En la Ciudad de México y todo el país, la policía es despreciada por un amplio sector de la población. Las extorsiones cotidianas, la represión, los “levantones”, la desaparición de personas, violaciones de mujeres e incluso el asesinato son algunas de las razones que han ocasionado este rechazo.
Lunes 10 de enero de 2022
Este fin de semana se realizó la “ceremonia de graduación” de la nueva generación de la Policía de la CDMX. En el discurso de la jefa de Gobierno destacó la reiterada petición de “actuar diferente”. Y la solicitud se hace como si preocupara y extrañara el abusivo y violento actuar de la policía.
Si bien hay constantes extorsiones y abusos cometidos a título personal, la realidad es que la represión contra las personas que luchan -particularmente las mujeres- o el constante acoso y despojo contra comerciantes en la Ciudad son en acato a las órdenes que reciben de quienes hoy les piden que se porten bien.
¿Realmente las fuerzas armadas combaten la delincuencia?
Con el mismo discurso de “combatir el crimen” se ha avanzado con la militarización del país a través de la Guardia Nacional. Sin embargo, la violencia, los homicidios, feminicidios y desapariciones no sólo no han desaparecido, siguen a la alza.
La CDMX no es la excepción, es una de las entidades con mayores índices de delincuencia, se encuentra en los primeros 5 lugares de delitos como: homicidio doloso, feminicidio, secuestro, extorsión, robo a casa habitación, robo de vehículo, robo a transeúnte. Pese al discurso de las autoridades, la constante incorporación de elementos policiacos y de agentes de la Guardia Nacional en la Ciudad de México sólo ha alimentado el aumento de los delitos.
¿Cómo frenarán la delincuencia quienes tienen íntimos lazos con el crimen organizado desde sus altas esferas?, tal como lo muestra el caso de García Luna -ex Secretario de Seguridad-, actualmente preso en EE.UU y a quien hace unas horas se le giró una nueva orden de aprehensión por su complicidad en el ingreso ilegal de armas a México.
La captura en Estados Unidos del coronel Salvador Cienfuegos, señalado por su participación con el narcotráfico aunque posteriormente exonerado por la 4T, es una muestra más de la complicidad de las fuerzas armadas con los grupos del crimen organizado bajo el brazo de los gobiernos en turno.
La falta de alimento, salud, educación y vivienda, el alimento de la delincuencia
Es en los barrios en los que falta de todo: alimento, acceso a la salud, educación y vivienda digna, en los que los índices de delincuencia son mayores. Gustavo A. Madero e Iztapalapa son las alcaldías con mayores índices de pobreza, las mismas demarcaciones que tienen las estadísticas más altas en la comisión de delitos.
Sin garantizar vidas dignas y acceso pleno a derechos fundamentales como alimento, salud, educación y vivienda, los jóvenes de los barrios pobres son presas fáciles del crimen organizado. Contradictoriamente, para el ejercicio fiscal de este año el presupuesto en salud y educación es raquítico, pues recibieron un aumento del 15 % y 4 % respectivamente, mientras que a la Guardia Nacional se le asignó un aumento del 70 %.
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