El miércoles 22, en Barcelona, miles de personas marcharon por los derechos de las mujeres, bajo el lema “Las mujeres movemos el mundo, ahora lo detendremos”. La movilización, convocada por Vaga de Totes, fue acompañada por otras organizaciones de mujeres y de izquierda.
Celeste Murillo @rompe_teclas
Jueves 23 de octubre de 2014
Imagen: Fotomovimiento
La jornada de lucha comenzó con cortes de calle, varias mujeres llevaron escobillones como símbolo del trabajo doméstico, invisibilizado, y realizado mayoritariamente por las mujeres. Además hubo acciones en estaciones de subte, para denunciar el aumento de las tarifas del transporte.
La jornada contó con el apoyo de 600 organizaciones y colectivos, entre ellas la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), asambleas de estudiantes, organizaciones políticas y sindicales. También tuvo muestras de solidaridad en otras ciudades españolas, y el apoyo de las trabajadoras de limpieza del Ministerio de Finanzas de Grecia, en lucha hace más de un año.
Las mujeres del Estado español vienen de hacer retroceder el proyecto reaccionario que intentaba restringir el derecho al aborto, llamado “Ley Gallardón”, por el ministro de Justicia Ruiz Gallardón, que debió presentar su renuncia a fines de septiembre. La ley antiaborto había sido una de las banderas del gobierno conservador de Rajoy. Las organizaciones de mujeres, feministas y organizaciones sociales lo celebraron como un triunfo de la movilización.
A la vez, el Estado español enfrenta un crecimiento de la violencia machista. En 2014 fueron asesinadas más de 40 mujeres, y las propias cifras oficiales hablan de mil violaciones al año.
Aunque el gobierno español aduce estar “haciendo lo posible” con programas de ayuda para las mujeres y prevención de la violencia, desde las propias instituciones se culpa a las mujeres. Así lo demostraron los “consejos” escandalosos del Ministerio del Interior, que llamaban a las mujeres a quedarse en casa, no salir de noche o sola, y provocaron un repudio amplísimo, incluso de diputadas y funcionarios.
La movilización en Barcelona denunció los recortes en programas de educación sexual, salud reproductiva, y llamó a mantenerse alerta frente a intentos reaccionarios contra los derechos conquistadas en décadas de lucha. También exigieron pleno acceso a la información y métodos anticonceptivos, y el aborto, legal, seguro y gratuito. Y llamaron a terminar con la violencia, desde los femicidios, como expresión más trágica de la violencia contra las mujeres, pero también con la violencia de la que son blanco las mujeres inmigrantes, pobres y trabajadoras, que sufren las peores consecuencias de la crisis económica.
Celeste Murillo
Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.