Cerca del 50% de la población vive en pobreza y ante esto, el gobierno federal responde que “debemos seguir por este camino”. Se revelaron el 23 de julio los datos sobre pobreza de la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Son 2 millones de mexicanos más los que se integraron a las estadísticas presentadas.
Sábado 25 de julio de 2015
En un acto de cinismo y ante medios de comunicación masivos, la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, declaró después de que se dieran a conocer los números sobre pobreza a nivel nacional, que la estrategia del presidente Enrique Peña Nieto está funcionando en términos de disminución de la pobreza y que el problema se ha atendido.
“Los más pobres entre los pobres son a los que hemos llegado, son los que más necesitan la acción del gobierno, y son en los que estamos focalizando todo nuestro trabajo, es totalmente cierto que han sido protegidos y no han sido golpeados por esta condición, al contrario, su condición mejoró y disminuyó esta pobreza extrema”.
La secretaria -amante de las bolsas Louis Vuitton, de 2,300 dólares- parece no haber visto los números de Coneval que señalan que en el caso de la pobreza extrema el porcentaje disminuyó sólo en 0.3% y que en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca el 30% de la población se encuentra en esta situación. Sucede que la pobreza le es completamente ajena.
¿Será casual que haya sido en esos mismos estados en los que la población se levantó en contra de las reformas estructurales con más fuerza? La población mexicana mantiene altos índices de pobreza desde hace más de 30 años, y aunque las autoridades han recurrido al viejo argumento del crecimiento poblacional para justificar el crecimiento de la pobreza, los datos reales son otros.
El tema de la pobreza
Hoy en día, la pobreza se mide en nuestro país mediante el ingreso de los hogares y el nivel de carencias.El índice de pobreza multidimensional es el que conjuga los 7 rubros en los que se mide la pobreza: Ingreso, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a seguridad social, acceso a la alimentación, calidad y espacios de vivienda y acceso a servicios básicos en la vivienda.
Se considera a la población en pobreza a aquella que presente al menos una de las carencias y tenga un ingreso menor al establecido como suficiente para alcanzar el “bienestar social” que es de $2,542 en las zonas urbanas y de $1,614 para las zonas rurales. Para los datos de 2014 es el 46% de la población el que vive por debajo de ese nivel de “bienestar social”. ¿Acaso el que tiene un ingreso de $3,000 mensuales no es pobre en México?
¡No más austeridad!
Mientras la riqueza va sólo a pocas manos, el 70% de la población se ubica según los datos del mismo Coneval ganando entre 1 y 5 salarios mínimos, y sólo el 1% concentra el 43% de la riqueza nacional; los precios de los productos básicos suben y los servicios se encarecen. En las familias salen a trabajar por lo menos dos personas para que el hogar pueda funcionar, y cada vez son más duras las exigencias sobre productividad que imponen los patrones sin subir los salarios.
Con programas como “Prospera” y la “Cruzada Nacional Contra el Hambre” el presidente Enrique Peña Nieto, y la titular de Sedesol, Rosario Robles, pretenden ocultar la realidad de la pobreza en el país, con medidas asistencialistas como estas, presentan cifras que ya no engañan a nadie.
Las reformas estructurales han puesto a las y los trabajadores mexicanos en remate para los grandes capitales. Éstos avanzan en el ataque a los derechos laborales, con despidos, recortes en las prestaciones y ataques a las pensiones. Han echado a miles de familias a sumarse a las filas de la pobreza –y no la que ellos miden–. Hoy un trabajador promedio en México tendría que trabajar 22 horas al día para poder adquirir una canasta básica recomendable. ¿Eso no es pobreza?
El tiempo de trabajo que una persona ocupa en México para reproducir su salario es de 9 minutos. ¿Por qué necesitamos trabajar las otras 7 horas y 51 minutos? Es el tiempo de trabajo que regalamos al patrón produciendo lo que el transformará en ganancia. Pero él no nos contratará sólo para producir lo que alcanza para nuestra propia reproducción, sino que nos contratará solo con la condición de que le regalemos todo este tiempo de trabajo para su beneficio.
Esto se suma a la situación de pobreza en la que vive realmente más del 90% de la población, y las reformas estructurales que agudizan las malas condiciones de vida.
Es necesario tener en cuenta los recortes al gasto público, en especial a salud y educación, con la excusa de esquivar las dificultades en las finanzas públicas, pero en realidad para avanzar en la precarización del pueblo trabajador.
¿Cuál es la salida para combatir la pobreza?
La pobreza no se resuelve con planes asistenciales –que incluso son un medio para las prácticas de corrupción de la casta política–. Se resuelven con la creación de fuentes de trabajo dignas, dividiendo las horas de trabajo entre trabajadores ocupados y desocupados, incorporando a la economía formal a quienes laboran en la informalidad. Se resuelve con el alza de los salarios de acuerdo con el costo de vida –que incluye no sólo la canasta básica, sino transporte, vestido, vivienda, salud y recreación–. Y éstas medidas sólo las puede imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
Resulta indignante que mientras más sumidos en la miseria están los trabajadores y los sectores populares, más se enriquece la casta política del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD).
No sólo perciben millones de pesos por ocupar cargos públicos. Además están los “moches” que reciben de empresas nacionales y extranjeras por beneficiarlos en contratos con el estado, como el caso de OHL o Grupo Higa. Y se asignan partidas millonarias de dinero sobre los que no rinden cuentas, como el caso de los senadores.
Frente a esta situación, y en el marco de la brutal ofensiva del gobierno contra el magisterio, desde La Izquierda Diario se ha lanzado la campaña por ¡que todos los diputados y funcionarios ganen lo mismo que una maestra! Que junto con el Movimiento de Trabajadores Socialistas y trabajadores del magisterio, universitarios y de otros gremios se está difundiendo y se espera organizar a millones de trabajadores y jóvenes que hoy se encuentran en franco desacuerdo con las decisiones del gobierno y los patrones.