Reproducimos los testimonios de algunos maestros que ingresamos al servicio docente en el ciclo 2015-2016 y este fin de semana concluimos el proceso de evaluación de desempeño al término del segundo año aquí en la Ciudad de México.
Martes 4 de julio de 2017
Recopilación: Agrupación magisterial y normalista Nuestra Clase
Maestro de secundaria
Mientras estaba frente a la computadora me pregunté: ¿quién me está evaluando? Y reflexionaba sobre que quién me está evaluando es el mismo Estado responsable de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, es el mismo Estado que reprime las luchas sociales y vota las leyes que mantienen a los papás de nuestros alumnos con salarios de miseria y jornadas extenuantes, por lo que no pueden atender a sus hijos.
Es el mismo Estado que entrega la riqueza del país a las trasnacionales y al imperialismo, en fin es el mismo Estado que nos mantiene en una situación de hambre y miseria, esos son los que se creen con el derecho y en sus discursos dicen que tienen el derecho a evaluarnos. Aunque realidad lo que está detrás de la reforma educativa es la privatización y el control del magisterio. Sin olvidar, por supuesto, que los agentes de la evaluación es el CENEVAL, lo cual, evidencia el negocio que significa la evaluación misma.
El proceso de evaluación es confuso, repetitivo, en resumen estresante, dura 8 horas y en domingo. A su vez es contradictorio porque quieren que impartamos una educación no memorística pero te obligan a aprenderte de memoria los propósitos y los aprendizajes esperados y los enfoques de la materia, etcétera. Por si fuera poco además de todo lo mencionado de esta evaluación depende continuar o no con un trabajo.
Hace poquito me entregaron mis alumnos un sobre con cartas que me escribieron por el Día del Maestro en donde expresaban su opinión acerca de mi clase, de mi persona, muchos me comentaban que les parecía que era un buen maestro, que era una buena clase, diferente a todas las demás, divertida y yo pensaba "éstas son mis evaluaciones". ¡Malditos!, pero les llegará su hora.
Maestra de secundaria
Al llegar en primer lugar nos teníamos que identificar para demostrar que nadie estaba presentando el examen por nosotras, un control excesivo. No se nos permitía entrar con líquidos, pretendían que estuviéramos horas sin poder hidratarnos.
Al ponernos frente a la computadora nos enfrentamos a que si no movías el mousse de forma constante te regresaba al inicio y se te borraba todo lo que ya habías avanzado. A varios maestros les sucedió esto. Esto lo pongo de ejemplo porque no había instrucciones claras sobre lo que debemos hacer, ni organización, tal cual lo demostró la segunda parte del examen cuando vimos que debíamos de subir la planeación del segundo bloque y no la del quinto bloque como se nos había dicho en los centros de maestros.
Todos los maestros presentes se quejaron e hicimos un escándalo pues está en juego nuestro trabajo, la encargada nos dijo que el CENEVAL define qué bloque se establece y que no podía hacer nada, además de que nos sugería apurarnos pues ya estaba corriendo nuestro tiempo. Posteriormente volvió a la sala para decirnos que llegaron miles de reclamos a la SEP y al INEE sobre porqué se cambió a la evaluación del bloque 2, por tanto deberán colocar hasta arriba que están presentando el bloque 5.
Pero por ejemplo, una profesora que imparte inglés le tocó resolver un examen de primaria. Entonces sólo tenía la opción de ingresar tanto un aprendizaje esperado o una situación pedagógica de matemáticas o de español. Y sólo le dijeron que pusiera en la parte de arriba que era de inglés.
Todos los profesores que estábamos en la sala tratábamos de darnos ánimos, pues nos costó mucho esfuerzo que habíamos hecho para llegar hasta aquí. Y bueno también los aplicadores nos querían mantener en un ambiente sumamente represivo, en todo momento se notó lo punitivo del examen. La infraestructura para presentar el examen era muy incómoda, las mesas son fijas, no nos podíamos mover, estábamos como sardinas.
En cuanto al examen, fue muy estresante tenía casos muy específicos y debías dominar toda la normatividad para poder responder. En realidad esto expresa que no busca mejorar los problemas que enfrentamos en el terreno educativo, ni verifica realmente nuestros conocimientos necesarios para poder preparar e impartir una clase. Y es estresante porque de este examen que ni siquiera está correctamente elaborado depende nuestro trabajo.
Maestra de secundaria
No estoy de acuerdo con la evaluación de desempeño que nosotros presentamos como docentes de dos años en el servicio.
