Sergio Massa, El diputado nacional y candidato presidencial del Frente Renovador, estuvo el viernes pasado en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, tierra de Martín Insaurralde, junto a su rector Diego Molea en diálogo con estudiantes. Interactuó por videoconferencia con alrededor de cinco mil jóvenes, según los trascendidos, de varias ciudades del país.

Gabriela Boyadjian @gabyrub_
Martes 23 de septiembre de 2014
Este evento se dio en el marco de la presentación de la agrupación “Jóvenes en Massa”, en un acto encabezado por el rector de la UNLZ, el concejal de Lomas Ramiro Trezza y el Secretario General de la Juventud Universitaria Peronista, Juan Carlos Saintotte, entre otras figuras locales.
El debate se inició con la discusión en comisiones sobre distintas “problemáticas” que, según el massismo son de interés para los jóvenes, tales como "seguridad y justicia", el primer empleo, educación y la lucha contra las adicciones.
Una vez arribado a la universidad Massa escuchó las propuestas de los asistentes. En claro tono proselitista se dedicó a elogiar a la juventud que conduce el Frente Renovador. “En 446 días, el cambio de gobierno de la Argentina tiene que tener a los jóvenes como protagonistas”, dijo Massa, y preguntó “¿cuántos partidos pueden mostrar dirigentes tan jóvenes como nosotros? Queremos a los chicos no sólo en la participación política, sino también en la construcción del futuro”.
También se refirió a la búsqueda de una solución al primer empleo y a la vez pegó duro contra el sistema educativo diciendo que “la revolución de nuestros jóvenes es la revolución de la educación, no la bolivariana”. Un recurso calificativo para diferenciarse del gobierno de Cristina y el chavismo.
Esta pícara incursión de Massa en tierra del ex intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, le serviría también para distinguirse del legislador kirchnerista, cada vez más alejado de pasarse a las filas del Frente Renovador. Hecho que quedó demostrado luego del voto de “MI” a favor de la modificación de la Ley de Abastecimiento, en alineamiento oficialista.
En este sentido, el ex intendente de Almirante Brown y legislador provincial por el Frente Renovador, Darío Giustozzi, en plena campaña por cumplir su aspiración a gobernador bonaerense disparó contra su contrincante. “Insaurralde se diluye en sus propias contradicciones y es poco serio. Si es más de lo mismo, mejor que se quede en el kirchnerismo”, afirmó.
Esta situación dejó el camino abierto para promover la figura del rector de la Universidad de Lomas, Diego Molea, como una apuesta a conseguir la Intendencia de esa ciudad por el FR. Y de paso, para deshacerse de la herencia del sciolismo que carga desde 2012 al asumir como rector desde el Frente Para la Victoria y que en 2013 se pasó a las huestes de Massa ante, según sus dichos, “la imposibilidad de convivir con La Cámpora”.
Mientras tanto, otro de los principales de la UNLZ, Gabriel Mariotto, vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, ex titular del Afsca y decano del departamento de Ciencias Sociales ya fue designado por imposición de Cristina como vicepresidente de Scioli en la fórmula que peleará por la presidencia de la Nación.
La nominación al actual gobernador no le simpatizó mucho y, para paliar esa derrota política, seguramente intentará meter gente de su sector en las listas de legisladores nacionales y provinciales como también concejales.
Se vislumbra que la carrera hacia 2015 se enmarcaría en un juego de especulaciones entre dimes y diretes, coqueteos y pases de bando para ver quién llega más lejos. La visita de Massa no queda fuera de este contexto. Sabe muy bien que la llegada a la juventud puede constituir un pilar para el cambio de la situación política y social de la Argentina.
Pero su visión para el cambio parece distar de la realidad que viven los jóvenes y sus intereses. El trabajo precario al que son sometidos día a día; las pésimas condiciones laborales de superexplotación sin encuadramientos gremiales ni obras sociales que los contenga; el dejar de estudiar para poder comer; la situación de abandono en los barriadas en las que viven miles de jóvenes; y la criminalización de la pobreza que en muchas ocasiones deviene en casos de gátillo fácil parecen no son parte de la agenda del Frente Renovador.
En contraposición al modelo de juventud al que aspira Massa existe una juventud militante que bajo la expresión “obreros y estudiantes, unidos y adelante” como continuidad de la herencia dejada por el Cordobazo, tomó las calles para pelear por la defensa de los puestos de trabajo, en contra de la precarización laboral y el gatillo fácil.
Una juventud que lucha junto al movimiento obrero y lo legitima solidarizándose con las luchas de Lear y Donneley y le ponen el cuerpo en los cortes de la Panamericana. La juventud que banca la lucha contra los despidos en la destilería Shell de Dock Sud, que tras meses de reñida contienda contra esa patronal buitre consiguió un triunfo con la reincorporación de la trabajadora Analía Portillo. Esta operaria acaba de retomar sus actividades laborales el viernes pasado.
Una juventud que se forma histórica y políticamente en vistas de la necesidad de recuperar las ideas del marxismo revolucionario en la actual crisis capitalista.
La pelea por el poder continúa. Los interrogantes que abren las disputas entre los partidos que representan a los empresarios, también.