Ayer miércoles fueron miles las y los trabajadores de la Siderúrgica Huachipato, que marcharon hacia Concepción demandando la protección de la industria y de sus puestos de trabajo ¿Podrán romper el consenso neoliberal de los 30 años que deja morir a la industria nacional? La única salida viable hasta ahora es la estatización de la empresa bajo el control de sus propios trabajadores
Jueves 28 de marzo de 2024
Concentración en las afueras de la catedral de Concepción al finalizar la marcha
Fueron miles las y los obreros de la Siderúrgica Huachipato que se movilizaron ayer miércoles desde temprano en la madrugada hacia la capital de la región del Bio Bio, marchando por la carretera que une Talcahuano y Concepción, exigiendo la protección de la industria frente al acero chino. Son cerca de 20 mil puestos de trabajo los que están en riesgo de cerrar la empresa como vienen chantajeando los dueños de la siderúrgica privatizada en dictadura. Ya en Concepción las y los trabajadores contaron con la solidaridad de trabajadores de la salud, como la FENATS, trabajadores portuarios, trabajadores de la industria salmonera, así como del comercio local [Mira las imágenes más abajo]. Para hoy jueves a las 17:30 hrs, los sindicatos 1° y 2° de Huachipato tendrán asamblea en conjunto para definir los pasos a seguir.
Las y los trabajadores de Huachipato hoy se encuentran exigiendo que los aranceles al acero chino se establezcan en 25% para las barras y 33% para las bolas de acero, tal cual también demanda la gerencia de la empresa al gobierno. Ayer de hecho informó el Diario Oficial, que se establecían oficialmente las sobretasas que definió la Comisión Antidistorsiones de 22,5%, 14,2% y 9,2% a empresas importadoras de bolas de acero forjadas para molienda y de 10,4%, 10,3% y 19,8% para las compañías importadoras barras de acero. A lo que en reuniones con dueños de la industria y de los sindicatos, el Ministro de Economía Nicolas Grau, prometió que con estas nuevas tasas ya oficializadas, solo prometía agilizar la apelación ante la Comisión Antidistorsiones para revisar estas nuevas tasas, ademas de reunirse con la industria minera para asegurar algunos compradores.
Es que el consenso neoliberal amarra de manos cualquier otra alternativa, y este gobierno a dado ejemplos de sobra de no desalinearse de los principales preceptos del libre mercado, de hecho reforzó estos lazos con la firma del ultimo TPP11, para que decir del neoliberal Mario Marcel en el Ministerio de Hacienda. Ya el ministro Grau previamente a su visita el día de ayer a la región se anticipo a las discusiones de nacionalización y estatización alejando al gobierno de esta opción, la que hasta ahora parece la única viable para cuidar la industria y los puestos de trabajo.
"El desafío, el problema principal de darle rentabilidad, de hacer económicamente viable Huachipato, que es justamente lo que nos tiene en esta situación, no pasa por una participación del Estado (...) no creemos que la solución sea por ese camino", apuntó Grau.
"Del punto de vista del camino que ha trazado la empresa, cuya estrategia principal para revertir esta situación es un cambio en la sobretasa, ese es un camino que está especificado en nuestra institucionalidad, no nos corresponde al Ministerio de Economía ni tomar una decisión por todo ese espacio -donde nosotros participamos en parte- ni mucho menos adelantar una opinión cuando todavía no están presentados los antecedentes", afirmó el ministro.
De hecho el principal diario de las patronales chilenas, El Mercurio, ya se puso en sobrealerta en una de sus editoriales, advirtiendo al gobierno de no caer en presiones sobre los aranceles, ayer mismo incluso, otro de los editorialistas de los grandes empresarios, esta vez vía el Diario Financiero, el economista Juan Carlo Eichholz, simplemente llamaba a dejar morir Huachipato porque no podía competir en el escenario internacional, y que el Estado ahí no tenía nada que hacer.
El desafío hoy para las y los miles de obreros de Huachipato es romper el consenso neoliberal que solo terminará destruyendo Huachipato, donde ni este gobierno ni los empresarios piensan tomar medidas de protección de largo plazo para proteger los puestos de trabajo. La única verdadera salida es que la empresa vuelva a manos del Estado, pero no bajo el control de burócratas desde el ministerio de economía, sino bajo el control de los mismo trabajadores.
