todo, pero no las violaron ni las mataron, por suerte, solo les robaron un dinero, aunque al final se los devolvieron. Ellas dicen en una entrevista: “estamos denunciando para que el día de mañana no vaya a haber un asesinato o una violación ahí en las celdas”. Pero a los días fue que pasó lo de mi hija. Ellas ya habían denunciado, y luego tuvieron que salir del país por hacer esa denuncia. Y antes que les pasara esto a estas muchachas, violaron a otra, pero ella no denunció, por miedo, por las amenazas. Es bien duro lo que se vive aquí con las autoridades que no tienen respeto por la mujer. Por el hecho de ser mujer uno no tiene derechos, y solo se protegen entre ellos (autoridades).

En el caso de mi hija, hay muchas evidencias. Por ejemplo, hay un video donde se ve claro todo, pero ellos mismos editaron el video para que solo salga una persona. No sé por qué las abogadas no exigen el video original, donde se vea bien que entran más policías a la celda.

El 29 de abril tuvimos una audiencia de presentación de pruebas. La próxima semana nos van a dar la fecha del juicio oral y público. Pero volvemos a lo mismo, él va a ser enjuiciado por homicidio simple, mientras la Corte Suprema no de resolución a los amparos presentados sobre la recalificación del delito a feminicidio agravado, por el simple hecho de haber sido dentro de una celda y bajo custodia del Estado. A ella la asesinaron en un círculo cerrado. No hay que buscar lejos, los asesinos estaban adentro haciendo su turno.

¿Cuál ha sido el accionar del gobierno y las autoridades policiales?

En el gobierno anterior, que nosotros le llamamos el gobierno de la narcodictadura, del presidente Juan Orlando Hernández, después del asesinato de mi hija, fuimos perseguidos, amenazados, intimidados por las fuerzas policiales y por la familia de uno de los cómplices de asesinato que encubrió.

En este nuevo gobierno de Xiomara Castro hemos visto poco, o más bien nada de las acciones, en un principio dijeron que iban a desengavetar el caso de Keyla y de otras jóvenes asesinadas también por la policía, y hasta el momento, no hemos visto ninguna respuesta. No sé si es porque no han cambiado a los magistrados de la Corte y las autoridades, o es como si estuvieran atados de manos. No hemos visto respuesta alguna. Nada. Yo me pregunto: “¿Por qué ninguna autoridad superior se manifestó en contra de este caso?” Ni el presidente anterior (Juan Orlando Hernández), ni la primera dama. La única que posteó un twetter fue doña Xiomara Castro (cuando estaba en campaña), pero ahora que está en el poder, no ha hecho nada. Además, no ha cambiado el sistema judicial, y mientras no se cambie el sistema judicial, la podredumbre sigue ahí, muy bien pagados.

Xiomara prometió desengavetar este caso. Hasta la fecha no ha sido posible obtener una audiencia con ella; sin embargo, he visto que sí han hecho posible otras audiencias de otras personas que tienen un poquito más de dinero, y como nosotros somos personas humildes, nos dejan a ver si algún día tienen tiempo de recibirnos. Algunas personas cuando estaban en campaña, siempre estaban en contacto con nosotros y hablaban públicamente del caso de Keyla y ahora que están en el gobierno, les escribimos y nada, entonces da mucho que pensar.

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¿Qué tipo de justicia se refleja a propósito de este caso?

Aquí en Honduras la justicia existe solo para las personas de cuello blanco. A mi hija la asesinaron dentro de una celda, bajo custodia policial. Es un feminicidio agravado, pero los jueces han cambiado la tipificación del delito a un homicidio simple, con el objetivo de proteger a estas personas del Estado que le hicieron daño a mi hija. No quieren afrontar responsabilidad alguna y han detenido a una sola persona en este feminicidio.

