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Red Internacional
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PARÍS. Manifestación en París de la “Marcha por la vida”. Por la vida… ¿de quién?

El colectivo de asociaciones “En marcha por la vida”, que reúne a Elegir la vida, la fundación El-joven, Renacimiento católico o a los Sobrevivientes, ha convocado la “Marcha por la vida” este domingo 22 en París.

Jueves 26 de enero de 2017

Alrededor de 10.000 manifestantes han protestado contra la banalización del aborto y la proposición de ley que prevé penalizar las webs de desinformación sobre el aborto.

Este año, la manifestación ha sido más política que las precedentes a las que ya estamos habituados. Esta vez, la convocatoria llega justo a tres meses de las presidenciales y una semana antes de que la Asamblea Nacional se pronuncie sobre la proposición de ley adoptada en inicios de diciembre en el Senado contra “el obstáculo numérico al aborto”, que penaliza las webs que practican la desinformación sobre la interrupción voluntaria del embarazo; haciéndose pasar por webs de información.

Jean Marie Le Méné, presidente de la fundación Jerónimo El-joven, ha pedido a los candidatos a la presidencial “una política de salud pública que luche contra los abortos” y una política “de acompañamiento a las mujeres embarazadas”.

Como sus predecesores, el papa Francisco, fiel a la doctrina de la Iglesia católica, es un ferviente opositor al aborto. Así pues, no ha dudado en saludar y apoyar la manifestación con una carta en la que animaba a los participantes “a construir una civilización de amor y una cultura de la vida”.

La novedad ha llegado del lado de Sentido Común, movimiento que surgió a raíz de los “anti matrimonio para todos” y que está afiliado al partido de Los Republicanos, que apoya desde hace tiempo el candidato a la presidencia de la República, Francisco Fillon, y que no ha dudado en cuanto ha hecho falta a darles su apoyo: “el 22 de enero peleamos para demostrar nuestro apego a la vida, desde su inicio hasta su fin”.

Podemos comenzar a apreciar toda la política reaccionaria que puede llevar a cabo el candidato de Los Republicanos, encarnación de una ideología conservadora y mortífera.

¡Marchemos por la vida!… si! Pero, ¿la vida de quién?

El día anterior a la “Marcha por la vida”, marchas de mujeres han tenido lugar en diferentes países tras la investidura de Donald Trump; en París alrededor de 7000 personas marcharon para defender los derechos de las mujeres, el derecho al aborto y denunciar el desprecio del nuevo presidente de los Estados Unidos hacia las mujeres.

La respuesta se ha organizado en Twitter. Los internautas que militan por el derecho al aborto han lanzado #JeSuisProChoix (YoSoyProEleccion) con contra argumentos que recuerdan las consecuencias de los abortos clandestinos que provocan “la muerte de una mujer cada nueve minutos”, según Planificación Familiar.

Mientras que se discute de si a favor o en contra del aborto, millones de mujeres continúan practicándolo de manera ilegal, la mayor parte de ellas en clandestinidad, en condiciones insalubres y nefastas (encarnadas en ese símbolo terrible de las luchas contra el aborto, la percha; uno de los útiles privilegiados en los abortos clandestinos desde hace mucho tiempo). Algunas mueren; otras sobreviven, pero con secuelas para su salud.

No podemos cerrar los ojos a la realidad, las mujeres trabajadoras y pobres son las que más sufren las consecuencias de los abortos clandestinos y la falta de métodos de contracepción para poder verdaderamente dejar a las mujeres la libertad de decidir sobre sus propios cuerpos, sus sexualidades y sus maternidades.

Entonces cuando dicen “marchar por la vida”, la pregunta que sigue es clara: ¿Por la vida de quién? Claramente, no por la vida de las mujeres expuestas a la muerte y los peligros de los abortos clandestinos.

Estar contra el aborto no es estar a favor de la vida, sino a favor del aborto clandestino, porque con o sin el derecho de abortar, las mujeres van a continuar por sus propios medios a intentar sobrevivir, adaptarse a las condiciones que el trabajo o la familia les imponen o a no prolongar la violencia de una violación.

Hoy no hay una educación no sexista que permita la educación de toda la población sobre el aborto, los métodos anticonceptivos, la sexualidad… si queremos realmente marchar por la vida, marchemos por la educación sexual, marchemos por el acceso gratuito a los anticonceptivos, marchemos por el aborto legal para ¡no morir!
Mientras que el aborto no sea libre y gratuito, la clandestinidad y sus riesgos son la única salida.

*Artículo publicado en: http://www.revolutionpermanente.fr/La-marche-pour-la-vie-manifeste-a-Paris-La-vie-de-qui