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Red Internacional
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Brasil. Manaos y la inmunidad de rebaño que no funcionó

Se estimaba que un 76% de la población de Manaos se había infectado con el coronavirus, una proporción que se suponía servía para alcanzar la inmunidad de rebaño. Sin embargo, a lo largo de enero del 2021 las hospitalizaciones empezaron a crecer de manera abrupta saturando el sistema de salud nuevamente. ¿Por qué sucede esto?

Lunes 1ro de febrero de 2021 21:03

Manaos es una ciudad con alrededor de 2 millones de habitantes, con una densidad de 158 habitantes/km2, ubicada en la región norte de Brasil dentro de la selva del Amazonas, que supo albergar fastuosas óperas en su teatro a fines del siglo XIX mientras la mayoría de la población negra dejaba la vida en las plantaciones de caucho, inspirando al director de cine Werner Herzog y su célebre Fitzcarraldo. Más cerca en el tiempo, también es una ciudad donde la primera ola de covid-19 saturó el sistema de salud, y donde no se aplicaron medidas mínimas de cuarentena para contener al virus, permitiendo que circule con facilidad. Finalmente, a fines de abril las hospitalizaciones comenzaron a reducir su número, y para junio se estabilizaron. Lo que hizo pensar que en la ciudad se habría alcanzado la inmunidad de rebaño.

Epidemiológicamente, una sociedad alcanza la inmunidad de rebaño respecto a un virus cuando este no se puede esparcir dentro de ella porque hay una cantidad suficiente de personas ya inmunizadas.

A partir de un estudio publicado en enero de este año, se estimó que al menos un 76% de la población se había infectado. Lo que, según algunos de los modelos epidemiológicos, significaría que se habría alcanzado dicha inmunidad de rebaño. Paradójicamente, a la par que se publicaba este estudio, la ciudad se está enfrentando a un rebrote de la enfermedad, la cual está saturando nuevamente el sistema de salud produciendo numerosas muertes.

Gráfico sobre la situación epidemiológica en Manaos: las líneas oscuras representan datos promediados cada 7 días. Fuente: The Lancet.

Cuatro posibles explicaciones

Recientemente un artículo publicado en The Lancet ofrece cuatro posibles explicaciones, no necesariamente excluyentes sobre que puede estar sucediendo.

En primer lugar, que la estimación sobre el porcentaje de la población que fue infectado durante la primera ola por el Sars-CoV-2 haya sido sobreestimado. O sea que la población no haya alcanzado el umbral de inmunidad de rebaño.

Un segundo factor que se baraja es que la inmunidad contra la reinfección haya comenzado a decaer hacia diciembre del 2020.

Otro factor es que las nuevas variantes del Sars-CoV-2 evadan la respuesta inmunológica. En Manaos, justamente, se encontró por primera vez y continúa en circulación el linaje P.1 (desde entonces llamado por la prensa “variante de Manaos”), y también se encontró un caso de reinfección asociado a ésta. Por otro lado, se encontró que está circulando un linaje nuevo, el P.2, asociado a dos casos de reinfección (aunque no en Manaos). En estos dos linajes se encuentra la mutación E484K, que en estudios de laboratorio tiene capacidad de reducir la neutralización de algunos anticuerpos.

Finalmente un posible cuarto factor es que estos nuevos linajes sean de por sí más transmisibles. Todavía falta información, pero el linaje P.1 comparte muchas mutaciones con la variante de Reino Unido y la de Sudáfrica, que pareciera favorecer a una mayor transmisibilidad.

Multiplicidad de rebaño y la urgencia de medidas de supresión del virus
Como dice en la revista Science el equipo de científicos que estimó la población alcanzada por el virus en la primera ola, Manaos otorga información de que puede pasar cuando se deja circular libremente al virus. Lo mismo señala el biólogo evolutivo y filogeógrafo Rob Wallace respecto a la variante descubierta por primera vez en Inglaterra, a la que denomina Bo-Jo (por Boris Johnson): “junto con la inmunidad de rebaño, ahora necesitamos introducir la noción de multiplicidad de rebaño. Cuantas más personas se infecten, mayor será la posibilidad de que el virus desarrolle soluciones para nuestras diversas intervenciones. Minimizar la propagación, entonces, debería ayudar a reducir las combinatorias evolutivas sobre las que el virus puede jugar a ser un científico de laboratorio.”

Esto muestra entonces, urgentemente, la necesidad de terminar con el negocio de las vacunas para poder vacunar en el menor tiempo posible a toda la población mundial. En otras palabras, de eliminar las patentes, y reconvertir la industria para poder producir la cantidad necesaria para toda la población.

Pero al mismo tiempo muestra lo ilusorio de apostar solo a las vacunas como solución mágica frente a la pandemia, y la importancia de mantener medidas no farmacológicas como el testeo masivo, rastreo de contactos, uso de barbijos, distanciamiento social y medidas que permitan el aislamiento (como licencias laborales sin pérdida de salario y subsidios y casas para que quienes no tienen trabajo ni hogar no tengan que exponerse) para cortar lo más rápido posible la cadena de transmisión.

También es necesaria la inversión de recursos para aumentar la capacidad de realizar una vigilancia genómica, para descubrir velozmente qué variantes circulan, qué nuevas variantes van apareciendo, y qué efectos pueden producir. Se trata de medidas que, aún con sus diferencias, sirvieron para que países como Nueva Zelanda, Vietnam, Australia, Taiwán, Corea del sur, entre otros, redujeran al mínimo sus tasas de contagio y fallecimientos.

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Evidentemente, en la práctica apostar a la inmunidad de rebaño no es una estrategia válida para enfrentar a esta pandemia. De hecho, surge la pregunta si puede ser válida siquiera de manera teórica. Ya que si hay evidencia de posibilidad de reinfección (infectarse o reinfectarse con el virus no implica desarrollar la enfermedad, pero sí puede implicar capacidad de transmitir el virus a otra persona), si hay evidencia de surgimiento de variantes con capacidad de esquivar al sistema inmune, ¿se puede pensar acaso que dejando circular al virus logremos terminar con esta pandemia?

En conclusión, no hay recetas milagrosas, es necesario dejar de privilegiar los intereses de la economía capitalista por el de la salud de la mayorías. Es la única forma de poder tomar las medidas que hagan falta, como las ya señaladas, y así terminar con la pandemia del Covid-19.

Fuente: The Lancet: Resurgence of COVID-19 in Manaus, Brazil, despite high seroprevalence.