Esta mañana en dialogo con Luis Novarecio, Mauricio Macri se refirió a la detención de Daniel Oyarzún.

Brenda Reymundo La Marrón. Secretaria de Actas de SUTEBA Tigre
Jueves 15 de septiembre de 2016 22:18
Frente a la irrupción de una marcha en Zarate que pedía la liberación de Daniel Oyarzún, acusado de homicidio simple, Macri declaró frente al debate instalado por los masivos medios de comunicación sobre “un estado ausente”.
Esta mañana en la radio La Red afirmó, “quiero decir que más allá de toda la reflexión que tenga que hacer la Justicia, la investigación, si no hay riesgo de fuga, porque es un ciudadano sano, querido, reconocido por la comunidad, él debería estar con su familia, tranquilo, tratando de reflexionar sobre todo lo que pasó, mientras la justicia decide por qué sucedió la muerte que hemos tenido”.
Por su parte el Fiscal Dr. Martín Zocca, a cargo de la causa, afirmó que no son suficientes las explicaciones que Oyarzún dio para argumentar que actuó “en defensa propia” cuando después del asalto salió en busca de Brian Emanuel González para atropellarlo y causarle la muerte contra un poste. De esta manera, las declaraciones de Mauricio Macri intentan mostrar una simpatía con la movilización que pide la liberación de Oyarzún, que defiende las acciones de “justicia por mano propia” y que además exige una mayor presencia de las fuerzas de seguridad en la ciudad.
La realidad indica que lejos de estar frente a un “estado ausente” en materia de seguridad, la respuesta estatal involucra un fuerte crecimiento de efectivos en las calles y grandes sumas en los presupuestos con los que cuentan las fuerzas de seguridad. La Policía Bonaerense pasó de tener 48 mil agentes en 2005 (gestión Solá) a 82 mil en 2014 (gestión Scioli) y más de 90 mil en la actualidad, por su parte la Gendarmería Nacional, que tenía menos de 20 mil efectivos en 2003 hoy cuenta con casi 32 mil.
Los doce años de gobierno kirchnerista dejaron un tasa del nivel de pobreza que alcanzó 19,7%, lo que representa 8,4 millones de personas. Hoy el Gobierno de Cambiemos profundiza esta situación provocando un fuerte deterioro de las condiciones de vida, con una creciente inflación y la aplicación de un fuerte tarifazo a los servicios, además del aumento del desempleo con despidos en el estado y privados que empujan a cientos de trabajadores a la pobreza. Los responsables de este ajuste, son los que ofrecen la política de mano dura como una salida a la inseguridad. Pero lo que parece ser la solución, esta lejos de serlo: Osvaldo Cáffaro pide mas presencia de efectivos de gendarmería y prefectura, pero vale recordar que en Rosario con la llegada de gendarmes durante 2014 y 2015 no sólo no bajó sino que se desplazó del centro a la periferia.
Así, en el marco de un clima de una guerra de “pobres contra pobres”, la “solución” de mayor presencia de efectivos significa una profundización de las inseguridades del pueblo trabajador ya que involucra a las mismas fuerzas implicadas en el narcotráfico, la trata de personas, el juego clandestino y otras expresiones del crimen organizado.