Mañana será el asado anual del sindicalismo, convocado por Luis Barrionuevo. La UTA y otros gremios ya anunciaron el faltazo.
Miércoles 17 de enero de 2018 14:15

Todos los años en Mar del Plata, en el hotel “Presidente Perón”, se reúnen dirigentes sindicales de peso, evento que anualmente organiza el gastronómico Luis Barrionuevo , en lo que es un cónclave de la burocracia sindical peronista.
Este año, el dato, es que el dueño de casa, Barrionuevo, adoptó un discurso de más “confrontación” con el gobierno. La antesala había sido una verborrágica presentación en una entrevista, cuando afirmó que los gobiernos que se metieron con los sindicatos “no terminaron bien” y advirtió que “le estaban pisando la cola al león”.
A partir de las declaraciones Barrionuevo y la postura que tomaron algunos dirigentes respecto a la avanzada judicial de Cambiemos contra burócratas sindicales, se espera que en el asado de mañana se vea un discurso más confrontativo al gobierno.
Esta nueva posición respecto al gobierno, se entiende más como una ubicación defensiva a partir de las detenciones a dirigentes sindicales y procesos judiciales abiertos contra otros, entre los que se incluye al clan Moyano, que un reagrupamiento para combatir la política de ajuste macrista.
Te recomendamos: Las confesiones de una burocracia sindical cobarde y conservadora
La cumbre sindical, entonces pareciera ser un recuento de dirigentes para mostrarle los dientes al gobierno para que reconsidere su pelea “contra las mafias”. Pero como siempre se dice, perro que ladra…
No hay códigos entre traidores
Ante esta posibilidad de una cumbre más hostil con el gobierno, según informa el diario Ámbito Financiero, los dirigentes más traidores dentro de la ya traidora CGT, ya avisaron que no participarán. Entre las defecciones más sobresalientes se encuentra la de Roberto Fernández de la UTA, a lo que se sumarán los jefes de las “62 Organizaciones”, los “gordos” de los sindicatos de servicios y los “independientes”.
Mientras que de un lado, que nuclea a Barrionuevo, el clan Moyano, Schmid pretenden un reacomodamiento que permita negociar mejor con el gobierno, por el otro se pretende una “renovación” con nombres que abiertamente se alinean con el macrismo y una CGT completamente domesticada.
Leé también: El zoológico de Balcedo, los aprietes contra Moyano y la crisis de legitimidad de la CGT