El jefe de Gabinete fue entrevistado por Alejandro Fantino. Dijo que su gobierno no hizo un gran ajuste y que “Scioli hubiese hecho lo mismo que nosotros”. Disparó contra opositores y afirmó que “el país está saliendo adelante”.
Carolina Ararat @carolinanunu
Viernes 26 de mayo de 2017
En la noche del feriado del 25 de Mayo, distintos referentes de distintos sectores políticos patronales dieron entrevistas en diversos canales dándole una especie de “puntapié inicial” a la campaña electoral.
Primero fue Cristina Fernández de Kirchner en el canal C5N, luego Massa y Stolbizer participaron del “debate” en Intratables y finalmente el jefe de Gabinete Marcos Peña fue entrevistado por Alejandro Fantino en su programa “Animales Sueltos”.
Lo mismo de siempre
La entrevista no tuvo como era de esperarse preguntas que incomodaran a Marcos Peña.
Las declaraciones de la ex presidenta en C5N aún estaban frescas y al referirse a esto Peña no innovó en el discurso que tiene Cambiemos desde la campaña electoral: “Es una expresión minoritaria de la política. Está aislada políticamente. Ellos son parte del pasado. Acá la mayoría de los argentinos quiere cambiar y una minoría quiere volver al pasado.”
Al referirse a Sergio Massa, Peña admitió que “tuvimos muy buen diálogo antes. Él apoyó ciertas cosas pero ahora lamentablemente no. Apoyó hasta un momento. Por eso dijimos que es la persona menos confiable que hay en el país. Lo dijo la misma Stolbizer, es una persona tribunera para llegar al poder.” El jefe de Gabinete parece molesto por el lanzamiento del espacio de Massa y Stolbizer y el propio juego político de ambos en las elecciones, admitiendo que antes eran buenos amigos y que el massismo le viene garantizando la gobernabilidad a Cambiemos.
La política económica del Gobierno o el mundo de los sueños
Con el tono “amistoso” de Fantino; quien le agradecía todo el tiempo que estuviese en la entrevista, catalogando la charla como “la mejor entrevista” y otras adulaciones, se desarrollaba una charla en la cual no había muchas respuestas contundentes del entrevistado.
Básicamente se limitó a repetir el discurso de Cambiemos y del mismo presidente sin muchos fundamentos.
Podríamos decir que le pregunta más “picante” fue la referida a la desilusión que tienen muchos votantes de Cambiemos por la política económica del gobierno. “Les quitaron las retenciones a las mineras y al campo y ¿qué volvió de esos sectores?”, preguntó Fantino.
Peña se limitó a esquivar el tema y repetir que “la inversión está aumentando y hace 9 meses que crece el empleo en la argentina. El país está saliendo adelante. Salimos de la recesión. Estamos bajando la inflación. Hay más inversiones y más obra pública que nunca.”
De los beneficios a las mineras y a los grandes capitalistas nacionales y extranjeros ni hablar. De la pérdida del empleo y de las paritarias a la baja mucho menos.
En cuanto a otras definiciones económicas, Peña sigue en el país paralelo de Cambiemos y afirma que “la inflación está bajando”. Y como siempre agradece a los argentinos “por el esfuerzo que están haciendo” pagando el tarifazo de su gobierno: “Si pudiéramos regalar la luz, el agua o el gas seríamos felices. Era una mentira. Ahora se ve que hay menos cortes, más inversiones, estamos cambiando la cultura y la gente sabe que se puede ahorrar energía. Sabemos que esos argumentos no alcanzan cuando no se llega a fin de mes. Agradecemos el lomo que pone la gente y al esfuerzo y la comprensión porque es un camino difícil.”
El cinismo del jefe de Gabinete no hace que cambie su expresión de “todo va bien” aunque todos sabemos que claramente no sabe lo que es no llegar a fin de mes, o las pérdidas económicas que han generado los cortes de luz, o tener que trabajar en terribles condiciones para mantener a una familia o haber quedado desocupado por el ajuste de su gobierno. Forma parte de un gobierno de empresarios que beneficia a sus amigos capitalistas.
“Scioli hubiese hecho lo mismo que nosotros”
La inflación y la situación económica volvieron al tapete en varias partes de la entrevista. Peña reconoció que su Gobierno está llevando adelante un ajuste, pero que según su visión de empresario “nosotros no hicimos ajuste grande. Es un plan de 5 años. Tiene que ser gradual. Lo que tenemos es un camino difícil de generar crecimiento e inversión y mejorar el gasto público”. Básicamente reconoce que su plan es seguir ajustando aún más en lo que le queda a Cambiemos de gobierno.
Marcos Peña defendió esta política con las mismas palabras de siempre, diciendo que no hay “recetas mágicas” y que Scioli de ganar las elecciones “hubiese hecho lo mismo que nosotros”.
También defendió el feroz endeudamiento del país durante su gobierno argumentando que gracias a esto “se está bajando el déficit y está creciendo la confianza en la Argentina.”
Como para seguir su argumentación inverosímil, Marcos Peña agregó que “la gente está viendo que el salario se recupera”.
En relación al escándalo de las coimas de la brasileña Odebrecht, en el cuál hasta el mismo presidente y su primo Calcaterra fueron denunciados penalmente, Marcos Peña se limitó a decir que es “el primero que quiere saber todo. El presidente quiere toda la transparencia y que se sepa qué ha pasado.” Y luego calificó de “truchada armada” la causa contra el titular de la AFI Gustavo Arribas a raíz de las declaraciones del “arrepentido” Leonardo Meirelles que asegura haberle transferido 850 mil dólares al mismo Arribas.. Peña no se explayó demasiado en dar pruebas o ejemplos de sus afirmaciones.