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Red Internacional
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Crisis Económica. Más impuestos para los trabajadores en Brasil

El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, defendió este martes la necesidad del ajuste fiscal para que sean implementadas las medidas estructurales pendientes y lograr la reducción de las tasas de interés que encarecen las inversiones. Levy declaró: “Tenemos que tener madurez fiscal que traiga tranquilidad para hablar del largo plazo. No tiene sendito hablar del largo plazo si el corto no está resuelto”.

Jueves 5 de noviembre de 2015

Fotografía: Esquerda Diario

Levy afirmó que una vez que se resuelva la urgencia de la cuestión fiscal, el país podría ingresar en la estrategia de la productividad. En un evento con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el ministro destacó la necesidad de simplificar la economía y cambiar el sistema tributario sobre la producción y que, una vez finalizada la incertidumbre fiscal, el momento actual podría ser extremadamente favorable para la industria brasileña: “A pesar de las cuestiones inmediatas de Brasil, la economía mundial continua atravesando una transformación”, dijo.

En otro momento, después de reunirse con representantes de la Comisión Mixta de Presupuesto (CMO) en el Congreso, Levy volvió a defender la vuelta del impuesto CPMF (impuesto al cheque), pero afirmó que es parte de la solución a los problemas que enfrenta la economía brasileña. “No podemos pensar que se va a resolver por sí sola”, añadió.

Levy destacó que la discusión en relación al Presupuesto 2016 continúa “productiva” y pasa por la calidad del gasto. "No queremos hacer recortes indiscriminados. La presidente ha dado señales de la importancia de tener cada vez más eficiencia en el gasto", completó. El ministro afirmó también que es necesario examinar si gastos como las transferencias están alcanzando sus objetivos y si son soportables con la carga tributaria existente en la actualidad.

En otro evento, un seminario en el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), afirmó que otras reformas fiscales fortalecerán la capacidad de recaudación de impuestos por parte del Estado, con el fin de disminuir las tasas que hoy paga el contribuyente. El ministro habló de la importancia de reorientar la política de crecimiento de una manera coherente, “y no sólo con intervenciones puntuales legislativas o no”.

Los ajustes petistas de Levy en su fin de ciclo

A pesar de todo el discurso sobre la eficiencia en los gastos del gobierno y la disminución de las tasas de impuestos, la serie de reformas planificada por el Ministerio de Finanzas aumentará la tributación sobre los servicios. Además, el retorno de la CPMF (impuesto al cheque) incide de manera más fuerte sobre la población pobre.

Como señala el mismo Levy, la prioridad es llevar hasta el fin las medidas de ajuste fiscal, es decir, atacar aún más los derechos laborales y el presupuesto destinado a áreas como educación y vivienda.

Dilma, Levy y la burguesía repiten en todas partes que sin estas medidas el país no volverá a crecer. Hacen estas afirmaciones en medio de la recesión económica, cuya previsión de retracción es de -0,3% del PIB en 2015, que ya se ha llevado más de 2 millones de puestos de trabajo. Olvidan decir que fue esta misma burguesía la que ha generado la crisis y que cerca del 45% del presupuesto del país se destina al pago de intereses y amortización de la deuda.

Aprovechando el contexto de crisis económica, el gobierno del PT da pasos concretos para una nueva oleada de privatizaciones de los sectores estratégicos de la economía, como las reservas de petróleo de Petrobras y las concesiones en infraestructura (carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos), como ocurrió con la venta de hidroeléctricas a las compañías chinas. Al mismo tiempo, tramita en el Congreso el Proyecto de Ley (PL4330), que libera la tercerización de la mano de obra en prácticamente todos los sectores productivos. La tercerización reduce los salarios, precariza las condiciones de trabajo y la estabilidad y dificulta la organización sindical de los trabajadores.

Es necesario derrotar al ajuste fiscal, la tercerización e impedir que el gobierno entregue a los especuladores nacionales e internacionales estos bienes públicos. La juventud y la clase trabajadora deben intervenir, entrar en escena, construyendo un tercer campo, independientemente del gobierno federal y la derecha, para derrotar estas medidas neoliberales que precarizan la vida de millones de personas.