Viernes 26 de septiembre de 2014
Fotografía: Manuel Costa/Redacción Rosario
Ayer a la noche unos 300 vecinos de barrio Azcuenaga se concentraron en Mendoza y Liniers para exigir que se liberen a Nahuel P. y Gerardo G. ambos sospechosos del brutal linchamiento que llevaran a cabo el 22 de marzo pasado, donde asesinaron a David Moreira.
Según las investigaciones que lleva a cabo el fiscal Florentino Malaponte, a David Moreira lo golpearon un grupo de vecinos alrededor de 15 minutos. Además le abrieron y le cerraron la puerta de un auto en la cabeza y le tiraron una moto encima mientras agonizaba. A David Moreira lo asesinaron los cobardes y con un ensañamiento y una brutalidad digno de la edad media.
Pero para entender mejor el cuadro de situación hay que explicar un poco el barrio. Azcuenaga es un barrio de clase media y trabajadora donde hay zona liberada, es decir, donde la policía libera la zona y manda a robar para el bolsillo del comisario y el miedo de los vecinos. Una de las manifestantes, ayer indignada, denunciaba que siempre que había algún asalto, la comisaria 14 (Marcos paz 6650) nunca atendía el teléfono. Otra dice ser testigo de que la misma policía “demoró” la llamada de la ambulancia para la atención del mal herido Moreira. Pero nadie denuncia claramente el negocio espectacular y el control que ejerce la misma policía orgánicamente dentro del barrio.
Por otro lado, esta todo el cordón comercial por calle Mendoza que contiene Barrio Belgrano, Azcuenaga y Echesortu, donde los comerciantes generalmente emplean a policías retirados o expulsados de la fuerza para garantizar su seguridad y sus intereses. Este no es un detalle, para que te expulsen de la institución más corrupta de la Argentina mínimamente “algo habrán hecho”. Y ni hablar del Circulo de Suboficiales de Policía que todos los meses pasa a cobrar religiosamente casa por casa, el “bono colaboración” de 50 o 100 pesos, que cada vecino paga a sabiendas que en el fondo, el que no pone ahora, la “paga” más tarde, y con más costos.
"Pero que quieren? si hasta se bajaban de los autos para pegarle"
Todos saben quienes fueron. Más de un “inocente” lo escupió o le pego una patada en la cabeza al convaleciente Moreira. “¿Pero que quieren? Si hasta se bajaban de los autos para pegarle”, comenta una vecina con el quiosquero.
Todo se convierte en un círculo vicioso donde los “buenos vecinos” piden más policías, lo que significa legitimar y revalorizar una institución que; aprovechando las necesidades de la gente, de la falta de luz, de agua potable, de vivir entre la basura; regentea a los pibes de los barrios más marginales, les da armas, pone bunkers de droga y los manda a robar a los barrios “bien”. La policía ha vencido en este combate y ha logrado dividir cada vez más la brecha entre las clases medias y los sectores populares más precarizados. Ha logrado correr cada vez más la mirada acusatoria hacia los pobres.
La policía es una institución tan podrida que es necesario abolirla urgentemente si queremos acabar con la “inseguridad” ¿O a caso el gobierno provincial no entro en crisis luego de que todos los jefes policiales que nombraron les saltaba la ficha de estar relacionados al narcotráfico? ¿O acaso, cada acuartelamiento policial, no va de la mano con los saqueos a pequeños comercios para alterar a los “vecinos bien”?
