Organizaciones sociales y miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) realizaron este miércoles una marcha para exigir justicia por el asesinato de Berta Cáceres. La prensa internacional revela que militares involucrados fueron entrenados por Estados Unidos.
Jueves 2 de marzo de 2017 00:00
Como parte de la jornada de lucha que diferentes organizaciones sociales llevan a cabo en Honduras para exigir justicia por el asesinato político de la ambientalista e indígena Berta Cáceres, este miércoles se realizó una movilización en Tegucigalpa, Honduras.
La protesta fue convocada por el Copinh, cuya fundadora fuera la propia Berta Cáceres a las primeras horas de la mañana desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Afines (STIBYS) hasta la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Durante el recorrido los manifestantes portaron pancartas con la imagen de la indígena lenca y gritaban consignas demandando justicia y castigo para los autores materiales e intelectuales del asesinato que sicarios a sueldo realizaron en la propia casa de Berta.
A pesar de que hasta el momento han sido capturados 8 implicados, entre los que destacan dos militares retirados y el oficial activo Mario Díaz, quien fue dado de baja del ejército y niega estar involucrado en el asesinato, los familiares y compañeros de la ambientalista continúan señalando las irregularidades en la investigación, así como el encubrimiento para altos rangos dentro del gobierno hondureño, que por medio de la militarización ha profundizado su política de criminalización, represión y exterminio para las comunidades indígenas.
Así lo revela la reciente publicación del diario The Guardian, que menciona que el asesinato de la líder indígena fue planeado por especialistas de inteligencia militar del gobierno de Honduras vinculados a fuerzas especiales entrenadas por el imperialismo estadounidense. A esto se suma, que en años previos al asesinato de Berta distintas organizaciones señalaron también la responsabilidad de la gestión de Hillary Clinton y su relación para perpetrar el golpe de Estado en Honduras en 2009.
Desde ese entonces al menos 124 activistas ambientales han sido asesinados, ubicando a Honduras como el país más peligro del mundo para defender los bienes comunes y naturales. El Copinh, las hijas de Berta Cáceres y organizaciones sociales y de derechos humanos han hecho un llamado para reforzar la lucha contra el despojo y el crimen de gobiernos como el de Juan Orlando Hernández en el país centroamericano.