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Red Internacional
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Tribuna Abierta. Marihuana: prohibicionismo y legalización

Ayer se realizó la 6ª Marcha Nacional por la Legalización de la Marihuana. Aquí repasamos brevemente la historia del prohibicionismo y hacia dónde vamos con las propuestas de legalización.

Viernes 4 de diciembre de 2015

Fotografía : Enfoque Rojo

El proceso de la prohibición capitalista de la marihuana tiene sus inicios en la primera mitad del siglo XX, en los Estados Unidos. Se trata de una iniciativa de la burguesía yanqui de fines de la década del ‘30 con una fuerte relación con las legislaciones y la actividad institucional de la década anterior. Esta medida significaría cambios en los modos de vida de toda la población, primero estadounidense y posteriormente de casi todo el mundo.

En 1920 comenzó en Estados Unidos la reglamentación de la Enmienda XVIII a la Constitución de dicho país, una ley proveniente de la gestión gubernamental, pero con un peculiar apoyo de organizaciones sociales apologistas de una moral anti-alcohol y una fuerte influencia de la iglesia protestante. Como toda prohibición, generó condiciones para el control social, aumentando el presupuesto en fuerzas represivas, y dio lugar a un mercado negro de crecimiento constante. Desde la burocracia estatal se prepararon las instituciones pertinentes (policía, servicio penitenciario, sistema judicial, etc.) y se construyeron los más grandes casinos de la ciudad de Las Vegas para lavar una enorme cantidad de dinero sucio.

En 1929, en el marco de la crisis mundial capitalista, se acentuaron las contradicciones de la prohibición, haciendo cada vez más insostenible la existencia de la Ley Seca. Estas condiciones llevaron a que durante la presidencia de Franklin Roosevelt se derogara esta ley, mediante la Enmienda XXI a la Constitución de Estados Unidos, con el argumento de impulsar una fuerte industria del alcohol y con ello puestos de trabajo.

Durante el gobierno del mismo actor político comenzó el proceso de prohibición de la marihuana. En el año 1937, con la Oficina Federal de Narcóticos, el Estado yanqui pone en práctica la ilegalidad del cannabis, hasta entonces componente importante de la farmacología clínica occidental oficial. En los primeros pasos de la prohibición de la marihuana (que hasta ese momento no había ido más allá de las fronteras de los Estados Unidos), el cannabis fue quitado del “formulario de farmacia”, y el cáñamo borrado de los planes de la agroindustria. Pese a estas contradicciones, la burguesía yanqui no tuvo escrúpulos en enrostrar su poder dominante, y a menos de 10 años de la primera ley prohibicionista, salió a generar conciencia nacionalista con “hemp for victory”, un trabajo filmográfico del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que incentivaba el cultivo de cáñamo en los productores agropecuarios para ayudar a las fuerzas armadas norteamericanas en la Segunda Guerra Mundial.

El gran aparato lavador de dinero situado en Las Vegas había quedado sin razón de ser, en el sentido económico, debido al blanqueamiento de la industria del alcohol, al igual que las instituciones de seguridad interna del Estado y toda la estructura judicial y política del prohibicionismo. Este entramado institucional y el sentido común nacionalista de la clase dominante estadounidense determinaron las condiciones objetivas y subjetivas con las que se comenzó a desarrollar la nueva ley prohibitiva. El flujo del mercado negro fue reactivado con la prohibición de la marihuana y sirvió como herramienta de control estatal sobre las condiciones de vida cotidiana de los trabajadores. Las masas de trabajadores semi esclavos negros y mejicanos que utilizaban de forma cultural el cannabis combustionado al final de la jornada laboral, fueron los chivos expiatorios de esta legislación.

Principalmente, los intereses de la industria petrolera, agroquímica y farmacéutica son los que le dieron forma a la Ley de Impuesto al cannabis, al cáñamo y a sus derivados. De esta forma sustituyeron la “libre competencia” entre los pequeños burgueses productores de cáñamo por la monopolización de la producción de los sectores industriales anteriormente mencionados, rompiendo con la continuidad del uso milenario de la fibra y los compuestos activos de esta especie vegetal.

Con el paso de los años, las políticas prohibitivas avanzaron, en 1961 se realizo la “Convención única sobre estupefacientes” de Naciones Unidas (marco legal necesario para que el fenómeno prohibicionista se desarrolle a escala mundial). En 1970, durante la presidencia de Nixon, se funda la D.E.A. Con esta institución encabezaron la “guerra contra las drogas” mediante la invasión a países coloniales y semi coloniales e impulsando leyes para el prohibicionismo de Estado, como por ejemplo la Ley Federal de Drogas N° 23.737, sancionada en 1989 en nuestro país, que en los últimos años ha sido desfederalizada por algunas provincias, agregándole más condimentos represivos.

En Argentina cada vez se organizan y se movilizan más usuarios medicinales y cultivadores exigiendo la derogación de la 23737, con la consigna de “tener, usar y cultivar marihuana libremente” como derecho democrático y libertad individual.

Muchos de ellos son usuarios de cannabis medicinal que se ven obligados a estar fuera de la ley para tratar sus patologías y tener una mejor calidad de vida. Pero teniendo en cuenta el carácter dominante de la clase social que monopoliza el suelo cultivable, su alianza con el poder político burgués nacional y las multinacionales farmacéuticas y de agrotóxicos, y, además, las propiedades industriales del cáñamo y las medicinales de la cannabis sativa y sus respectivas cotizaciones en la bolsa de Nueva York, no podemos agotar la militancia cannábica en los derechos individuales, ya que estaríamos preparando las condiciones para generar un agronegocio más, maquillando de solución a un problema social.

Es por esto que las organizaciones activistas por la derogación del prohibicionismo deben militar en conjunto con la vanguardia obrera, ya que ésta se encuentra diametralmente opuesta a las clases dominantes y es la única capaz, en la relación de fuerzas, de generar cambios a favor del conjunto del pueblo.

Fuentes

http://quotes.wsj.com/HEMP
http://quotes.wsj.com/MJNA
http://www.wsj.com/articles/SB10001424127887324906004578292010186240352
https://www.youtube.com/watch?v=ejrCaC-52-s
http://www.dea.gov/index.shtml
https://www.incb.org/documents/Narcotic-Drugs/1961-Convention/convention_1961_es.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=AbvHiGMiypU
https://www.youtube.com/watch?v=c35tRBqbE1Y