La madre denunció al gobierno y su "retorno seguro". Ellos son los responsables de esta muerte.
Martes 24 de noviembre de 2020
Un alumno de 18 años falleció este lunes en un liceo industrial de Puente Alto, producto de una fuerte descarga eléctrica en las instalaciones del liceo, lo que le provocó la muerte horas más tarde en el Hospital Sótero del Río.
Pero esta situación se dio tras la presión del gobierno y del Ministerio de Educación, en la política del “retorno seguro” a las aulas, aun cuando ha sido rechazado por el mundo científico y del profesorado pues aún la crisis de la pandemia golpea en numerosos lugares.
La madre del joven el día de hoy fue entrevistada en el matinal Contigo en La Mañana y señaló: "Se supone que mi hijo tuvo el accidente a las 11 de la mañana y a mí me llamaron para informarme del accidente a las 12:35. Él se fue en la ambulancia 10 para las 13:00 recién. Pasó mucho tiempo, más de una hora para que a mi hijo lo pudieran atender en el hospital. Él llegó prácticamente muerto al hospital. No pudieron hacer nada con él".
Además cuestionó duramente el protocolo, pues fue lo que hizo alargar los tiempos sin que recibiera ninguna atención: "Ellos fueron negligentes, no actuaron de la mejor manera. No actuaron como seres humanos, actuaron por un protocolo que no sirvió de nada. Mi hijo fue feliz al colegio a su primer día y ellos me lo entregaron muerto".
Y no dudó en culpar de esto al gobierno y en particular al Ministerio de Educación: "Ha sido súper poca la información que he recibido del colegio. El director me llamó recién a las 11 de la noche para darme las condolencias (...) Este era el retorno seguro del ministro. Entró a clases y mi hijo volvió muerto".
El estudiante es parte de un sector que el gobierno llamó a retornar a las clases. En su caso, se encontraba en el taller de electricidad y, aparentemente, luego de manipular un motor, recibió una descarga eléctrica. Nuevamente un joven muerto producto de la desidia de este gobierno, pero además de la terrible calidad de la educación donde incluso son expuestos a morir electrocutados mientras se forman. El responsable es el gobierno, y ni puede quedar impune.
