×
×
Red Internacional
lid bot

Champions League. Manchester City derrotó 1-0 a Inter y logró el título más importante de su historia

Con gol de Rodrigo, el equipo dirigido por Pep Guardiola se consagró campeón de Europa. No ingresó Julián Álvarez. Para el club de Milán fue protagonista Lautaro Martínez.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Sábado 10 de junio de 2023 18:30

La mitad celeste de Manchester alcanzó aquel sueño que le era tan esquivo: el City es el más grande del fútbol europeo por primera vez en sus 142 años de historia y levanta la famosa “orejona”, la copa que obtienen los campeones de la UEFA Champions League, uno de los torneos más importantes del mundo a nivel clubes. Para coronarse, tuvo que imponerse ante un durísimo Inter de Milán que había arrancado mejor el partido disputado en el estadio Atatürk Olimpiyat de Estambul, en el corazón de Turquía. Fue por 1 a 0 gracias a un golazo del español Rodrigo que pegó un sablazo desde afuera del área para romper la red del arco defendido por Onana, tras una jugada en la que la pelota venía “sucia” y le quedó para el remate desde afuera del área al autor del único tanto del encuentro.

El Inter había arrancado mejor esta final. Aunque el City era dueño de la pelota en cuanto a posesión y pese a que tuvo las mejores aproximaciones ofensivas, en el primer tiempo el equipo italiano arrojaba una mejor imagen: más seguridad, más empuje, hambre de gloria, especialmente en actuaciones como la de Lautaro Martínez en la delantera (que presionaba permanentemente a la defensa mancuniana) y la potencia y personalidad de Di Marco en el mediocampo. Encima se le fue lesionado el “cerebro” al City cuando tuvo que dejar la cancha De Bruyne. No parecía buen presagio. Pero en el segundo tiempo, los de Guardiola recuperaron terreno.

La salida del belga lesionado permitió el ingreso de Foden, una de las claves de la mejora del City junto con el increscendo de Bernardo Silva. Con esa fórmula, recuperaron la confianza que se estaba perdiendo entre la inseguridad que mostraba Ederson en el arco (junto a toda su defensa), el aislamiento de Haaland (muy ausente en el conjunto del partido) y la inesperada parsimonia del capitán Gündogan. Con la entrada de Lukaku para acompañar a Lautaro (Dzeko debió salir también lesionado), Inter empujó y logró peso ofensivo pero a la vez exhibió un elemento extra: la suerte no acompañaba esta vez al Inter y parecía estar del lado de los ingleses. El travesaño, un pie de Ederson, todo se fue confabulando contra los de azul y negro y mejorando el ánimo de los celestes.

Con un Marciniak discreto y acertado (buen arbitraje del polaco que también dirigió la final del Mundial de Qatar), sin necesidad de intervenciones del VAR, tal vez no nos encontramos con la superfinal que hubiéramos esperado, pero en un partido intenso se fue imponiendo el manejo del City, sin brillar en ningún momento. Pero coronando un gran torneo. Nos hubiera gustado ver a Julián Álvarez, que tal vez hubiera permitido más tranquilidad y un mejor partido para los blues. Pero ahora en Manchester no hay análisis que valga ni jeques con petrodólares que empañen este momento: pese a lo que diga la distribución accionaria, el City es de sus hinchas, que anhelaban esta copa como un oasis en el desierto (y hablando de Oasis, imaginemos a los hermanos Gallagher juntos). Este 10 de junio de 2023 esa orejona los deposita en el momento más glorioso de toda su historia.