Mientras las iglesias hacen lobby en el senado por el aborto clandestino, algunas organizaciones políticas que están a favor del proyecto de IVE se movilizarán un día antes del 8A con sectores que responden al Vaticano y al Papa Bergoglio. ¿Quiénes saldrán a la calle con los antiabortistas cuando está en juego nuestra vida?
Pablo Herón @PhabloHeron
Martes 7 de agosto de 2018
Después de la media sanción del 13J, las mujeres estamos preparando tomas, vigilias, pañuelazos, paros y movilizaciones desde distintos lugares de estudio y trabajo hacia el Congreso el 8A. Contamos con la fuerza de compañeras que en distintos países del mundo realizarán acciones en apoyo y por el derecho al aborto en sus países, por el impacto que el resultado tendrá en el resto de Latinoamérica. El país del Papa será noticia en todo el mundo.
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La moral eclesiástica fue cuestionada por la “revolución de las hijas” que ya no aceptamos los mandatos de esta institución medieval. El cuestionamiento al machismo y al patriarcado es un proceso profundo especialmente entre la juventud pero también entre las trabajadoras. Por eso, tras la media sanción las Iglesias y el Vaticano lanzaron una ofensiva campaña reaccionaria con movilizaciones, actos, misas y festivales en todo el país. Ven en la decisión de las mujeres una pérdida de legitimidad, de su peso político en la sociedad.
Al día de hoy el conteo de votos por el “No” en Senadores ya supera la mitad de la cámara, con la inmensa mayoría del bloque de Cambiemos en contra. Un escenario coronado con el cambio de voto a negativo de la senadora del Frente para la Victoria, Silvina Larraburu.
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¿Estampitas católicas un día, aborto legal al otro día?
El martes 7 de agosto organizaciones sociales y políticas marcharán por tercer año consecutivo desde la Iglesia San Cayetano en Liniers a Plaza de Mayo, en el aniversario del “patrono del trabajo”, para denunciar el acuerdo del gobierno con el FMI y por la emergencia alimentaria, entre otras legítimas demandas.
Uno de los convocantes es el presidente del PJ bonaerense e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, presente en la movilización del pasado domingo “Salvemos las dos vidas”, que tuvo el propósito de declarar que el aborto es una “práctica criminal y de tortura a un niño por nacer”.
Cristina Fernández de Kirchner y Gustavo Menéndez
Pero también llaman a movilizar organizaciones políticas que hacen demagogia con nuestro derecho, como Libres del Sur/Barrios de Pie, que es la corriente de Victoria Donda, una de las firmantes del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. O Patria Grande/La Mella, que tiene entre sus representantes a Itai Hagman, ferviente fan del Papa Francisco, quien viajó al Vaticano para besarle la mano. También convocan el Movimiento Popular La Dignidad, el Movimiento Evita y la CCC (Corriente Clasista y Combativa), que depende del PCR.
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El ajuste del macrismo y los gobernadores con el FMI va a golpear primero y más profundamente a las mujeres. Su fuerza junto a la del conjunto de los trabajadores y sectores populares sería la mejor apuesta para enfrentarlos.
Patria Grande/La Mella, la Dignidad y Libres del sur hablan de las consecuencias del aborto clandestino para las más pobres pero se movilizan con quienes militan el aborto clandestino, un día antes de la votación que definirá el destino de millones. Están en juego nuestras vidas. No se puede fortalecer a esa institución milenaria un día y posar de feminista al día siguiente.
No hay medias tintas: con las mujeres o con la Iglesia
Si la Iglesia puede realizar una campaña de semejante magnitud, es gracias a la financiación y subsidios millonarios que reciben del Estado y a los vínculos políticos con los partidos mayoritarios en el Congreso y los dirigentes de los “movimientos sociales”. Su poder de fuego se evidencia al día de hoy en la falta de implementación de la ley de educación sexual a nivel nacional en todos los colegios.
Daniel Menéndez llegó a afirmar que “molesta un Papa que cuestiona el orden instituido". Cada aval a Francisco refuerza la injerencia de la Iglesia en el país. Por eso, la pelea por la legalización del aborto trae de la mano la necesidad de desenmascarar su rol en la sociedad.
Por estas razones desde Pan y Rosas y la Juventud del PTS somos claros: o se está con las mujeres o se está con la Iglesia. Este miércoles tenemos que ser millones con nuestros pañuelos verdes en el Congreso, movilizándonos de manera independiente de esta institución y sin confianza en los senadores y senadoras, que son los mismos que votaron el robo a los jubilados y jubiladas en diciembre.
Para conquistar nuestros derechos, las mujeres y las personas LGBTI tenemos que pelear contra la injerencia eclesiástica. No pueden decir lo mismo organizaciones como Libres del Sur, Patria Grande o La UES (PJ), que encabezan centros de estudiantes como en Psicología y Ciencias Sociales de la UBA respectivamente y sostienen sus lazos con el Vaticano.
Por eso este 8A también tenemos que levantar la bandera de la separación de la Iglesia del Estado. Sin dar esta pelea es imposible desarrollar hasta el final la lucha por la interrupción voluntaria del embarazo para las mujeres y las personas con capacidad de gestar.
Esta perspectiva es la que llamamos a tomar en sus manos a todos los centros y federaciones estudiantiles para que seamos millones el 8A. Porque solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas en las calles. Así lo impulsamos desde el Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL) para salir una vez más por la conquista YA del aborto legal.
Pablo Herón
Columnista de la sección Género y Sexualidades de La Izquierda Diario.