De acuerdo a una investigación de la Fundación Sol sobre el CAE, da cuenta que la morosidad en el pago de este ha aumentado un 19,5% durante los últimos cinco años y en el cual muestra que a fines del año 2022 la morosidad que el Crédito con Aval del Estado alcanzó fue de 59,8 %,es decir, más de 464 mil personas deudoras.
Viernes 26 de mayo de 2023
Según este estudio el Fisco ya ha gastado un monto superior a la deuda total del CAE, esto a través de la recompra de créditos (2.047.980)con recargo a la banca por un valor de $6,55 billones, pagando un sobreprecio de $1,3 billones a los bancos, o sea 4,2 veces más de lo que se había comprometido.
Benjamín Saez, investigador de la Fundación SOL, en una entrevista del canal 24 Horas dijo qué “Solo por concepto de sobreprecios, cuando comenzó el CAE, para que esto fuera un negocio atractivo para la banca, el estado se comprometió a comprar un 25% de los créditos, con un 6% de recargo. Y lo que ha pasado históricamente es que el fisco ha comprado una cifra muy superior al 50% de los créditos, con un recargo que llega al 25%.”
El estudio muestra que más del 85% de lo créditos se los adjudican 3 bancos: Scotiabank, BancoEstado e Itaú y que en relación al porcentaje de compra de créditos, estos 3 bancos más Santander e Internacional perciben más de un 50% de los créditos entregados, y en cuanto al recargo, BCI recibió 55,6% de sobreprecio por créditos adquiridos.
Por otro lado, la misma investigación muestra que el alza de matrículas de la educación superior, que es de un 67%, se concentra en solo 20 instituciones como P. Universidad Catolica, Santo Tomás, Inacap, e instituciones como Universidad del Desarrollo, San Sebastián, Autónoma, Central, entre otras, las cuales están investigadas por lucro en la educación. Estas instituciones han registrado utilidades sobre los $213 mil millones (56% de utilidades generadas en todo el área de Educación superior).
La deuda del CAE tiene a 6 de cada 10 personas morosas, muchos de ellxs que ni siquiera lograron terminar una carrera, y justamente esta morosidad se concentra en los sectores con menores ingresos económicos, quienes menos posibilidades tienen de ingresar a universidades públicas, por lo segregadora que son la pruebas estandarizadas como la PAES. Y donde año a año se han visto alzas de aranceles exorbitantes, donde la mayoría recibe aporte del Estado, y no se condice con la calidad educativa, con la infraestructura ni con la empleabilidad.
El régimen político y el gobierno de Boric en particular, quien prometió en su campaña presidencial la condonación del CAE, el cual se excusa por que no hay reforma tributaria, pero mantiene pagando miles de millones de sobreprecios a los bancos por el CAE, dejando a un lado las problemáticas reales de la educación, pero también problemas que afectan a millones en el país, como la inflación y los bajos sueldos, el poco o nulo acceso a la vivienda y una larga lista de problemáticas.
Los bancos durante años se han enriquecido y lucrado con el negocio educativo que impuso la dictadura y los empresarios, y que con el régimen de la transición a la democracia solo se siguió profundizando. Donde somos los jóvenes de las familias más precarizadas quienes tenemos que optar por créditos bancarios, donde se termina pagando casi el triple del valor inicial, para tener la oportunidad de estudiar en la educación superior.
Hay plata para los pacos, para las isapres, para los bancos… pero no para la educación
Desde Vencer hemos sostenido durante años que la condonación del CAE y de todos los créditos universitarios, tiene que ser universal, y urgente. La condonación a las deudas educativas debe ser sin ningún pago o indemnización a los bancos, que durante décadas se enriquecieron a costa de la educación de cientos de miles universitarios, lucrando y haciendo negocios, subiendo aranceles cada año a precios estratosféricos que casi nadie puede pagar. ¡Ningún peso a los empresarios de la educación! Esos recursos pensados para indemnizar, se tienen que destinar para mejorar, fortalecer y hacer más expansiva a la educación pública, y en la perspectiva de conquistar una educación pública, gratuita, de calidad, no sexista y de libre acceso para todes. Y esto lo lograremos con la organización y rearticulación del movimiento estudiantil y con movilización, para terminar de una vez por todas con la educación de mercado que solo nos entrega precarización. Porque plata hay, el estado ha gastado millones en represión, en los bancos e incluso pensando en perdonar la deuda de las isapres, y con la nacionalización de los recursos estratégicos e incluso con impuestos a las grandes fortunas, se podrían financiar nuestros derechos básicos.