El millonario empresario, y uno de los grandes ganadores durante el Gobierno de Macri, mantuvo una reunión con Victoria Tolosa Paz, del Consejo Federal de Políticas Sociales. ¿Quién puede creer que el saqueador de los bolsillos de la población con los tarifazos se preocupe por combatir el hambre?
Celeste Vazquez @celvazquez1
Jueves 26 de diciembre de 2019 16:03
Foto: Pampa Energía
“La Titular del Consejo Federal de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, se reunió ayer con Marcelo Mindlin y Pablo Díaz (Fundación Pampa). En consecuencia, Pampa Energía y empresas relacionadas se ponen a disposición para promover programas del Consejo Federal de Políticas Sociales. El objetivo siempre será que todos los argentinos puedan acceder, todos los días, a una alimentación digna y saludable. Pampa Energía asume ese compromiso como una de las empresas líderes de Argentina”, dice el comunicado que hizo público la empresa.
Con la reunión también quedo contenta Victoria Tolosa Paz, designada por el presidente para encabezar el Consejo Federal de Políticas Sociales y que tiene a su cargo la coordinación de los distintos planes dentro del área social. Entre ellos, una de las iniciativas es la denominada Argentina contra el Hambre, a la que según ella misma indica, Mindlin decidió sumarse.
Gracias Marcelo Mindlin, Pablo Díaz y a la Fundación Pampa Energía por querer ser parte de #Argentinacontraelhambre y ayudar para garantizar que todos los argentinos tengan un plato de alimentos en su mesa como corresponde. pic.twitter.com/W7ntScc8eq
— Victoria Tolosa Paz (@vtolosapaz) December 19, 2019
Marcelo Mindlin es el presidente de Pampa Energía - grupo dueño de Edenor, Transener -la mayor transportadora eléctrica- y TGS -la segunda transportadora de gas-. Durante los cuatro de años del Gobierno de Macri tuvo la suerte de formar parte de un grupo ultra selecto: el de los grandes ganadores a costa de saquear los bolsillos de la inmensa población.
Entre 2016 y 2018 , mientras las privatizas ganaron U$S 3,2 millones por día, aumentando sus ganancias casi 2.700 %; los trabajadores y el pueblo debieron afrontar subas en las tarifas de los servicios públicos que superaron 2.000 %.
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Solo en 2018, el grupo ganó U$S 384,5 millones. Para tener algún tipo de comparación, esa suma representa casi medio millón veces más lo que costaba la canasta de un adulto mayor en esa época, valuada en unos 23 pesos.
Por culpa de empresarios como Mindlin, en Argentina en los últimos años ha crecido la “pobreza energética” que no es otra cosa que la incapacidad de las familias de hacer frente al pago de las facturas de los servicios de energía. Se considera pobres a aquellos hogares que no pueden acceder a los servicios de energía o deben destinar más del 10 % de sus ingresos al pago de estos servicios.
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Según un estudio de Economía Política Para la Argentina EPPA, el gasto en los servicios públicos como porcentaje del salario mínimo vital y móvil (SMVM) saltó del 6,1% en 2015 a 26% en enero de 2019..
Hoy, miles de hogares tienen luz a cuenta gotas, por ejemplo solo cuando tienen dinero para recargar la tarjeta, o se dieron de baja de la red de gas directamente por no tener el dinero suficiente para afrontar el pago de las facturas. Son miles de hogares, cuyos integrantes están expuestos a enfermedades y hasta la muerte por estar imposibilitados de acceder a la energía. Y por supuesto a quienes más afecta es a niños, mayores de 60 años y personas con enfermedades crónicas. Entre las enfermedades más comunes está la infección en las vías respiratorias y las intoxicaciones por monóxido de carbono que causan la muerte.
Vale recordar que hasta el momento el Gobierno solo oficializó que congela las tarifas de los servicios públicos al valor actual, cuando las privatizadas ya han ganado las millonarias ganancias que citamos y lo seguirán haciendo mientras las tarifas sigan dolarizadas y el esquema privatizador de los noventa siga vigente.
Realmente, ¿quién puede pensar que quienes se benefician gracias al empobrecimiento de las mayorías populares pueden estar interesados de verdad en combatir el hambre? Parece chiste, pero no lo es.