Mujeres organizadas. Maestras, trabajadoras y estudiantes nos reunimos rumbo al 8M

Las maestras de la Agrupación Nuestra Clase y de la agrupación de Mujeres Pan y Rosas se dieron a la tarea de convocar a una amplia reunión, que permitiera discutir temas como la violencia de género, los feminicidios, la importancia de la educación sexual, el nuevo modelo educativo y qué hacer ante las distintas problemáticas.

La dinámica de la reunión fue plantear preguntas detonantes que nos ayudaran a la reflexión, estás fueron: ¿Cómo vive la violencia una maestra?, ¿Qué problemas enfrentamos en el sector educativo?, ¿Qué educación merecen nuestras estudiantes, que les de herramientas para enfrentar esta situación?

Las respuestas y reflexiones de cada una de las maestras fueron muy impresionantes, por ejemplo de forma general, en la primera pregunta se respondió que nos han impuesto la normalización de la violencia y que ésta se configura de distintas formas en nuestras vidas, desde el aspecto social, en donde algunos casos de feminicidios desafortunadamente nos han arrebatado la vida de colegas, como en el caso de Mónica, la maestra de inglés en Ecatepec, la maestra Jessica en Morelia o la maestra Ericka en Chiapas.

Pero también nos ha tocado observar desde las escuelas la violencia que impera en las colonias, en donde desaparecen a nuestras alumnas o a las madres de familia. A esta violencia también se le suma la represión, como ha ocurrido contra el normalismo, acuyas demandas no hace caso la 4T. Un ejemplo de esto se dio con las normalistas de Panotla, cuando desafortunadamente la normalista Beatriz perdió la vida producto de la represión en Tlaxcala.

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Sin embargo, la violencia también se vive en nuestras condiciones laborales, con la precarización laboral que se puede mirar en los bajos salarios que cada vez alcanzan para menos, en donde una gran mayoría tiene hasta dos trabajos para poder cubrir las necesidades de las familias, y además tienen otra jornada no remunerada en las casas para poder encargarse de las faenas del hogar, así como el cuidado de los hijos.

Otro elemento de esta precarización es que la reforma educativa de Peña Nieto sigue vigente aunque con otras denominaciones, por ejemplo, con el ataque a las condiciones laborales que se ha impuesto con mecanismos como la USICAMM, mediante la cual hay que someterse a evaluaciones para incrementar los ingresos.

Por otra parte, las escuelas carecen de servicios básicos, hay hacinamiento en los salones en los que, por lo mismo, se dificulta el aprendizaje, y las condiciones de vida de nuestros estudiantes no son las más favorables, ya que tienen muchas carencias económicas, alimenticias, etc. Y todo esto repercute en su vida escolar.

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A la reunión también se conectaron las trabajaras precarizadas de PILARES y las valerosas trabajadoras y maestras del IEMS, que estaban sosteniendo una huelga hacía 9 días, en donde exigían mejores condiciones laborales y estabilidad en el empleo con basificaciones, negándose a aceptar los intentos de violación a su contrato colectivo por parte de las autoridades del Instituto y el Gobierno de la CDMX. Llenaron de júbilo la sala virtual al ir contando las experiencias de lucha que han tenido, pero también describían la importancia y la necesidad de organizarse para que se atendieran sus demandas.

La última pregunta fue ¿Qué hacer?, en la cual fue muy importante que ante las distintas problemáticas que impone en nuestras vidas este sistema capitalista y patriarcal, nos planteáramos la necesidad de organizarnos para poder hacerle frente a la violencia pero también a la precarización laboral. Por tanto, algunas de las acciones a seguir son: crear un grupo de Whatsapp, asistir a la marcha del 8 de marzo, impulsar una reunión el 4 de marzo con otras organizaciones, sindicatos, trabajadoras, amas de casa, estudiantes, etc., para convocar a marchar juntas en un bloque combativo. Además, hacer una petición al sindicato (SNTE) para que el 8M sea otorgado a las mujeres y poder movilizarnos, y realizar una reunión post 8M.