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Red Internacional
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Estados Unidos. Marcha de la Liberación Queer: el espíritu de Stonewall recorrió Nueva York

Más de 45.000 personas se unieron a la Queer Liberation March para retomar los valores de lucha de Stonewall.

Martes 2 de julio de 2019 00:52

Fotografía: EFE/Jorge Fuentelsaz

Mientras las carrozas para el World Pride Parade 2019 (Marcha Mundial del Orgullo) todavía se estaban instalando en el centro de Manhattan, cerca de 8.000 personas se reunieron en del Monumento a Stonewall para participar en la Queer Liberation March (Marcha de Liberación Queer), organizada por la Reclaim Pride Coalition. La Marcha del Orgullo incluye carrozas de las corporaciones más atroces y explotadoras pintadas con banderas de arco iris.

La Queer Liberation March es claramente diferente: no hay policías, nada de corporaciones, sólo la lucha por la liberación queer. Los manifestantes salieron a las 9:30 de la mañana, se detuvieron en Bryant Park a las 11 para hacer un minuto de silencio, donde se sumaron participantes y continuaron hacia el Central Park. Se estima que participaron un total de 45.000 personas.

Según el sitio web de la Reclaim Pride Coalition, "La Queer Liberation March es una marcha del pueblo, sin carrozas corporativas ni policía... Honramos el poderoso legado de Stonewall destacando a los miembros más marginados de nuestra comunidad, mientras nos comprometemos a continuar nuestras luchas". Es una celebración, pero también una protesta.

Este fue un año apropiado para la Queer Liberation March, ya que marca el 50 aniversario del levantamiento de Stonewall. Un tema constante en los carteles y cánticos durante la marcha fue: "Los queer no lo niegan, Stonewall fue una revuelta".

Como dijo un manifestante: "Esta marcha lucha contra la apropiación de lo que significa Orgullo y Stonewall. Stonewall fue una revuelta, liderada por gente de color, por mujeres trans de color. Nuestra liberación nunca tendrá patrocinadores corporativos o escoltas policiales, será una lucha contra ellos".

Los manifestantes llevaban carteles que criticaban al imperialismo, la policía, la transfobia, el racismo, el ICE (agencia de control fronterizo) y el capitalismo. Muchos llevaban carteles de apoyo a personas específicas como Chelsea Manning y a varias mujeres negras trans que han sido asesinadas este año, así como a las mujeres que murieron bajo custodia del ICE.

Los manifestantes cantaban contra Trump, así como contra la policía de New York y pedían la abolición del ICE. Otros agitaban banderas palestinas. Muchos portaban pancartas contra el complejo carcelario industrial de Estados Unidos, destacando la muerte de Layleen Polanco, una mujer trans que murió en confinamiento solitario en la prisión de Rikers. El grupo Act Up NY realizó una performance in para recordar a las 17 personas VIH positivas que han muerto en los centros de detención del ICE debido a la negligencia y la falta de atención médica.

La misma estructura de la Queer Liberation March y su diferencia con la Marcha del Orgullo demuestra que esta última fue comprada por el capitalismo. Quienes eligieron asistir a la Marcha del Orgullo debieron ubicarse en las veredas para ver pasar el desfile. Fueron separados de las carrozas y de las celebridades por barricadas policiales y por la propia policía. Para participar en el desfile, había que inscribirse con meses de anticipación. A las organizaciones se les exigió que siguieran reglas estrictas sobre el lugar que ocupaban la marcha e incluso el contenido político de sus carteles, cánticos y trajes. Todas las organizaciones debieron pagar para participar, con algunas excepciones limitadas.

En la Queer Liberation March, cualquiera podía unirse a la marcha en cualquier momento, o salir de ella en cualquier momento si necesitaba o quería. No hubo cuota de inscripción ni reglas más allá de los requisitos legales que impone la ciudad para autorizar la marcha, las recomendaciones de seguridad y la orientación general del evento. Cada uno era libre de expresarse de la manera que quisiera. No había barreras para la participación, como debe ser.

Unos días antes de la marcha, Colin Ashley, organizador de Reclaim Pride dijo: "El mayor problema [con la Marcha del Orgullo] es que se le ha quitado todo el contenido y produce amnesia cultural... la Marcha del Orgullo borra nuestra propia historia de lucha y enseña a la gente que sus opresores, como los policías y las corporaciones, son sus amigos".

Sin duda, la Queer Liberation March fue una declaración fuerte y audaz, de 45.000 personas, que marcha para retomar las raíces radicales del movimiento queer.