Martes 18 de abril de 2017
A pocas horas de la realización de importantes movilizaciones convocadas para este miércoles por la oposición y el chavismo, las Fuerzas Armadas se pronunciaron hablando de “lealtad” a Maduro. Pero lo que realmente pasa en los cuarteles es toda una incógnita.
Este lunes se conmemoró el séptimo aniversario de la Milicia Bolivariana, una especie cuerpo de civiles armados bajo el supuesto de que constituye “el pueblo en armas”, que si bien no tiene poder de fuego, legalmente constituyen el quinto componente de las Fuerzas Armadas. Por ello se realizó un desfile de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y del alto escalón encabezado por el ministro de la Defensa y Comandante en jefe de la FANB, el General Vladimir Padrino López, que concluyera en un acto con Maduro.
Al acto asistieron miles de integrantes de dicha milicia, que frente a Miraflores fueron informados, por parte del mismo Maduro, de que se aprobó un plan para expandir a 500.000 los miembros y que habría "un fusil para cada miliciano". Más allá de cuán real haya en estas afirmaciones, lo importante en todo esto fueron las declaraciones del alto escalón de las Fuerzas Armadas hablando de fidelidad y que Maduro quiso mostrar fuerza frente a la oposición.
Es por eso la conmemoración del aniversario de la “milicia” evidentemente fue un pretexto para que altos mandos militares se pronunciaran sobre la situación política y sobre todo para ratificar su apoyo incondicional Maduro, ante lo que consideran una "coyuntura crucial" que vive el país. El momento político tampoco es casual, este miércoles 19 de abril, feriado nacional al conmemorarse el día de la proclamación de la independencia, la oposición de derecha ha llamado, lo que califica, una senda marcha en Caracas desde distintos puntos de la ciudad, tal como lo hace también el chavismo convocando a lo que ellos también llaman una gran movilización.
Hay de recordar que los militares no se habían pronunciado hasta este lunes, desde que la crisis política diera un salto cuando el Tribunal Supremo de Justicia lanzara dos sentencias que anulaban la inmunidad de los parlamentarios y la atribución de las competencias de la Asamblea Nacional al propio TSJ y al presidente Maduro. Una medida política que el gobierno de Maduro tuvo que retroceder dejando más al desnudo su debilidad política y las contradicciones internas dentro del chavismo y, de acuerdo a los fuertes rumores políticos, en las propias Fuerzas Armadas.
No es un secreto para nadie, y es más que evidente, que la FANB constituye uno de los pilares fundamentales en el sostén del gobierno de Maduro, en el marco de una creciente militarización y bonapartización cada vez mayor del gobierno. Que los militares podrían estar divididos, al menos al nivel de mandos intermedios es lo que más destacan los analistas, pero que producto del hermetismo poco sale a la luz pública, por eso lo que estaría pasando dentro de las filas castrenses es uno de los mayores focos de atención. En este marco, en medio de la tensión política, se han transformado en el fiel de la balanza hacia cualquier tipo de salida política que se dé en el país. Si Maduro redobla sus apelaciones a la unidad y lealtad de las FANB, también la MUD multiplica sus llamados a los militares.
Por esto no es casual que la oposición ha redoblado sus llamados a las Fuerzas Armadas apelando a que se pronuncie sobre lo que llaman la violación a la Constitución Nacional con afirmaciones del tipo “Es la hora de que las FANB defiendan la Constitución y la democracia”, en clara intención de una salida de carácter militar en la crisis política, que no puede leerse de otra manera, que los militares tomen las riendas de la situación.
Es que los militares han tenido a lo largo de más de una década y media una ubicación clave en la vida política del país, además de una importante incursión en actividades económicas y comerciales, desarrollando intereses materiales y beneficios en toda esta etapa, y ahora con Maduro ocupan un papel de mayor relevancia política. En este plano es que las FF.AA vienen a ser una variante fundamental a la hora de cualquier transición, y más aún de una situación tan caótica. Por eso los constantes llamados, a la lealtad de Maduro, como a que se “rebelen” los de la oposición buscando una salida militar.
Es por eso que el gobierno de Maduro, en el marco de la grave crisis política imperante, y de las movilizaciones en curso que han llevado a una escalada mayor del conflicto, buscó el momento para un pronunciamiento del alto escalón de los militares para dar señales claras que la FANB sigue de su lado, y no solo declarando su lealtad sino que manifestándose abiertamente contra las acciones de la oposición.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López leyó este lunes, durante el acto conmemorativo, un texto en nombre de la Fuerza Armada ante Maduro, declarando tajantemente que "La FANB preserva su unidad monolítica, granítica, y ratifica su lealtad incondicional al señor presidente constitucional, nuestro comandante en jefe Nicolás Maduro Moros”. Concluyendo con que “La FANB se apega a la Constitución y cumple su tarea bajo su mandato mi comandante en jefe".
En el medio de su discurso, refiriéndose directamente a la oposición, Padrino López hacía énfasis en que "En una coyuntura crucial para el país, pues la ambición desmedida de esos enemigos amenaza su paz y su estabilidad al ejecutar una agenda criminal y cargada de odio que incluye actos terroristas, disturbios, saqueos, vandalismo, distintas formas de violencia contra personas inocentes e instalaciones públicas de salud", que tratan de generar "zozobra en la población, anarquía y caos, con el innoble propósito de derrocar al gobierno democrático" de Maduro.
Asimismo, indicando que se trataría de un plan es "auspiciado y orquestado por algunos diputados de la Asamblea Nacional" y que "se han volcado a minar la institucionalidad del Estado y a obstruir la gestión del Ejecutivo orientada a la solución de los problemas", así como realizar "afrentas que de manera sistemática se vienen realizando contra la institución y sus integrantes”.
Como era de esperarse Maduro agradecía la “lealtad y compromiso” al ministro Padrino López por el apoyo que dio en nombre de la Fuerzas Armadas, afirmando que “Amor con amor se paga, lealtad con lealtad se paga, general en jefe”, una frase bastante alusiva a todo los avances en los entramados del poder político y económico que vienen teniendo los militares, y que Maduro busca garantizarse de mil maneras su fidelidad.
Pero muy llamativo fue parte de su discurso que más bien parecía dirigido a sectores de las Fuerzas Armadas e incluso hacia dentro del propio chavismo, afirmando que “No es tiempo de traidores, no es tiempo de traición, no es tiempo de vacilantes. Que cada quien se defina si estamos con la Patria o estamos con la traición a la Patria, si estamos con el pueblo histórico de Bolívar o estamos con aquellos que se arrodillan a los factores imperiales del poder”. Más que una obviedad, hacía alusión a lo que podría estar realmente pasando en los cuarteles o a posibles ruidos de sables.
La Fuerzas Armada ya vienen jugando un papel en la crisis como sostén del gobierno de Maduro, pero por su preponderancia en la vida política y su alta politización, pueden ejercer su peso por una transición más acelerada en el país como ejercer un rol directo si la situación se vuelve insostenible, lo que puede abrir escenarios de mayores convulsiones políticas. Por eso es importante alertar al pueblo trabajador sobre el peligro que representa el creciente papel de los militares, sea apoyando a Maduro, sea volcándose a apoyar una “transición” pactando con la derecha, con el imperialismo y con mediadores como el Vaticano, como que ejerzan una salida por sus propias manos.