En estas últimas dos semanas, el presidente catalán, Artur Mas (CiU), y el líder de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras, han demostrado con dos actos institucionales que están más preocupados por las elecciones municipales de mayo que por definir la relación entre Catalunya y el Estado Español.
Jueves 4 de diciembre de 2014
Desde el inicio de las movilizaciones de las masas, los partidos políticos soberanistas están dando vueltas en el mismo lugar. Artur Mas, quien dirige este bloque, plantea que la clave es lograr el derecho a decidir mediante el diálogo con el Gobierno de Rajoy. Por ello, la movilización-votación del 9N fue tan descafeinada como el TC impuso. En éste camino, Mas ha tenido la compañía entusiasta de las CUP (abrazo incluido) y de ERC e Iniciativa per Catalunya (ICV). Mas y Junqueras marean la perdiz en relación a la cuestión nacional catalana, y están preocupados por ganar unas hipotéticas elecciones adelantadas.
Mas nos decía que el 9N era el ensayo de votación y que iba a adelantar las elecciones para votar “de verdad” con una lista unitaria para votar por la independencia. Pero la semana pasada, alargó los plazos en 18 meses con unos objetivos nada claros de diálogo con Madrid. De esta manera Mas da largas al derecho a decidir y evita mostrar la debacle de CiU que preanuncian as encuestas.
Ayer Junqueras, se sumó a la maniobra de Mas, pero de acuerdo con los intereses electorales de ERC. Junqueras insiste con listas separadas pero con un paraguas común en relación a la independencia y un gobierno de unidad. Como si fuese posible hacer un Gobierno común con Mas para declarar la independencia. Junqueras apuesta por encabezar la lista más votada y ser Jefe de ese “gobierno de unidad”. Es así que Junqueras aspira a dirigir la hoja de ruta Mas.
Los 2,3 millones que votaron el 9N y que se han movilizado por el derecho a decidir en los últimos años, aún siguen a la espera de poder votar y asisten cual convidados de piedra a éste “debate”. Las masas laboriosas de Catalunya continúan padeciendo los recortes votados para éste año por CiU y por ERC. Mientras los partidos de la burguesía catalana se disputan la hegemonía, mientras los trabajadores y el pueblo posponen la resolución de sus necesidades y aspiraciones.