Daniela Novoa Mackenna, hija del histórico dirigente de la UDI Jovino Novoa, llegó para dirigir el gabinete de la subsecretaria María José Castro. Según fuentes del ministerio, habría empezado a cumplir funciones desde diciembre de 2018.
Sábado 19 de enero de 2019
Es sabido y comprobado que el nepotismo es una fórmula muy recurrente en este Gobierno, es así como desde el mismo Presidente hasta sus colaboradores otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de ser familiares, sin tener en cuenta otros mérito o competencias para el caso.
María José Castro cuenta con su propia bolsa de empleos para los hijos de la elite: a fines del año recién pasado llamo la atención el nombramiento de la nueva jefa de gabinete de la subsecretaría, Daniela Novoa Mackena, hija de Jovino Novoa quien fuera miembro fundador del partido Unión Demócrata Independiente y en el 2015 condenado por delitos tributarios.
Esta mujer de privilegios llegó para dirigir el gabinete de la subsecretaria. Según fuentes del ministerio ella habría comenzado sus funciones en Diciembre de 2018.
Según su escala de responsabilidades, ella estaría recibiendo una remuneración que asciende a los $4 millones de pesos.
Su nombre se suma al de Ezequiel Raúl Sade de 30 años, Ingeniero comercial y yerno de José Antonio Kast, quien se desempeña como jefe del Departamento de Estudios de la Subsecretaria de Educación Parvularia y que recibe por su desempeño un sueldo de $3 millones mensuales aproximado. Se encuentra casado con Maria Josefina Kast quien a su vez es la encargada de la administración y financiamiento de Acción Republicana, movimiento de derecha fundado por su padre.
Es así como el Nepotismo o también llamada vulgarmente la Pitutocracia se ha adueñado de todos los puestos de trabajo que tengan que ver con el Gobierno, así Ministros o cualquier autoridad tiene hoy en día la facilidad de instalar en altos cargos a sus familiares con sueldos millonarios, mientras los trabajadores luchan a diario por mantener sus puestos de trabajo con sueldos miserables y agobiados por el fantasma de los despidos que se hacen pan de cada dia.
