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Red Internacional
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Jornada laboral. Marcando la cancha: CPC y Banco Central mueven sus piezas por debate de reducción de la jornada laboral

El mundo empresarial nuevamente hace expresión de su descontento frente al debate de la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Y es que después de que el proyecto fuese aprobado en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, tanto el Gobierno como el sector privado han comenzado a jugar sus cartas para bloquear dicho proyecto.

Viernes 6 de septiembre de 2019

“Como señaló ayer el presidente del Banco Central, queremos poner realismo y una mirada sistémica y profunda (…) los tiempos son relevantes y más que caminar rápido, queremos caminar en conjunto. Entendemos que las 40 horas es una prohibición: queremos la libertad de abordar con sindicatos y que nuestros acuerdos recojan las distintas realidades”. Éstas fueron las declaraciones del presidente de la CPC, Alfonso Swett, quien busca desde su organismo, presionar para dilatar el proyecto.

Y es que tal y como señala Swett, el presidente del Banco Central también se refirió a esta medida, aseverando que: "Se debe tener conciencia de las materias que se van discutiendo y la manera en que se discuten y se van aprobando”, añadiendo que si se avanza en esta medida, sumada a los proyectos de sala cuna y la reforma previsional, el costo laboral de mano de obra subiría entre 15% y 29%.

Sin embargo, estas declaraciones del mundo empresarial debemos enmarcarlas en un contexto y bajo intenciones determinadas. Y es que, buscando apropiarse de la razón y la “libertad”, lo cierto es que dichas declaraciones son parte de un discurso y campaña del terror para defender la jornada laboral tal y como está, buscando así mantener intactas sus ganancias a costa de jornadas extenuantes de trabajo de miles de personas por todo el país.

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Es bajo esta situación que se produce una suerte de lanzamiento de torpedos al proyecto y al debate en torno a la reducción de la jornada laboral -debate que por lo demás ha tenido un amplio apoyo por parte de la población- a dos bandas, es decir, los empresarios defendiendo sus ganancias, y el Gobierno por otra parte amenazando de enviar al Tribunal Constitucional el proyecto de reducción a 40hrs en caso de seguir avanzando en el trámite legislativo.

Las fichas tanto de parte de los privados como del oficialismo están puestas en el proyecto de Piñera, el cual con 41hrs semanales, a costa de gradualidad, precarización y flexibilización busca “pasar una por otra”, es decir, reducir la jornada laboral, a costa de peores condiciones laborales para el conjunto del pueblo trabajador. Es así que a estas dos bandas los ricos y poderosos buscan defender una de las principales fuentes de sus riquezas: la jornada de trabajo. Es por esta razón que reducirla, sin afectar los sueldos, y repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y cesantes; aumentar el sueldo mínimo acorde a la canasta familiar de $450.000; y terminar con la precarización laboral expresada, por ejemplo, en la existencia del subcontrato, es una tarea de primer orden. Aunque esto signifique que tengamos que seguir oyendo las ridiculeces de personajes como Nicolás Monckeberg y compañía con sus declaraciones de que no podremos jugar una próxima Copa América.

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