Tras un año y medio como Jefe de Gabinete, volvió a la gobernación para encarar la campaña electoral provincial sin dejar de pensar en la interna nacional. Entre una gestión desgastada por el ajuste y el sueño eterno de «Juan XXIII».
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Jueves 16 de febrero de 2023 12:40

Juan Manzur formalizó su retorno como gobernador de Tucumán, tras un año y medio en la Jefatura de Gabinete. El gobernador interino Osvaldo Jaldo firmó el traspaso del Poder Ejecutivo en un acto en el teatro Mercedes Sosa, al cual asistieron diferentes funcionarios. En el encuentro participaron el ministro del Interior de la Nación, Eduardo “Wado” de Pedro; los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones) y Gildo Insfrán (Formosa); la vicegobernadora de la Rioja, Florecía López; ex jefe de Gabinete de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, Martin Yáñez y el diputado nacional, Julio Pereyra.
El retorno de Manzur ya había sido adelantado por Alberto Fernández, quien en su reemplazo designó a Agustín Rossi, para mitigar las versiones de un desplante. Desde fines del año pasado era un hecho que Manzur volvería a la provincia de cara a las elecciones provinciales del 14 de mayo.
Entre una gestión desgastada por el ajuste y «Juan XXIII»
Tras la derrota en las PASO de las elecciones intermedias de 2021, Manzur ingresó al gobierno nacional a propuesta de Cristina Kirchner para darle «volumen político» a la gestión de Fernández. Por «volumen político» se entendía —y se sobreanalizaban— sus lazos con grandes empresarios, gobernadores y sindicalistas, también con la embajada norteamericana y las Iglesias (como anticipó su prontuario como anti derechos). La agenda de reuniones diarias desde la primera hora eran vendidas como un cambio en la gestión aunque fue cuestión de tiempo para que las sonrisas y las palmadas en la espalda sean insuficientes. Manzur debió ser una de las caras que negaban y/o justificaban un ajuste diseñado por el FMI. Los saltos en la crisis, con una inflación siempre ascendente, llevaron a la aparición de Sergio Massa como «superministro», desdibujando el papel de Manzur.
Consciente del desgaste que produce la asociación con Alberto, el oficialismo tucumano adelantó las elecciones provinciales y Manzur comenzó a planificar su vuelta. Como mensaje inequívoco selló la unidad del PJ en la fórmula “Jaldo gobernador-Manzur vice”. La apuesta es que el peronismo mantenga la gobernación y que su triunfo sea por un porcentaje alto que le permita mantenerse en el radar de la interna nacional del Frente de Todos. Manzur mantiene su meta de «Juan XXIII», aunque está supeditada a otras decisiones dentro del FdT, como una posible candidatura presidencial de Massa. Por esta razón, el tucumano sigue de cerca la mesa del FdT que se reunirá esta tarde.
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“Una gestión que hundió en la pobreza al 35 %”
En este escenario, la izquierda señaló que “Manzur no vuelve con ninguna buena noticia”. “Naufragó como Jefe de Gabinete y ahora como gobernador va a profundizar el desastre de la inflación y el desempleo. Tucumán es la tercera provincia con los salarios más bajos del país”, planteó Alejandra Arreguez, referente del Frente de Izquierda. “Manzur volvió envuelto en la derrota de una gestión que hundió en la pobreza al 35 %. Inflación, bajos salarios y tarifazos el combo de Manzur y el Frente de Todos”, agregó.
Volvió Manzur. Naufragó como Jefe de Gabinete y ahora como gobernador va a profundizar el desastre de la inflación y el desempleo. Tucumán es la tercera provincia con los salarios más bajos del país. Manzur no vuelve con ninguna buena noticia.
— Alejandra Arreguez (@AleArreguezPTS) February 16, 2023
La realidad de Tucumán refleja las consecuencias del ajuste y también un modelo estructural que el peronismo mantiene hace tres décadas. Una provincia armada a la medida de los grandes empresarios, como del citrus y el azúcar, con la mitad de los trabajadores de manera informal, con altos índices de trabajo precario y con los salarios más bajos. Las elecciones provinciales también muestran los resortes del poder político, con intendentes y legisladores postulando como candidatos a sus esposas, hijos y hermanos, para seguir atornillados. A esto se suma el sistema fraudulento de acoples, compartido también por la oposición de derecha.
El ajuste del Frente de Todos, compartido por la oposición de derecha, implica el empobrecimiento de millones. La salida es por izquierda.