El amparo que presentamos desde diciembre, aún está engavetado. Pero el amparo que presentaron los defensores del culpable, les dieron la resolución en 6 días. Desde ahí, vean la clase de justicia que tiene Honduras. Se están protegiendo entre ellos, ellos mismos mandaron a lavar la celda, a borrar evidencias al mandar a lavar la celda, pensaron que iban a salir libres. Pero la familia, nosotros salimos a decir que mi hija no se suicidó, salimos a denunciar, y desde ahí comenzamos a recibir amenazas, que nos calláramos.

A nosotros nos mandaron una abogada que apareció de la nada, nosotros investigamos y nos enteramos que la mandó el gobierno, que le iba a pagar millones. La abogada nos dijo “ustedes no tienen ni dónde caerse muertos, no pueden pagarme este caso”. Entonces prescindimos de sus servicios y pasamos el poder a una organización de derechos humanos. Igual siguen ahí las abogadas del gobierno, ellas y el Ministerio Público están enfocadas en condenar solo al que está detenido ahora, pero ellas en ningún momento mencionan a los demás. La idea de culpar solo a uno, es para que él salga libre y cerrar el caso, porque siendo un homicidio simple, este hombre puede salir pronto. Él está cobrando, está protegiendo a los demás.

Es dura la situación aquí en nuestro país, cuando la voz de nosotros no vale nada, las autoridades se hacen de oídos sordos, no nos protegen.

Hace poco murieron 3 policías a manos de una banda y ellos hasta ofrecieron recompensa para dar con el paradero de los asesinos de esos 3 policías, por ellos sí se interesan, pero en el caso de Keyla, que está tan claro, no mueven ni un dedo. Una vez más vemos las injusticias del sistema.

Si usted va a ver en las cárceles, hay gente que está presa por llevar una carreta de leña o una gallina para consumo del hogar y les dan hasta 10 años de cárcel. Pero mira ahora, van a llevar a juicio a unos exdiputados y lo que les dan es cárcel domiciliaria, con todos los lujos en sus casas, porque ellos no pueden estar en una cárcel. Pero el campesino, la mujer trabajadora sí los mandan a una cárcel, a esas personas de cuello blanco no. La verdad es que es indignante.

Yo no les tengo miedo, yo digo la verdad a quien sea, porque yo sé lo que a mí me ha pasado, pero ellos no han vivido lo que yo sí, me quitaron a mi hija, con todo su futuro como enfermera.

¿Cuáles son las exigencias que llevan adelante?

Una de las exigencias es que se de resolución para que el caso se cambie a feminicidio agravado.

Otra es que se lleve a juicio al subcomisionado y a toda la cadena de mando que estaba esa noche.

Yo pido a las organizaciones que me ayuden a visibilizar este caso en el mundo entero, para que se haga justicia por mi hija, porque esta justicia que tenemos no sirve. La solidaridad internacional es muy importante y nos ha servido de mucho para visibilizar este caso, que es un caso emblemático que se ha dado en nuestro país. Es fundamental que muchas organizaciones internacionales se sumen, para presionar para que este caso se tipifique como un feminicidio agravado. Pido a las organizaciones que nos apoyen y que estén de cerca observando qué clase de justicia hay en nuestro país, una justicia que protege solo a algunos, y a nosotros, que somos personas lencas, de los pueblos originarios, no nos hacen caso.

Desde Pan y Rosas Costa Rica, nos solidarizamos con la familia de Keyla Martínez, y nos sumamos a la exigencia de Justicia por Keyla. Denunciamos la justicia patriarcal que reproducen las instituciones judiciales, en detrimento de nosotras, las mujeres de clase trabajadora y sectores empobrecidos.

Llamamos a la creación de una Comisión independiente de investigación, conformada por organizaciones sociales, políticas, de mujeres y de Derechos Humanos, así como la familia de la víctima, para llevar adelante el caso y las exigencias de la familia. Una verdadera justicia solo la podemos garantizar desde la organización independiente.

Una vez más, decimos: ¡El Estado es responsable!

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