El jueves 31 comenzaron a llegar nuevos telegramas de despidos a trabajadores del nosocomio.
Jueves 31 de mayo de 2018 21:12
Mientras el Ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, brindaba su exposición en la Audiencia del Congreso, que trata la ley por el derecho al aborto, y sostenía “la defensa de la salud pública”, trabajadores del Hospital Posadas recibían nuevos telegramas de despidos.
Al igual que sucedió en el mes de enero de este año, los actuales despedidos son activistas, referentes y/o candidatos a delegados en las elecciones de ATE, opositores a la conducción de la seccional Morón, que dirige el cuestionado Darío Silva.
En abril la Dirección del nosocomio había informado de una nueva resolución interna, en la que adelantaba la fecha de cese de contratos del 31 de diciembre al 30 de junio. A algunos de ellos ya les llegó el telegrama de que a partir de esta última fecha están despedidos. Pero la Gerencia de Recursos Humanos también envió los mismos telegramas a dos trabajadoras recientemente reinstaladas por un fallo judicial, ya que contaban con tutela gremial.
Las autoridades del Hospital, en consonancia con la política del Gobierno de Macri y Vidal que busca un acuerdo con el FMI, busca atacar la organización de los trabajadores, en particular de todos aquellos que son opositores. Pero también despide (luego de meses de descuentos) a quienes se negaron a la implementación de la jornada de 12 horas laborales en el turno noche de enfermería (declarada insalubre por la Organización Mundial de la Salud), a los sindicatos como Cicop o STS, y a quienes enfrentan el ajuste en la salud pública y defienden los derechos laborales conquistados.
Luis Sucher, camillero despedido y militante de la agrupación La Marrón (PTS), sostuvo que “el ajuste que prevé el Gobierno de Macri, a pedido del FMI, implica también un ataque a la salud pública, como en el Garrahan, Muñiz, Ferrer, Baldomero Sommer de General Rodríguez, entre otros. En el Posadas empieza por querer sacarse de encima a los trabajadores y trabajadoras que durante años no agachamos la cabeza y no permitimos que avasallen nuestros derechos, a pesar del rol que juegan las burocracias sindicales de todos los colores que están en la tregua, nos aíslan o dividen, como en nuestro caso sucede con UPCN y ATE Morón. Pero no tenemos que perder de vista que el Gobierno está débil. La reforma previsional y los tarifazos lo hicieron pagar un gran costo político, produciendo una gran caída de su imagen. Sólo se sostiene con ayuda de la oposición peronista y los dirigentes sindicales tradicionales, que juegan un rol clave en que no se exprese la enorme bronca y descontento, que podría frenar los planes gubernamentales.
Pero no tenemos que perder de vista que los ataques como el que sufrimos en el Hospital, o como los trabajadores del subte, son mensajes del Gobierno para el FMI. Porque acá el problema no es que no hay plata, y que el ajuste es el único camino posible, como dijo Macri en conferencia de prensa. En el Congreso, el Gobierno y la oposición peronista, votaron destinar en el presupuesto de este año, 65 mil millones de dólares al pago de la deuda a los especuladores. Por eso los trabajadores no sólo tenemos que rechazar el acuerdo con el FMI, que sólo traerá peores penurias, sino también tenemos que organizarnos por el no pago de la deuda ilegítima e ilegal, que nosotros no contrajimos y que nos impusieron a sangre y fuego desde la dictadura hasta esta parte. Ese dinero, que sale de las riquezas que producimos los trabajadores y trabajadoras, tiene que estar destinado a los presupuestos de salud y educación pública, a salarios, a la creación de empleo genuino, entre otras medidas. Que no nos engañen, son ellos o nosotros.
Por eso, el día viernes 1ero de Junio, nos concentraremos en el Hospital desde las 10 de la mañana, donde nos manifestaremos para luego participar de la Marcha Federal. Desde la agrupación La Marrón (que compartimos trabajadores que militamos en el PTS junto a independientes) expresaremos nuestro repudio a los despidos, pero también al veto de Macri contra a la ley que retrotrae el tarifazo. Pero somos realistas, planteamos una salida de fondo ante el saqueo que pretende imponer el gobierno: desde ya empezamos por el rechazo al FMI y el tarifazo, pero es necesaria la nacionalización de los servicios públicos controlados por los trabajadores y usuarios populares; como así también el no pago de la deuda externa fraudulenta, para aumentar el presupuesto de la salud pública, para mantener los puestos de trabajo, terminar con la precarización laboral y de la atención que se brinda. Para eso es necesario organizarnos y arrancarle a las conducciones sindicales burocráticas, un paro nacional activo, que sea el inicio de un plan de lucha nacional, para enfrentar con la fuerza decidida de los trabajadores los planes del Gobierno”.