Las sanciones de EEUU contra el vicepresidente Tareck El Aissami tuvo la reacción esperada de Maduro pero cuidándose de no enfrentar a Trump, en momentos en que el propio Trump exige que se libere a Leopoldo López.
Jueves 16 de febrero de 2017
Esta sanción es la primera medida del Gobierno del republicano Donald Trump contra Venezuela, lo que da a entender, a pesar de lo que esperaba Maduro, seguirán al menos igual de tensas que durante el mandato de Barack Obama. En su primera respuesta Maduro aseguró en una cadena de radio y televisión de que se trata de una decisión “ilegal, infame, inaudita (...), sin lugar a dudas es una agresión que Venezuela responderá paso a paso con equilibrio y contundencia”.
Maduro habló del “carácter imperial” de la administración estadounidense, pero en ningún momento se refirió directamente al presidente Donald Trump. Esta línea la mantienen todos los altos funcionarios del gobierno de Maduro, pues tanto en el comunicado público de la Cancillería y declaraciones de las vocerías oficiales hacen referencia a Trump. Incluso a pesar de que este miércoles el secretario del Tesoro de EE.UU., Steve Mnuchin, dijera que con las sanciones, el presidente estadounidense, Donald Trump, quiso "enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela de que Estados Unidos está de su lado".
Pero para Maduro y todo el gobierno en su conjunto, la decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro es vestigio de la administración del expresidente Barack Obama, y advertía incluso que: “Ojalá no lleven por el mismo camino de derrotas y fracasos a la administración que apenas se inicia en Estados Unidos”.
Recién este miércoles Maduro hizo referencia a Trump, pero sosteniendo que no se quiere enfrentar con el presidente estadounidense: "Ustedes me preguntan ’¿Usted quiere pelear con el señor Donald Trump? No, lo digo claro para que a nadie le quede duda". Agregando que "Señor presidente Donald Trump, abra los ojos, abra los oídos, no se deje llevar al terreno errático de equivocaciones y derrotas (...) lo están acorralando y lo están empujando y lo quieren traer al terreno de la confrontación total", culpando por ello a dirigentes de la MUD que se fueron a "conspirar" a Washington.
Pero a pesar de que Trump no se ha detenido en su política agresiva hacia el gobierno de Maduro, como lo demostró este miércoles cuando , a través de su red de Twitter daba a conocer que había recibido a Liliana Tintori, esposa de Leopoldo López, en la Casa Blanca, Maduro continúa afirmando que a Trump lo están "empujando" hacia esa política. Trump declaró vía su cuenta Twitter que: “Venezuela debería permitir que Leopoldo López, un prisionero político y esposo de @Lilian Tintori (a la que conocí junto a @marcorubio), salga de la cárcel inmediatamente”, publicando una fotografía en la que aparece el propio Trump con Liliana Tintori, acompañados de el Vicepresidente Mike Pence, y el senador republicano Marco Rubio. Expresión de una clara política injerencista del propio Trump y en consonancia clara de la política agresiva de la nueva administración tal como sostuviera el secretario del Tesoro Steve Mnuchin.
Es claro que las sanciones se suman a las impuestas por el predecesor de Trump, Barack Obama, que antes de dejar la Presidencia de EE.UU. en enero pasado emitió una orden de continuidad de un año de la "emergencia nacional" declarada en 2015 sobre Venezuela, en la que se autoriza al Departamento del Tesoro a imponer sanciones contra funcionarios. Pero la actual sanción es de clara intención directa del nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
Es de recordar que la semana pasada, congresistas de Estados Unidos habían pedido a Trump intervenir en Venezuela con más agresividad que Obama en el que mencionaban directamente a Tareck El Aissami, pedido al que Trump no se hizo esperar frente al pedido de los legisladores, actuando con la rapidez que se lo solicitaban, y golpeando bien alto al gobierno de Maduro, al tocar directamente al vicepresidente del país.
En discursos anteriores el presidente Maduro ha dicho que le daría “el beneficio de la duda” a Trump, a quien ha señalado como una víctima de los medios de comunicación de su país, tal como él asegura que lo es de los medios venezolanos. En su reacción, acusó a la oposición aglutinada en la MUD de hacer cabildeo para que se produzcan decisiones como las sanciones a El Aissami, de quien dijo ha sido “el mejor ministro de la revolución bolivariana” gracias a su paso por el Ministerio de Interior y Justicia durante la presidencia de Hugo Chávez.
En el comunicado de la canciller Delcy Rodrígues, donde rechaza las sanciones y señala al encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, Lee McClenny, como parte de una conspiración que estaría fraguando para “intentar oxigenar a la débil y extinta oposición venezolana extremista para consumar un golpe político contra la institucionalidad”, tampoco se registraba algún tipo de alusión a Trump, siguiendo la línea política de Maduro.
Recordemos que el Departamento del Tesoro sancionó también al empresario Samark José López Bello por considerarlo “testaferro” de Tareck El Aissami y proporcionar “material, apoyo financiero, bienes y servicios en apoyo de actividades de tráfico internacional de narcóticos”. López es un empresario del área de los alimentos y de la construcción, que se desempeñó como director de Planificación del gobierno de estado Mérida, quien de acuerdo a algunos medios opositores a Maduro, como El Nacional, “a partir de ese momento (López) forjó un espectacular ascenso que lo convirtió en un hombre poderoso”.
No es la primera vez que altas figuras del chavismo son señaladas de estar involucradas en narcotráfico. Entre ellos el general Néstor Reverol, quien se desempeña hoy como ministro de Interior y Justicia, o los generales Ramón Rodríguez Chacín o Henry Rangel Silva, hoy gobernadores de los estados Guárico y Trujillo. También se encuentran el exalcalde de Caracas, Freddy Bernal; Amílcar Figueroa, representante de Venezuela al Parlamento Latinoamericano, entre otros.
¿Hasta cuándo continuará Maduro con esta política de obviar al Presidente Donald Trump como el responsable y ejecutor directo de la agresividad de Estados Unidos hacia Venezuela? No lo sabemos, lo único que es claro es la política canallesca de Maduro de hacerle creer a los trabajadores y al pueblo que pueden haber imperialistas buenos e imperialistas malos, y llevarlos a la ilusión de que hay imperialismos con los cuales se pueden beneficiar.
Te puede interesar: Maduro quiere hacer pasar a Trump por un imperialista benevolente