Este martes 26 de mayo se legaliza el matrimonio igualitario en Costa Rica. El paso a la legalidad se da por la eliminación del inciso 6 del artículo 14 del Código de Familia, declarado ilegal hace año y medio por la Sala Constitucional. Acá un poco de cómo se consiguió el matrimonio igualitario.
Martes 26 de mayo de 2020
El voto de la Sala Constitucional hace año y medio ponía una condición a la Asamblea Legislativa: o se votaba una reforma al concepto de matrimonio en el plazo de un año y medio o el inciso 6 del Código de Familia iba a ser declarado inconstitucional y en consecuencia iba a dejar de ser aplicado, lo que abre el concepto de matrimonio como un vínculo entre todas las personas que así lo desean.
Partidos de la derecha religiosa han intentado hacer todo tipo de maniobras, pero lo extendido de la reivindicación (asumida por sectores muy grandes de trabajadores y clases medias urbanas y rurales) no ha permitido oposición seria alguna a la entrada en vigencia del matrimonio igualitario.
Esta gran extensión de la reivindicación de matrimonio igualitario, a la que no se oponen el PAC o el Frente Amplio (por hoy, aunque no siempre fue así) se debe a que es una consigna que fue ganada en la calle con movilizaciones independientes de los partidos de los empresario y de los gobiernos, incluyendo al PAC. Veamos un poco de historia.
Una campaña asumida por decenas de miles
El 30 de junio del año 2013 se realizó una Marcha de la Diversidad que fue un punto de quiebre en la historia de la comunidad LGBT en el país y que está en la base de la conquista democrática del matrimonio igualitario. En esa marcha se inició una campaña que impulsó el matrimonio igualitario, a través de una campaña de firmas a partir de la unidad de la izquierda y diversos grupos de activistas LGBT. Esta unidad se llamó Frente por los Derechos Igualitarios (FDI), que en su mejor momento estuvo formada por todas las organizaciones LGBT del país así como de la izquierda más dinámica en aquél momento.
Esta campaña realizó grandes recolectas de firmas en todo Costa Rica, de punta a punta, en jornadas de recolección que fueron de diverso tamaño y alcance. El 30 de junio del 2013 se recolectaron unas 4 000 firmas, y a partir de ahí la campaña llegó a Liberia, San Ramón, Heredia, San Jośe, Cartago, Limón, Perez Zeledón, etc. a través de cientos de activistas, con jornadas que recolectaron 10 000, 7 000 y más firmas. Para finales del 2013 se habían recolectado unas 34 000 firmas, de las aproximadamente 150 000 necesarias para llevar la propuesta de matrimonio igualitario a la Asamblea Legislativa, como una ley de iniciativa popular.
Sin embargo en 2014 el PAC entró al gobierno y la mayoría de las y los dirigentes del activismo LGBT se pusieron con armas y bagajes bajo la política del gobierno del PAC, de las llamadas mesas de diálogo. Incluso muchas y muchos referentes de la comunidad LGBT pasaron a ocupar puestos en el gobierno o en otras instituciones. Esto rompió la unidad del FDI e interrumpió la recolección de firmas. Nada de esto impidió que durante ambos gobiernos del PAC la demanda de matrimonio igualitario fuera dejada de lado y peor aún usada como moneda de cambio en los acuerdos del PAC con la derecha religiosa en el parlamento.
El 10 de diciembre del 2015 las firmas fueron entregadas a diputados del PAC, del Frente Amplio y de Liberación, lo que no tuvo ningún efecto práctico en el parlamento, pero al mismo tiempo aclaraba que no había fuerza política conservadora para detener una consigna que ya para ese momento había recorrido el país y prendido en sectores trabajadores y de clases medias.
La imposibilidad de la derecha para detener matrimonio igualitario
Una campaña tan amplia, que se había instalado en toda la prensa nacional y que incluso había recibido la “atención” de la embajada americana ante el “peligroso” rol de la izquierda en la recolección de firmas, hacía imposible que las fuerzas burguesas conservadoras pudieran oponerse seriamente a la consigna. En el caso de Liberación la existencia de una fuerte fracción interna por el matrimonio igualitario dificultaba que el partido histórico de la burguesía se opusiera con armas y bagajes, a pesar de la posición de figuras como Carlos Ricardo Benavides. La posición del PAC era más complicada, pues hacia afuera el partido aparecía dividido sobre el tema, por la apariencia progresista que vende, pero en realidad hacía a la vez dos juegos. Por un lado intentaba coptar desde sus diputados toda la campaña de firmas para detenerla y evitar el avance de la izquierda. Por otro lado usaba la propia campaña contra la derecha religiosa. Ninguno de ambos partidos, Liberación o el PAC, logró detener por completo la campaña.
Los partidos de la derecha religiosa por su lado, a pesar del crecimiento que tuvieron en las elecciones de 2014 y 2018, no lograron nunca detener por completo la campaña, que tenía la fortaleza para poner en problemas a fuerzas políticas más sólidas y consolidadas como Liberación y el PAC, y por tanto era muy grande para la derecha religiosa.
Es en este marco, en que ningún partido burgués se puso abiertamente del lado del matrimonio igualitario (lo cual hacía imposible aprobar la reivindicación en el parlamento) aparece la Sala Constitucional con una lógica bonapartista (que se pone por encima de los partidos políticos e instituciones) y hace la votación que reseñamos arriba.
Sobra decir que desde el 2013 hasta esta fecha, las marchas de la diversidad han crecido exponencialmente, al punto que si en 2013 hubo unas 10 000 personas marchando, ya para las últimas ediciones de la marcha, las y los asistentes superaban la centena de miles y obviamente estaban de acuerdo en la reivindicación del matrimonio igualitario
El futuro del matrimonio igualitario
El logro que ha alcanzado la comunidad LGBT en Costa Rica es fruto de las movilizaciones callejeras, de la creación de un frente único con tendencias políticas y las organizaciones LGBT y del despliegue de una campaña que en su momento se jugó a demostrar que el país no era tan católico/cristiano y conservador como lo pintaban los políticos e intelectuales del país.
Este paso que se está dando sin embargo no es la pomada canaria. La comunidad LGBT está ahora frente al hecho de haber logrado una importante igualdad legal, que en sí misma no es igualdad frente a la vida, como bien sabe el movimiento de mujeres, por ejemplo.
La pelea por una sociedad sin opresión ahora se mostrará como una necesidad mayor. En ese sentido es necesario recuperar la independencia de clase frente al gobierno del PAC y sus aliados (sea Liberación, el Frente Amplio o incluso la derecha religiosa). Desde ya este logro será atacado por todas las instituciones reaccionarias como las Iglesias (empezando por la católica) y los partidos reaccionarios. La tarea es la construcción de un frente único superior al FDI, que luche por la igualdad real, en la vida, de todas las personas con independencia de sus gustos sexuales, género o sexo.