Porque para empezar, en las guías técnicas y académicas de las 4 etapas de evaluación se menciona en la página 8 que se identificaran fortalezas y aspectos a mejorar en el hacer cotidiano y se pondrá en práctica distintas acciones de formación, asesoría y acompañamiento.
Por mi parte nunca he recibido esta asesoría, ni acompañamiento, ni formación por parte de la coordinación nacional del servicio profesional docente.
Algunos maestros podrán decir que estuvo el curso en línea y el apoyo de los centros de maestros pero la cuestión es que durante los dos años, ¿cuándo se proporcionó el apoyo? Es más, en la primera evaluación de diagnóstico no brindaron nada para conocer resultados y con base a ello mejorar, no brindaron asesoría.
Entonces, ¿dónde está la formación y el acompañamiento?, pareciera que esta evaluación solo se centra en el resultado, ¿dónde está el carácter formativo?
Si en el plan de estudios se señala que una evaluación no se centrará únicamente en la calificación sino en mostrar las horas de oportunidad, además de brindar las herramientas para alcanzar el aprendizaje, nunca te dan esa retroalimentación. ¿Qué pasaría si lo hicieran?; ¿temen que los maestros sepan las respuestas?; ¿de qué se trata esta evaluación?
Pretenden compartir los conocimientos u ocultarlos para que los maestros no sepan y los saquen del sistema. Y los del INEE podrán decir se quedan los mejores maestros, los que pasan. Con esta prueba dicen si un profesor sirve o no. Además una cosa es la teoría y otra la práctica se podrá resolver bien pero eso no garantiza que en la realidad sea de esa manera.
Quienes elaboran y aplican esta evaluación, me pregunto: ¿Cuándo se han ido a parar a las aulas a observar y conocer todos los acontecimientos que enfrenta a diario el profesor? Nosotros nos enfrentamos a situaciones con alumnos que son maltratados, con problemas de adicción, enfermedades físicas, eso no lo toman en cuenta y nuestra labor también es impulsarlo a trabajar. Lo que necesitamos es apoyo, nunca recibimos asesoría, ni acompañamiento solo nos generan estrés porque existe la posibilidad de salir del sistema educativo.
Maestro de secundaria
Como joven profesor que acabo de presentar mi examen de evaluación por permanencia a dos años de ingresar al servicio docente las impresiones que tengo es que es un examen punitivo centrado en que si no contestas bien las pruebas serás separado del servicio sin responsabilidad ni para la SEP, Sindicato e INEE.
Muchos de mis compañeros expresaban incertidumbre y miedo pues este examen no es de conocimientos, sino un examen que mide la actitud que tomas frente a una determinada situación. Es decir, estudios de caso que te dan una alternativa u otra, la cual busca verificar cómo actúas frente a una situación específica. En segundo lugar, el examen es pesado por el formato que tiene, digital, frente a una computadora durante 8 horas.
Este examen evalúa precisamente, como decía antes, qué actuación tienes frente a determinadas situaciones pero también lo que percibí es que son preguntas redundantes y que para nada toma en cuenta un contexto.
Además de que implica un desgaste físico, algo antipedagógico, sin ningún tipo de material de apoyo, ni hay un instrumento que nos oriente, todo es memorístico.
Mientras tanto, en los últimos meses se ha visto una línea cínica en el discurso de las autoridades educativas y funcionarios de la SEP de no fomentar la memorización mecánica.
Y precisamente este examen es eso: una memorización mecanicista de conceptos, artículos, principios, campos formativos que vienen incluidos en la reforma educativa y que uno como maestro debe memorizar al dedillo para poder contestar una serie de preguntas que poco tienen que ver con situaciones reales de aprendizaje y enseñanza con los alumnos. Preguntas que no reflejan ni tu desempeño, ni tu capacidad frente a grupo y ni siquiera te retroalimenta por si tienes una deficiencia real, pues no muestra una retroalimentación ante problemas reales ante la docencia.
Por eso el examen termina siendo un requisito administrativo, punitivo que va en contra de la estabilidad laboral, antigüedad y de los derechos conquistados por maestros que han luchado por defenderlos.
Esa es mi impresión, un examen que no la refleja la eficiencia o deficiencia en la práctica docente, sólo está diseñado a decir quién sí o quién no se queda en el servicio. Además de lo brutal que es su aplicación, muchos compañeros se iban con dolores de estómago por las horas de estar sentados, dolores de cabeza y fastidio.
Maestros los invitamos a que nos escriban al facebook de la Izquierda Diario México o a [email protected], contándonos cómo fue su experiencia y/o denuncias en este proceso de evaluación docente.