El candidato del Frente Renovador aprovechó al máximo la visita de Rudolf Giuliani, sinónimo de mano dura y tolerancia cero, asesor de Bush y Trump.
Jueves 3 de agosto de 2017
Sergio Massa sigue con sus “manotazos” desesperados para intentar remontar su deslucida campaña. Estos últimos días, le organizó un tour conurbano a uno de los “halcones” del partido republicano. El hombre que con su ley de tolerancia cero se encargó de estigmatizar y perseguir a la juventud, los afroamericanos y los sin techo, para lograr lo que consideraba una “limpieza de Nueva York”.
Hoy asesor de Bush en cyberespionaje, Giuliani está recorriendo la Provincia de Buenos Aires, haciendo campaña para Massa. Hace unos días, hizo su presentación en el Centro de Operaciones de Tigre. Desde allí el ex intendente de la ciudad montó su “política de seguridad” que combina los countries más lujosos con barrios precarios y militarizados. "Massa es un visionario", dijo el ’sheriff’, porque montó en Tigre un sistema de cámaras "como muy pocas ciudades en los Estados Unidos han hecho".
Massa le devolvió el elogio. “Hay que aprender de los mejores” dijo, tras lo cual apuntó contra los jueces “garantistas” y llamó a “trabajar en la centralización en los barrios y el ataque al pequeño crimen”.
Pero Massa quiere sacarle todo el jugo a la vista del asesor de Trump. Por eso, lo está llevando a recorrer algunos barrios del conurbano con sus punteros. La “gira” incluye las típicas maniobras publicitarias, como el neoyorquino comiendo choripan y tomando mate.
Fue en ese marco que machacó con su discurso, que de tan repetido no tiene nada de "renovador". Cuando Clarín le preguntó si Giuliani no lo asociaba a un perfil de derecha, teniendo en cuenta sus conceptos de seguridad, Massa puso una de esas caras “coucheadas” que tanto le gustan y sentenció: “mano dura, sí”.
Dejó así un mensaje para sus potenciales votantes. Y para toda la juventud de los barrios del conurbano.
