En esta oportunidad Nadia Dubienski, estudiante de historia, te cuenta la historia de Manuel Belgrano, uno de los próceres de la historia argentina a 200 años de su muerte.
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Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (tenia un nombre re cortito) nació en Buenos Aires, el 3 de junio de 1770. Fue el cuarto hijo de 16 en total que tuvo el matrimonio de María Josefa González y don Domingo Belgrano y Peri. Formaban una acomodada familia que se dedicaba al comercio. En 1786 se fue a estudiar a Europa, algo no muy común incluso para las familias acomodadas que residían en América. Allí fue influenciado por las ideas de la Ilustración y de los fisiócratas. Primero fue vocal de la Primera Junta creada en mayo, donde formaba parte del ala más radical, junto a Castelli y Moreno. Después fue llamado a comandar en varias ocasiones el Ejército del Norte, que tenía por misión asegurar el apoyo de las poblaciones del Alto Perú. En las batallas de Paraguary y Tacuarí, fue derrotado. Y después de estos combates se retiró a Rosario y propuso la creación de un distintivo que sería la escarapela nacional. El éxodo jujeño fue una de las acciones militares más audaz y exitosa. Los habitantes de Jujuy fueron empujados a abandonar la provincia y asentarse en Tucumán el 23 de agosto de 1812, bajo las órdenes de Belgrano que era el Comandante en Jefe de la campaña. Manuel Belgrano, fue un hombre de su tiempo. Podemos decir que representó a la elite dominante de aquella época (la de 1810), que dio un paso adelante, enorme, al romper con los lazos coloniales que la unían al imperio español. Esta elite comenzaría luego a vincularse a través del comercio con el capital inglés. Y esta relación paulatinamente desembocó en lazos de subordinación que se desarrollarían y consolidarían desde mediados del siglo XIX y principios del XX en manos de la futura burguesía argentina. Pero la historia que no se cuenta, es que así como Belgrano al frente del ejército criollo se lanzó contra la dominación española, como él también lo hicieron muchos y muchas otras que la historia oficial no quiere reivindicar o peor aún, lo ocultan. Por eso buscamos reconstruir el pasado de manera crítica, desde una perspectiva de la clase trabajadora y en este caso puntual de la de los sectores populares.
