A estas alturas las palabras "Acusación Constitucional" no nos causa extrañeza, es una vía que generalmente ha utilizado la "Oposición" y sus partidos, marcada por el fracaso o por las resoluciones estériles que se extraen de ellas ¿Cuál es su efecto cuando se ha abandonado la fuerza real del pueblo trabajador y su organización?
Miércoles 31 de marzo de 2021
No faltaba más. Más tarde que nunca un representante de la “Oposición”-fiel a su línea de resolverlo todo en los marcos de la cocina parlamentaria- al parecer se ha animado a acusar constitucional a nada más, ni nada menos, que al mismísimo presidente, Sebastián Piñera.
Marcelo Díaz, ex vocero de Michelle Bachelet, y actual diputado de movimiento UNIR – y que actualmente forma parte del Frente Amplio- manifestó la necesidad de “empezar a conversar sobre una posible acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera”.
A su vez, y de acuerdo a lo signado por Biobío Chile, señaló: “Con la crisis que está viviendo el país en términos de la pandemia, con el sistema de salud al borde del colapso, con los hospitales y las clínicas saturadas, con la gente sin apoyo económico (…), a mí se me hace un deber que, como oposición, evaluemos responsablemente una eventual acusación constitucional contra el Presidente de la República.”
Posterior a esto, las declaraciones tanto del oficialismo como desde la misma “Oposición”, no se hicieron esperar, en el primer caso tildándolo de oportunista en el marco de su precandidatura presidencial, y en el segundo señalando de actualmente no se ha debatido alguna acción como la señalada por Díaz.
En el caso del presidente Piñera, el principal interpelado se refirió a las intenciones del diputado señalando: “Mi preocupación como Presidente de todos los chilenos es cuidar su salud, cuidar su vida y proteger su familia, sus ingresos, sus empleos y calidad de vida. Nada ni nadie nos va a desviar de ese propósito.” Una respuesta hipócrita a la medida de lo que ha sido todo este gobierno negligente y criminal.
Sin embargo más allá de los dos campos entre los que discuten las palabras vertidas por el ex vocero de Bachelet ¿Qué es lo que oculta esta acusación constitucional, tomando en cuenta el historial de fracasos por parte de la “Oposición” a través de estos mecanismos?
La “Oposición” y la vía claudicante de la Acusación Constitucional
Si es que hablamos de la “Oposición”, parecieran resultarnos regulares iniciativas como la Acusación Constitucional, donde desde la Democracia Cristiana (DC), hasta el Frente Amplio (FA), y el Partido Comunista (PC), a través del terreno parlamentario buscan dar un golpe de efecto al gobierno, el que si generalmente no termina en una derrota por quorum, resultan en medidas tan estériles e insatisfactorias que no se corresponden en medida alguna con las exigencias de las mayorías. Sólo basta recordar al ex Ministro del Interior, Andrés Chadwick, que tras ser aprobada su acusación en el senado, su única repercusión fue el no poder ejercer ningún cargo público por cinco años.
Y si es que hablamos de fracasos resulta aún más notoria, rondando negativas como con el ex ministro de salud Jaime Mañalich, o la ex ministra de educación Marcela Cubillos.
Situaciones como aquellas, más que una audacia por parte de la “Oposición” más bien expresa la tibieza y claudicación con la que históricamente han actuado cuando se trata de defender los intereses del pueblo trabajador, al ser directamente afectados en materia de derechos humanos, salud, educación, vivienda, y la vulneración de los derechos más esenciales.
Esta iniciativa del diputado Díaz, no es otra cosa que una pieza más en el inventario de derrotas y traiciones a la que nos tienen acostumbrados los partidos de los 30 años, y aquellas alternativas cuadradas con el “acuerdo por la paz”, directa o indirectamente. La única fuerza real en contra del gobierno, y sus ataques, es la del pueblo trabajador que se organiza, en perspectiva de una salida de la clase trabajadora y los sectores populares, ante la impunidad de Piñera, sus ministros, y sus instituciones.